Peces de los mares de España, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Cubamatinal / Madrid, 2 de noviembre de 2021

Querida Ofelia,

A finales del siglo XVIII, el proyecto “Colección de los peces y demás producciones de los mares de España”, cuyas planchas grabadas y estampas se incorporaron a los fondos de la Calcografía Nacional desde su creación en 1789, fue un modelo pionero de actuación conservacionista.

Presentado a Carlos III por su ministro el conde de Floridablanca, pretendía reunir las riquezas pesqueras o especies marinas como un “tesoro nacional” que se debía preservar frente a la amenaza de las nuevas artes de pesca. La exposición presenta en tres secciones, estampas, matrices y pinturas de la Academia, además de manuscritos, dibujos y libros cedidos por la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid.

La Colección de los peces y demás producciones de los mares de España aparenta tener un fin exclusivamente ictiológico, pero los escritos del ideólogo del proyecto, el ilustrado Antonio Sáñez Reguart, demuestran que fue la respuesta a una serie de problemas medioambientales, denunciados ya en el siglo XVIII, como la sobreexplotación y la devastación de los fondos marinos por el uso de las redes de arrastre.

En su Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional, publicado entre 1791 y 1795, Sáñez Reguart señalaba: “Al arrastrar ciertos fondos planos, poco profundos y cubiertos de plantas marinas,se destruiríanlos huevecillos allí depositados; y también ciertos insectos que serían el primer alimento de las crías; asimismo, se va arrancando la cubierta vegetal del fondo con lo que también va disminuyendo el pasto y el abrigo para muchas especies que tendrían allí su domicilio […] por efecto de tracción, el arrastre por el suelo y la disposición del arte, el fondo de la red se tupe enseguida, por lo que no discriminará especies ni tamaños, atrapando numerosos ejemplares juveniles que, además, quedarían muy macerados como consecuencia de la sobre presión del copo, debiendo ser devueltos, inservibles para el consumo humano, al mar” [A. Sáñez Reguart, Diccionario…, 1791, vol. I, p. 356].

La preocupación tan anticipada que manifiesta este proyecto pionero en Europa, aunque el término “ecología” no se definió hasta finales del siglo XIX por el naturalista alemán Ernest Haeckel (1834-1919), revela las raíces de un problema actual. Por eso esta exposición, además de los numerosos intereses científicos y artísticos que contiene, también se hace eco de una denuncia con autoridad científica y una sorprendente antelación.

Colección de los peces y demás producciones de los mares de España

En 1785, Carlos III apoyó la propuesta de su ministro José Moñino (1728-1808), conde de Floridablanca, y fundador de la Real Calcografía en 1789. El creador y ejecutor del proyecto fue Antonio Sáñez Reguart (activo en 1763-1795), erudito ilustrado y gran conocedor de la situación de la pesca nacional.

Una contribución fundamental fue la del dibujante Miguel Cros (?-1797), un desconocido artista alemán que realizó cerca de quinientos dibujos, de los que hoy se conservan trescientos cuarenta y tres, encuadernados en tres volúmenes custodiados en la Biblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales.


De los modelos de Cros, realizados a la acuarela, sólo ciento treinta y dos se trasladaron al cobre, por los grabadores Miguel Gamborino (1760-1828) y Manuel Navarro (h.1790-h.1850). La coordinación del grabado de las láminas y el coloreado de sus estampas, fue encargada a Juan Bautista Bru de Ramón (1740-1799), disecador del Gabinete de Historia Natural.

El proyecto quedó incompleto, y sin imprimir el texto de Sáñez. El manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional. Solo se conoce un ejemplar completo de sus estampas coloreadas, que pertenece a la Real Biblioteca, y las planchas grabadas del proyecto se custodian en la Calcografía Nacional.


 Real Gabinete de Historia Natural

En el proyecto también participó el Real Gabinete de Historia Natural, que por entonces compartía con la Academia la sede del palacio de Goyeneche en la calle Alcalá. La representación del Gabinete en la exposición la asume el pintor mallorquín Cristóbal Vilella (1742-1803), formado en la Academia, estrecho colaborador del Gabinete desde Mallorca al especializarse en la ilustración de historia natural.

El Real Gabinete de Historia Natural se creó en 1771, cuando Carlos III aceptó las colecciones de historia natural de Pedro Franco Dávila (1711-1786). Fueron instaladas en la segunda planta del palacio de Goyeneche, con el propio Dávila como director, abriéndose al público en 1776. Como manifiesto del anhelo ilustrado de convivencia entre ciencia y arte, pervive el lema que aún se lee en el dintel de la fachada de la Academia y que, por encargo de Carlos III, redactó el dramaturgo Tomás de Iriarte (1750-1791): “Natura et Artem sub uno tecto / in publicam utilitatem consociavit / Anno MDCCLXXIV”.

Como ha sido mencionado, el disecador del Gabinete, Juan Bautista Bru de Ramón, recibió el encargo de coordinar las labores de grabado y la iluminación de las estampas. Sin embargo, Bru acabaría acaparando todo el protagonismo al incluir su firma en las planchas, ocultando así a los verdaderos grabadores. De hecho, Bru recibió una pensión de 36.000 reales anuales destinados a sufragar su labor en el proyecto.

Secciones de la exposición

La exposición se estructura en tres secciones. En la primera de ellas se exponen obras fundamentales de ictiología de los siglos XV a XVIII, procedentes de la Biblioteca Nacional, así como fondos vinculados con el Gabinete de Historia Natural, germen del actual Museo Nacional de Ciencias Naturales, que compartió su primera sede con la Academia y que está representado por cuatro lienzos de Cristóbal Vilella, colaborador del Gabinete en el siglo XVIII.

La segunda sección, la más importante, analiza el desarrollo del proyecto, con planchas, estampas y documentos originales de los fondos de Calcografía Nacional, manuscritos de diseños y textos de Sáñez Reguart conservados en la Biblioteca Nacional, un cuaderno de dibujos de Miguel Cros del Museo de Ciencias Naturales y el volumen de presentación de la serie a Carlos III perteneciente a la Real Biblioteca del Palacio Real.

La tercera y última sección actualiza las obras de arte gráfico que constituyeron la iniciativa, al mostrar estampas originales de peces coloreadas por el pintor José María Sicilia, un gesto pictórico de un reconocido artista actual con el que se reivindica, desde otra perspectiva, la actualidad del proyecto.

Peces de los mares de España. Un proyecto ecológico del siglo XVIII

Calcografía Nacional / 22 de septiembre de 2021

Martes a viernes: 10 a 14 y 17 a 20 h

Sábados, domingos y festivos: 10 a 14 h

Cerrado: lunes, 9 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero

Entrada gratuita

Uso obligatorio de mascarilla

La exposición en la Calcografía Nacional ‘Peces de los mares de España. Un proyecto ecológico del siglo XVIII’ está subvencionada por la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos (Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte) del Ayuntamiento de Madrid con cargo a los presupuestos municipales del año 2021.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

La máquina Magritte en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Ilustración: René Magritte. El pájaro de cielo, 1966. Colección privada, cortesía de las Di Donna Galleries, Nueva York

Cubamatinal/ Madrid, 27 de agosto de 2021.

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta la primera retrospectiva en Madrid dedicada al artista belga René Magritte (1898-1967), uno de los máximos representantes del surrealismo, desde la celebrada en 1989 en la Fundación Juan March. El título de la exposición, La máquina Magritte, destaca el componente repetitivo y combinatorio en la obra del pintor, cuyos temas obsesivos vuelven una y otra vez con innumerables variaciones. Su desbordante ingenio dio lugar a un sinfín de composiciones audaces y de imágenes provocativas, capaces de alterar nuestra percepción, cuestionar nuestra realidad preconcebida y suscitar la reflexión.

Comisariada por Guillermo Solana, director artístico del museo, La máquina Magritte cuenta con la colaboración de la Comunidad de Madrid y reúne más de 95 pinturas procedentes de instituciones, galerías y colecciones particulares de todo el mundo, gracias al apoyo de la Fundación Magritte y de su presidente, Charly Herscovici. La exposición se completa con una selección de fotografías y películas caseras realizadas por el propio artista, que forma parte de una muestra itinerante comisariada por Xavier Canonne, director del Musée de la Photographie de Charleroi, y que se mostrará ahora en una instalación especial. Tras su presentación en Madrid, La máquina Magritte viajará a Caixaforum Barcelona, donde podrá visitarse del 24 de febrero al 5 de junio de 2022.

Mis cuadros son pensamientos visibles”

En 1950, René Magritte firmó junto a algunos amigos surrealistas belgas el catálogo de productos de una supuesta sociedad cooperativa, La Manufacture de Poésie, que incluía artefactos destinados a automatizar el pensamiento o la creación; entre ellos, una “máquina universal para hacer cuadros”, cuya descripción prometía “un manejo muy simple, al alcance de todos,” para “componer un número prácticamente ilimitado de cuadros pensantes.”

La máquina de pintar tenía precedentes en la literatura de vanguardia, como las de Alfred Jarry y Raymond Roussel, precursores del surrealismo, cuyos dispositivos ponían el énfasis en el proceso físico de la pintura, aunque con concepciones opuestas: en el primero, la máquina gira y lanza sus chorros de color en todas direcciones, mientras que el segundo se asemeja a una impresora que produce imágenes fotorrealistas. El aparato descrito por los surrealistas belgas es diferente: está dedicado a generar imágenes conscientes de sí mismas. La máquina Magritte es una máquina metapictórica, una máquina que produce cuadros pensantes, pinturas que reflexionan sobre la propia pintura.

« Desde mi primera exposición, en 1926, (…) he pintado un millar de cuadros, pero no he concebido más que un centenar de esas imágenes de las que hablamos. Este millar de cuadros es el resultado de que he pintado con frecuencia variantes de mis imágenes: es mi manera de precisar mejor el misterio, de poseerlo mejor.”

Magritte definía su pintura como un arte de pensar. A pesar de su conocida oposición al automatismo como procedimiento central del surrealismo, parece conferir un valor intelectual a la despersonalización y la objetividad de esa autorreproducción de su obra. La máquina Magritte no es coherente y cerrada como un sistema, sino abierta como un procedimiento heurístico, de descubrimiento; y es recursiva, porque las mismas operaciones se repiten una y otra vez, pero produciendo cada vez resultados diferentes.

Toda la obra de Magritte es una reflexión sobre la pintura misma, reflexión que aborda con la paradoja como herramienta fundamental. Lo que se nos revela en el cuadro, por contraste o por contradicción, no solo es el objeto, sino también su representación, el cuadro mismo. Cuando la pintura se limita a reproducir la realidad, el cuadro desaparece y solo reaparece cuando el pintor saca las cosas de quicio: la pintura solo se hace visible mediante la paradoja, mediante lo inesperado, lo increíble, lo singular.

Para lograr este objetivo, Magritte utiliza los recursos clásicos de la metapintura, de la representación de la representación – el cuadro dentro del cuadro, la ventana, el espejo, la figura de espaldas… – que en su obra se convierten en trampas. La exposición analiza esos recursos metapictóricos que serán el hilo conductor de los distintos capítulos y del recorrido, empezando por ‘Los poderes del mago’, con algunos autorretratos en los que explora la figura del artista y los superpoderes que se le atribuyen; continúa con ‘Imagen y palabra’, centrado en la introducción de la escritura en la pintura y en los conflictos generados entre signos textuales y figurativos; el tercer capítulo se dedica a ‘Figura y fondo’, donde examina las posibilidades paradójicas engendradas por la inversión de figura y fondo, silueta y hueco; ‘Cuadro y ventana’ estudia el cuadro dentro del cuadro, el motivo metapictórico más frecuente, mientras que ‘Rostro y máscara’ se ocupa de la supresión del rostro en la figura humana, uno de los rasgos más recurrentes en Magritte. Los dos capítulos finales tratan de procesos de metamorfosis contrapuestos: el ‘Mimetismo’ y ‘Megalomanía’; en el primero se aborda su fascinación por el mimetismo animal, que el pintor traslada a objetos y cuerpos que se enmascaran en su entorno, incluso disolviéndose en el espacio, y en el segundo se presenta el recurso del cambio de escala como movimiento antimimético, que extrae el objeto o cuerpo de su entorno habitual, proyectándolo fuera de todo contexto.

  1. Los poderes del mago

Este espacio reúne tres de los cuatro autorretratos conocidos de Magritte, en los que explora las posibilidades del artista como mago al tiempo que sugiere una actitud irónica hacia los mitos relacionados con el genio creador. Magritte no estaba interesado en describir su fisonomía ni en contar su vida a través de estas obras. Sus autorretratos son pretextos para introducir en el cuadro la figura del artista y el proceso de creación.

En Tentativa de lo imposible (1928), Magritte está pintando a una mujer desnuda; él es real y ella solo un producto de su imaginación, suspendida entre la existencia y la nada. Es una versión del mito de Pigmalión, de la creación artística identificada con el deseo, del poder de la imaginación para producir la realidad. Por su parte, en La lámpara filosófica (1936) se produce el encuentro entre dos elementos fetiche del pintor, ambos dotados de simbolismo sexual: la nariz y la pipa, y en El mago (1951) el pintor aparece utilizando sus superpoderes para alimentarse. Un conjunto de autorretratos fotográficos completa este primer capítulo de la exposición.

  1.  Imagen y palabra

Las palabras eran un recurso habitual en las pinturas y collages cubistas, futuristas, dadaístas y surrealistas. Magritte las incorpora a su obra durante su estancia en París, entre septiembre de 1927 y julio de 1930, en la que estuvo en estrecho contacto con el grupo surrealista parisiense. En esos años crea sus tableaux-mots, unos cuadros en los que las palabras se combinan con imágenes figurativas o con formas semi abstractas, en un primer momento, o aparecen solas, encerradas en marcos y siluetas, entre 1928 y 1929, y casi siempre utilizando una caligrafía escolar.

En las primeras, imagen y palabras rara vez concuerdan entre sí, provocando el desconcierto y la reflexión del espectador. Lo importante en estas obras no es el objeto designado, sino la apariencia de contradicción entre lo que muestra la imagen y lo que dice el texto. Las palabras desmienten a la imagen y la imagen desmiente a las palabras, estableciendo una separación entre el objeto y su representación. Su paradoja suprema es negar que exista paradoja alguna. Cuando las palabras sustituyen a la imagen y se convierten en protagonistas exclusivas, aparecen casi siempre en un contorno curvilíneo similar a los bocadillos de los cómics. La escritura regresará a su pintura a partir de 1931, en réplicas o variantes de estos cuadros y solo raramente en nuevas invenciones.

  1. Figura y fondo

La producción de collages papiers collés no ocupa un gran espacio en el conjunto de la obra de Magritte, aunque su influencia está por todas partes en su pintura y, en consecuencia, a lo largo de toda la exposición. El primer paso del collage es el de recortar, y el recorte genera una gran parte de las imágenes de Magritte, creando un mundo tabicado, estratificado, compartimentado, planos que en parte ocultan y en parte revelan otros planos que hay más allá.

Entre los años 1926 y 1931 la influencia del collage se intensifica. Sus cuadros se llenan de planos horadados o rasgados, de siluetas que simulan papel recortado y se erigen verticales como decorados de un teatro. En 1927 empieza a evocar el juego infantil de doblar y recortar papeles para crear mantelitos con motivos geométricos y simétricos multiplicados; el resultado es una especie de celosía, uno de esos elementos tan característicos suyos que ocultan y revelan al mismo tiempo.

Otro recurso frecuente es el de la inversión de figura y fondo, convirtiendo los cuerpos sólidos en huecos, en agujeros a través de los cuales aparece un paisaje o una zona que se rellena con algo, como aire, agua o vegetación. El contorno pertenece al objeto, no al fondo, y conserva la presencia fantasmagórica del objeto. Este juego de inversión de figura y fondo le servirá para desarrollar su exploración del mimetismo, que protagoniza otro capítulo de esta exposición.

  1. Cuadro y ventana

Coloqué ante una ventana vista desde el interior de una habitación un cuadro que representaba exactamente la parte del paisaje ocultada por ese cuadro. Así pues, el árbol representado en ese cuadro tapaba el árbol ubicado detrás de él, fuera de la habitación. Para el espectador, el árbol estaba en el cuadro dentro de la habitación y a la vez, por el pensamiento, en el exterior, en el paisaje real. Así es como vemos el mundo; lo vemos fuera de nosotros y, sin embargo, solo tenemos una representación de él en nosotros.

El cuadro dentro del cuadro es un tema iconográfico que, ya en los maestros antiguos, adopta a veces un aspecto ambiguo. Heredero de los juegos del trompe l’oeil, en la obra de Magritte acaba convirtiéndose siempre en una trampa y termina desembocando en la desaparición del cuadro. El artista asume literalmente la metáfora clásica que equipara el cuadro a una ventana y la lleva hasta el extremo: si el cuadro es una ventana, el cuadro perfecto sería completamente transparente, es decir, invisible. La perfección del cuadro consiste en desvanecerse; Magritte llega al borde mismo de esa consumación y se detiene ahí. Pero no busca una ausencia súbita y definitiva, sino una desaparición gradual y que nos deje siempre dudando sobre si de verdad estamos viendo lo que creemos ver.

La exposición reúne magníficos ejemplos, como Los paseos de Euclides (1955). Magritte crea una serie de marcos animados, uno dentro del otro: el borde de la tela, la ventana, las cortinas. Así se aleja de la realidad varios grados. Y el cuadro pierde sus privilegios; es solo uno entre varios dispositivos enmarcantes. En La llave de los campos (1936), una obra fundamental que forma parte de la colección permanente del Museo Thyssen, el cuadro desaparece o, mejor, transfiere sus poderes a la ventana, cuyo cristal deja de ser transparente para revelarse misteriosamente como una superficie pintada. El cuadro desaparece, pero retorna en los fragmentos de cristal.

  1.  Rostro y máscara

Desde su aparición en 1926-1927, la figura de espaldas recorre toda la obra de Magritte y acompaña los misterios más variados; con su rostro oculto, es el perfecto testigo mudo del enigma. La figura de espaldas se remonta a la pintura tardomedieval, pero solo adquiere su valor cuando Friedrich la convierte en protagonista de sus paisajes. A finales del XIX, Arnold Böcklin retomó este motivo romántico como expresión de anhelo y melancolía; de él lo heredó Giorgio de Chirico y de éste, a su vez, Magritte.

La figura de espaldas nos muestra el paisaje, nos enseña a contemplarlo, nos introduce en él. Su mirada dirige nuestros ojos hacia el horizonte e impulsa la profundidad perspectiva, pero el cuerpo de la figura nos oculta esa mirada. La figura de espaldas dispara en el espectador la conciencia del acto de mirar. Eleva al cuadrado el hecho de la contemplación. El espectador pasa a admirar, no ya el paisaje, sino la acción de ese espectador incluido dentro del cuadro.

También hay en Magritte una simetría recurrente por la cual a una figura de espaldas le acompaña otra figura de frente con el rostro tapado; dos maneras complementarias de ocultar el rostro. Una forma frecuente de hacerlo es cubriendo con un paño blanco la cabeza y, a veces, la figura entera. La cabeza cubierta se ha relacionado con la fascinación temprana de Magritte por Fantômas, héroe de una serie de novelas populares enmascarado con una media en la cabeza y cuya identidad nunca se revela, pero también con un suceso de su infancia: el suicidio de su madre arrojándose al agua; al ser rescatado su cuerpo tenía la cabeza cubierta por el camisón.

Los ataúdes de la serie Perspectivas pueden verse igualmente como una variante de la cabeza cubierta. En estas obras, el pintor elige algunos iconos del retrato burgués para boicotearlos con su humor negro. El título ‘Perspectivas’ encajaría con el don de la clarividencia del pintor, capaz de ver a los retratados en su estado futuro. Son vanitas paródicas, memento mori burlones que se mofan de la muerte y de la inmortalidad de los grandes iconos de la pintura.

La pareidolia -la lectura de los rasgos faciales en los objetos inanimados, como sustitutos más o menos aproximados del rostro humano- es el recurso utilizado por Magritte en Sheherezade (1950) y en la serie de desnudos enmarcados por la cabellera.

  1.  Mimetismo

“(…) he encontrado una posibilidad nueva que tienen las cosas, la de convertirse gradualmente en otra cosa, un objeto se funde en otro objeto distinto de sí mismo. (…) Por este medio obtengo cuadros en los que la mirada ‘debe pensar’ de una manera completamente distinta de lo habitual (…)”

Descubrimiento (1927) fue el inicio en Magritte del método de las metamorfosis que, más tarde, especialmente después de la guerra, se convertiría en el camino más frecuentado por el pintor. En este cuadro, la metamorfosis mimética parece surgir del cuerpo, pero en otros, el mimetismo procede del exterior, del espacio circundante. La disolución de un cuerpo en el aire es también el objeto de El futuro de las estatuas (1932), un vaciado de la máscara funeraria de Napoleón camuflada con cielo azul y nubes blancas. Igual que la muerte disuelve el ego, la pintura disuelve el volumen de la escayola en el azul del cielo. Estas obras anuncian una importante serie que comienza en 1934 con La magia negra, en las que el cuerpo desnudo de la mujer no se desvanece, conserva su forma, sus contornos, y solo cambia su color. El cuerpo se ha vuelto camaleónico, y se encuentra a medio camino entre dos mundos, entre la carne y el aire, entre la tierra y el cielo.

En alguno de mis cuadros, el color aparece como un elemento del pensamiento. Por ejemplo, un pensamiento que consiste en un cuerpo de mujer que tiene el mismo color que un cielo azul.”

Magritte mostró un interés especial por las aves, en las que se despliega toda una variedad de metamorfosis miméticas, transformándose el pájaro en cielo, como en El regreso (1940). Pero también un barco puede volverse mar, como en las cuatro versiones de El seductor que realizó entre 1950 y 1953, en las que un buque apenas visible aparece relleno del color y la textura de las olas. Magritte habla de ello como si fueran los elementos los que imitan a los seres. El agua imita al velero, el aire imita al ave, o mejor, el agua sueña un barco que se camufle de agua, el cielo sueña una paloma que se vista de cielo. La paradoja del mimetismo magrittiano es que la sumisión de la figura a su medio puede hacerla más visible, pero visible en su ausencia.

El mimetismo en Magritte se revela también como una consecuencia de su trabajo con la inversión figura-fondo. El animal o el objeto mimético pasa de ser figura a ser fondo, o se entreteje de tal modo con el fondo que se vuelven inextricables, como en La firma en blanco (1965), donde la amazona y su caballo se enredan con los árboles como lo visible se entrevera con lo invisible:

Cuando alguien pasa a caballo en un bosque, primero los ves (al jinete y al caballo), luego no los ves, pero sabes que están ahí. (…) Nuestro pensamiento engloba lo visible tanto como lo invisible.”

  1.  Megalomanía

Yo mostraba en mis cuadros unos objetos situados allí donde no se los encuentra jamás. (…) Dada mi voluntad de hacer aullar a los objetos más familiares, estos debían ser dispuestos en un nuevo orden y adquirir un sentido perturbador.

El movimiento opuesto al mimetismo, a la tendencia de un organismo a someterse a su medio y disolverse en él, es la megalomanía, que tiende a emancipar un cuerpo u objeto respecto de su entorno. En Magritte, la megalomanía se convierte en un cambio de escala mediante la que extrae un objeto o cuerpo de su contexto habitual y lo sitúa fuera de lugar. Si en el mimetismo el cuerpo era devorado por el espacio, en la megalomanía, en cambio, el cuerpo devora el espacio circundante.

El elemento agigantado en sus cuadros puede ser un objeto natural – una manzana, una roca, una rosa… -, y con forma redondeada, en contraste con el espacio cúbico y artificial en que está encerrado. Un experto en este recurso fue Lewis Carroll, muy admirado por Magritte y reconocido por André Breton entre los precursores del surrealismo. El caso más evidente de inspiración tomada de la Alicia de Carroll en la obra de Magritte es la serie de pinturas Delirios de grandeza, que tienen como motivo central un torso escultórico femenino dividido en tres partes huecas, cada una encajada en la siguiente, como en las muñecas rusas o a modo de telescopio.

Cuando la megalomanía se verifica en el exterior, cobra la forma de una ascensión. Agigantamiento y levitación producen el mismo efecto de sacar al objeto o al personaje de su medio y proyectarlo en uno nuevo y neutro, y aparecen más visibles que nunca. Como los cascabeles que se vuelven gigantescos y se elevan como grandes globos, planetas o naves extraterrestres, o los hombres con bombín que conversan en el aire, o la roca, convertida en motivo principal de varias pinturas tardías.

« Al pensar que la piedra debería caer, el espectador tiene una sensación más fuerte de lo que es una piedra de la que tendría si la piedra estuviera en el suelo. La identidad de la piedra se vuelve mucho más visible. Además, si la piedra descansara en el suelo, uno no se percataría del cuadro en absoluto.

La esencia de un objeto se revela cuando lo ponemos en una situación insólita o, mejor aún, en una situación incompatible con su tendencia natural.”

RENÉ MAGRITTE. FOTOGRAFÍAS Y PELÍCULAS

La exposición La máquina Magritte se completa con una instalación, en el balcón-mirador de la primera planta del museo, de una selección de fotografías y películas caseras realizadas por el pintor. Magritte nunca se consideró fotógrafo, pero sintió una indudable atracción por el cine y la fotografía en su vida cotidiana.

Descubiertas a mediados de la década de 1970, estas fotografías familiares y de sus amigos surrealistas, algunos autorretratos e instantáneas de cuadros en los que estaba trabajando, así como cintas de cine doméstico, forman una especie de álbum de familia, con brillantes imágenes impregnadas por el particular espíritu de Magritte.

René Magritte. Fotografías y películas es una selección de piezas de la exposición The Revealing Image, comisariada por Xavier Canonne, director del Musée de la Photographie de Charleroi. Es de acceso gratuito.

FICHA DE LA EXPOSICIÓN

Título:

La máquina Magritte.

Organizador:

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza en colaboración con la Fundación “la Caixa”.

Patrocinador:

Comunidad de Madrid.

Sedes y fechas:

Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 14 de septiembre de 2021 al 30 de enero de 2022. Barcelona, Caixaforum, del 24 de febrero al 5 de junio de 2022.

Comisario:

Guillermo Solana, director artístico del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Comisaria técnica:

Paula Luengo, responsable del Área de Exposiciones del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Número de obras:

96

Publicaciones:

Catálogo con ensayo de Guillermo Solana y biografía de Paula Luengo. Publicación digital del Área de Educación del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE

Dirección:

Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de exposiciones temporales, planta baja.

Horario:

De martes a viernes y domingos, de 10 a 19 horas; sábados, de 10 a 21 horas.

Tarifas:

Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales.

–  General: 13 euros.

– Reducida: 9 euros para mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes previa acreditación.

Grupos (a partir de 7): 11 euros.

– Gratuita: menores de 18 años, ciudadanos en situación legal de desempleo, personas con discapacidad, familias numerosas, personal docente en activo y titulares del Carné Joven y Carné Joven Europeo.

Venta anticipada de entradas:

Taquillas, web del museo y 91 791 13 70.

Audioguías:

Disponibles en varios idiomas.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Document de Michal Rovner en la Biblioteca Nacional de España

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Foto: © Pablo Gómez-Ogando. Cortesía Michal Rovner e Ivorypress

Cubamatinal / Madrid, 26 de febrero de 2021.

Querida Ofelia:

La Biblioteca Nacional de España acogerá el libro de artista Document, creado por la artista israelí Michal Rovner para Ivorypress, en el Salón Italiano. El libro, publicado en una edición de tres ejemplares y dos pruebas de artista, consta de impresiones sobre papel reciclado, cuerda y proyección de vídeo dentro de una vitrina de metal y cristal.

Este libro de artista se inscribe dentro de la línea de investigación de Rovner, en la que explora temas como el tiempo, la memoria y la escritura. En la delicada superficie de sus obras se entrelazan y se sincronizan una multitud de conceptos y medios, creando una profunda narrativa visual. Michal Rovner exige del observador una mirada contemplativa y atenta.

Sólo al examinar el libro en detalle se pueden apreciar los característicos individuos tipográficos en movimiento de la artista, que desde algo más de distancia pasarían desapercibidos. Estas ‘tipografías’ se presentan en un eterno bucle de movimiento procesionario, que se repite de manera hipnótica y meticulosa. La fascinación de Rovner por el tiempo se plasma en Document a través de diferentes dimensiones temporales: el uso de papel reciclado, el proceso de impresión o las cinéticas masas proyectadas sobre el papel.

La repetición del movimiento humano nos recuerda que la historia se escribe y reescribe en un ciclo infinito. A medio camino entre el arte y la arqueología, el libro nos ofrece un testimonio enigmático aparentemente escrito en una lengua aún por descifrar. Rovner no circunscribe su obra a un mensaje acotado, al contrario, deja que el subtexto hable por sí mismo.

Michal Rovner (Israel,1957) es una artista que trabaja principalmente el video, la fotografía, la escultura y la instalación. Su obra se define a través del lenguaje de la abstracción y aborda temas como el espacio, el tiempo y la condición humana. Las obras de Rovner han sido motivo de más de setenta exposiciones individuales en algunas de las instituciones más importantes del mundo, como la Tate Gallery, Londres (1997); el Stedelijk Museum, Ámsterdam (1999); el pabellón de Israel en la 50º edición de la Bienal de Venecia (2007); y el Musée du Louvre, París (2011). Su obra forma parte de las colecciones del British Museum, Londres; el Metropolitan Museum of Art (MoMA), Nueva York; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; el Tel-Aviv Museum, Tel-Aviv; y el Israel Museum, Jerusalén.

A lo largo de su carrera, Rovner ha recibido varios premios, entre ellos el America-Israel Cultural Foundation, AICF (2007), el título del Orden de las Artes y las Letras otorgado por el Ministerio de Cultura de Francia (2010), y el premio EMT en la categoría de Cultura y Arte (2018). Ha recibido además títulos honoríficos de la Hebrew University en Jerusalén (2008), Ben-Guiron University en Beersheba (2015); y la universidad de Tel-Aviv (2016).

La exposición forma parte del programa expositivo que organiza Ivorypress con motivo de su vigésimo quinto aniversario en 2021 en colaboración con museos, bibliotecas y universidades internacionales en países como Reino Unido, Alemania, España o Estados Unidos. Las instituciones participantes incluyen a la Biblioteca Nacional de España en Madrid, las Bibliotecas Bodleian en la Universidad de Oxford, la Biblioteca Británica en Londres, el Centro de Iniciativas Culturales en la Universidad de Sevilla, Ivorypress Space en Madrid, Kettle’s Yard en la Universidad de Cambridge, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Chillida Leku de Hernani, el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Neues de Berlín, la Biblioteca de la Universidad de Stanford en California, el Instituto Warburg de Londres y el Centro de Arte Británico de Yale en New Haven.

Como parte de la celebración se publica además un libro en tres volúmenes que sirve de guía para comprender la historia de Ivorypress desde 1996, utilizando una amplia diversidad de fuentes, desde relatos orales y documentos de archivo hasta registros gráficos y textos recuperados.

Información práctica

Del 24 de marzo al 3 de julio de 2021. De lunes a viernes, de 09:30 a 20:00. Sábados, de 9:30 a 14:00 h. Domingos y festivos cerrado. Salón Italiano (2ª planta). Entrada gratuita y libre.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

El Museo Nacional del Prado celebra la Navidad con un vídeo en YouTube

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Ilustración: Adoración de los pastores Fray Bautista Maíno Madrid, Museo Nacional del Prado.

Cubamatinal / Madrid, 24 de diciembre de 2020.

Querida Ofelia:

Tras nueve meses de pandemia global y en una situación en la que el virus sigue activo generando incertidumbre e imponiendo precauciones, el Museo Nacional del Prado vuelve a ofrecer al público el cobijo de sus colecciones, en esta ocasión, y con motivo de la celebración de la Navidad, a través del villancico “El tamborilero” interpretado por David Lagos.

Una selección de 7 obras de las colecciones del Museo Nacional del Prado desfilarán ante los ojos del espectador al ritmo de “El tamborilero” para mostrar todas las emociones contenidas en ellas descubriendo su belleza en: 

Relación de obras

Paisaje con patinadores Jan Brueghel el Viejo

Paisaje nevado con patinadores y trampa para pájaros Pieter Brueghel el Joven

Paisaje de invierno con la Adoración de los pastores Francisco Collantes

Adoración de los pastores Corrado Giaquinto

Adoración de los pastores Fray Bautista Maíno

Adoración de los pastores Bartolomé Esteban Murillo

Adoración de los pastores El Greco

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Mondrian y De Stijl en el Museo Reina Sofía

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Piet Mondrian (1872, Amersfoort – 1944, Nueva York)

Cubamatinal/ Madrid, 8 de diciembre de 2020

Querida Ofelia:

Mondrian y De Stijl es una exposición organizada por el Museo Reina Sofía y el Stichting Kunstmuseum den Haag con la colaboración de la Comunidad de Madrid, que aborda la obra del artista holandés Piet Mondrian (1872, Amersfoort – 1944, Nueva York) en el contexto De Stijl, un movimiento junto al que marcó el rumbo del arte abstracto geométrico desde los Países Bajos e imprimió un cambio drástico de la cultura visual después de la Primera Guerra Mundial.

La concepción de la belleza de Mondrian, basada en la superficie, en la estructura y la composición del color y las líneas, conformó un estilo novedoso e innovador que pretendía derribar las fronteras entre disciplinas y rebasar los límites tradicionales del espacio pictórico.

De Stijl (El Estilo), la revista homónima creada por el pintor y crítico Theo van Doesburg fue la plataforma para difundir las ideas de esta nueva plástica y superar el tradicional provincialismo holandés. El primer número salió en 1917 y, hasta 1931, la publicación ofreció información sobre el desarrollo del arte abstracto a nivel internacional. Piet Mondrian, que nació quince años antes que el resto de los componentes de De Stijl, era el patriarca de este movimiento.

Los integrantes de De Stijl perseguían un mundo que, gracias a la colaboración entre todas las disciplinas, pudiera abolir la jerarquía entre las artes. Pretendían así que estas se liberaran, se mezclaran y pudieran dar lugar a algo nuevo, una realidad que se adaptara mejor al mundo que empezaba a vislumbrarse, el mundo de la modernidad. Creadores de todo el mundo adoptaron este enfoque multidisciplinar y desarrollaron un intenso trabajo conjunto. Se trataba de un proyecto en el que sus participantes se comunicaban a través de la revista y mediante cartas.

El artista moderno por antonomasia

La muestra, que se enmarca dentro de la conmemoración del 30 aniversario del Museo Reina Sofía, revisa desde esta perspectiva la trayectoria e enorme influencia de Mondrian, considerado junto a Picasso como lagran figura de referencia de la Modernidad. Una idea que corrobora en el catálogo de la exposición su comisario, Hans Janssen, al señalar que “existen razones de peso para afirmar que Piet Mondrian, un héroe en las artes visuales, es el artista moderno por antonomasia”.

Mondrian y sus compañeros de De Stijl operaban en un mundo en el que también se desarrollaban otras corrientes artísticas. De ahí que en cada una de las nueve salas de la exposición se ponga en diálogo la filosofía de este movimiento con otras iniciativas de la época que perseguían crear un arte genuinamente contemporáneo. Así, el público que visite la exposición podrá contemplar 95 obras, 35 de Mondrian y 60 de artistas de De Stijl como Theo van Doesburg, Bart van der Leck, Georges Vantongerloo o Vilmos Huszár, entre otros, así como diversa documentación de la época (ejemplares de De Stijl, correspondencia, fotos, catálogos, etc.).

Los inicios de Mondrian

La exposición inicia su recorrido con una sala dedicada a los primeros pasos de Mondrian como artista, quien comenzó su carrera en 1892 como pintor de bodegones y paisajes holandeses, un género clásico que durante casi veinte años le permitió adquirir una increíble pericia pictórica. Obras tempranas como Naturaleza muerta con naranjas (1900) o Tarde en el Weesperzijde (1901-1902) que pueden verse aquí, son piezas de corte naturalista y simbolista en las que Mondrian se muestra como un pintor que poco a poco va incorporando influencias de corrientes artísticas emergentes, como el puntillismo, el fauvismo y el cubismo.

Para explicar el entorno en que se desenvolvía Mondrian y las influencias recibidas antes del desarrollo del movimiento De Stijl, en una segunda sala se aborda también la fuerte sensibilidad que existía en esta época en Holanda en relación a la función social del arte y, en particular, respecto a la disciplina de la arquitectura.

De hecho, el ímpetu innovador de De Stijl en 1916 surge en gran medida de esta particular devoción por el espacio arquitectónico y de proyectos colectivos como el emprendido entre 1986 y 1903 por el arquitecto Hendrik Petrus Berlage para el nuevo edificio de la Bolsa de valores de Ámsterdam, en el que consiguió implicar a pintores, escultores, poetas y escritores. Así, el espectador podrá observar aquí ejemplos de diversos diseños del propio Berlage y de otros autores como Karel Petrus Cornelis Bazel o Johannes Jacobus van Nieukerken realizados a principios del siglo XX para interiores, edificios o planes urbanísticos de ciudades como La Haya, Leipzig o Amsterdam.

El siguiente espacio vuelve a retomar la obra de Mondrian mostrando trabajos como Noche de verano (1906-07) o Paisaje grande (1907-08), ambientes sosegados, depurados y de gran expresividad que señalan a un artista que cree en el progreso, en un mundo que puede ser mejorado a través del arte. Se trata de obras que Mondrian tuvo la oportunidad de exhibir a modo de retrospectiva en el prestigioso Stedelijk Museum en Ámsterdam en 1909.

Para concluir este apartado dedicado a las distintas etapas de Mondrian previas a su vinculación con De Stijl, la muestra indaga en la búsqueda de la “belleza universal” que perseguía el holandés y que le motivó a viajar a París en 1911. Composición No. II (1913), exhibida en la cuarta sala de la exposición, es una de las primeras pinturas que le satisfizo en este sentido.

A este respecto Mondrian escribió: «en el arte plástico, la realidad sólo puede expresarse a través del equilibrio del movimiento dinámico de la forma y el color, y los medios puros (limpios de funcionalidades de representación) ofrecen la forma más eficaz de conseguirlo». Según el comisario de la muestra, Hans Janssen, “nació entonces un nuevo lenguaje plástico que, cuatro años después fue bautizado como Neo-Plasticismo, el arte de De Stijl”.

Propuestas rompedoras

Durante la Primera Guerra Mundial, Mondrian se siente parte de una multiplicidad de intentos de desarrollar un lenguaje plástico que sea al mismo tiempo sencillo y estructurado, y que haga patente el espacio ilusorio de la obra de arte como realidad accesible para cualquiera.

Como se puede apreciar en las tres siguientes salas de la exposición, centradas ya de lleno en el movimiento De Stijl, en aquel momento otros creadores como Gerrit Rietveld, Vilmos Huszár o Georges Vantongerloo coinciden con Mondrian en esta búsqueda de un nuevo arte completamente abstracto que apele directamente a las emociones.

Es entonces cuando Theo van Doesburg consigue aunar estas fuerzas en la revista De Stijl, nacida en 1917. Los comienzos del movimiento muestran la enorme diversidad en el afán experimental de los artistas del grupo, como el espectador puede observar en Composición 1917, nº 2 (Carro de perro) (1917), de Bart van der Leck.

Para todos ellos, las formas de expresión tienen como único objetivo la modernidad. De esta manera, una maqueta de arquitectura, como las que se pueden contemplar en esta parte de la exposición de Théo van Doesburg y Cornelis van Eesteren, o incluso una silla, pueden convertirse en esculturas.

Este aspecto experimental y la diversidad de un trabajo colectivo realizado como si se tratase de un taller virtual de debate, fue la fuerza del movimiento, pero también, como se descubriría al poco tiempo, y como refleja la exposición, su debilidad.

De hecho, en la década de 1920, lo que inicialmente se podía entender como un unánime movimiento utópico hacia el proyecto común de un arte realmente abstracto, se convirtió en un crisol de opiniones y concepciones del arte en continuo combate. Lo que permaneció fue la imagen de un “estilo internacional” en el que la abstracción, la fuerte reducción de recursos plásticos y la geometría eran las características comunes, pero los caminos se diversificaron.

Van Doesburg, por ejemplo, lanzó en 1927 su propio estilo nuevo, el elementarismo, y en obras como Composición emanada de la hipérbole de equilibrio xy=k con acuerdo de vert et rouge(1929), de Georges Vantongerloo, el público puede apreciar en esta parte de la exposición cómo, a diferencia de Mondrian, que desarrolló sus pinturas de manera completamente intuitiva, este otro artista de De Stijl fue más sistemático en su enfoque, partiendo de una fórmula matemática para crear este cuadro.

Tras todos estos avatares, De Stijl entró en declive a mediados de los años 30. Solo Mondrian siguió destacando en el panorama artístico internacional. Los demás creadores apenas tuvieron mayor reconocimiento, en parte porque el optimismo en relación con la idea de un nuevo mundo se había atenuado en la segunda mitad de los años veinte, y en parte porque las tendencias figurativas se habían vuelto a imponer.

Un arte siempre nuevo

La exposición se cierra con dos salas dedicadas a las últimas etapas de Mondrian quien, aunque en 1922 pensaba que el experimento abstracto había acabado ya, siguió trabajando con el reducido repertorio de recursos visuales que manejaba (líneas horizontales y verticales que delimitan planos de color blanco, rojo, amarillo o azul) para descubrir con asombro la infinitud de oportunidades compositivas ocultas que eran posibles.

Su gran habilidad consistió precisamente en el uso de estos recursos limitados. Así, al final de los años 20 le fascinó cada vez más engarzar formas, pero en la década de los 30sustituyó el equilibrio más clásico de sus composiciones por un equilibrio dinámico, como puede advertirse en Composición C (nº III) con rojo, amarillo y azul (1935).

Finalmente, en 1940 Mondrian emigró a los Estados Unidos, donde se llevó diecisiete pinturas que había realizado durante su estancia en París en los años anteriores, en las que se superponían densas cuadrículas de líneas horizontales y verticales, como el espectador puede apreciar en Cuadro II, (1936-43). Mondrian comenzó a cambiar estas pinturas y su lenguaje visual una vez más, introduciendo bloques de pintura de color que se movían libremente para complicar la estructura rítmica de su arte, algo que persiguió hasta el final de su vida.

Una trayectoria de experimentación continua

Piet Mondrian nace con el nombre de Pieter Cornelis Mondrian el 7 de marzo de 1872 en Amersfoort (Países Bajos). En mayo de 1892, participa en la exposición anual de la Genootschap Kunstliefde, sociedad artística de Utrecht. Ese mismo año comienza a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Amsterdam (Rijksakademie van Beeldende Kunsten), donde empieza a experimentar a partir de la tradición de la pintura paisajística holandesa y el simbolismo, y a ejercer como profesor. En 1907, el conocimiento de la obra de los pintores postimpresionistas cambia por completo sus antiguas nociones sobre el color, cuyo tratamiento aborda a partir de entonces de manera mucho más audaz. En enero de 1909, Mondrian tiene la oportunidad de exponer en el prestigioso Stedelijk Museum en Ámsterdam junto a Jan Sluijters y Cornelis Spoor y ese mismo año se une a la Sociedad Teosófica.

Entre 1909 y 1910 experimenta con las técnicas puntillistas antes de volcarse plenamente en el cubismo en 1911. Impactado tras ver una exposición con obras de Braque y Picasso en el Moderne Kunstkring del Stedelijk Museum decide mudarse a Paris. Instalado en la capital francesa, su obra respeta en un principio los preceptos cubistas, aunque desde 1913 experimenta un claro avance hacia la abstracción.

Mondrian se encontraba visitando los Países Bajos cuando estalla la Primera Guerra Mundial en 1914, lo que le impide volver a París. Durante ese periodo en Holanda, restringe aún más el uso de colores y formas geométricas en su trabajo. Allí conoce a Theo van Doesburg, y junto a él y otros dos artistas (Van der Leck y Huszar), fundan en 1917 la revista y el movimiento De Stjil, pretendiendo un rechazo completo de la realidad circundante como referente de la obra y la reducción del lenguaje pictórico a sus elementos básicos, lo que el propio Mondrian bautizaría como neoplasticismo. Los preceptos de De Stijl extendían también los principios de la abstracción de la pintura y la escultura a la arquitectura y el diseño gráfico e industrial.

En julio de 1919 vuelve a mudarse a París, donde expone junto a De Stijl en 1923. Unas disputas artísticas con Van Doesburg lo llevan a abandonar el grupo en 1925 y posteriormente expone junto al movimiento Círculo y cuadrado (con artistas como Joaquín Torres García o Férnand Léger) en 1930 y se une a la asociación de artistas abstractos Abstraction-Création en 1931.

La inminente Segunda Guerra Mundial obliga a Mondrian a huir de París a Londres en 1938, y tras una breve aunque fructífera estancia de dos años en la capital inglesa, se muda a Nueva York en 1940. Allí se une a la asociación American Abstract Artists y sigue publicando textos sobre neoplasticismo. Su obra en esta última etapa se ve muy influida por el dinamismo de la vida urbana y los ritmos de la música estadounidense. En 1942 tiene lugar su primera exposición individual, en la Galería Valentine Dudensing de Nueva York. Mondrian muere en esa ciudad el 1 de febrero de 1944.

Catálogo

La exposición Mondrian y De Stijl está acompañada por la publicación de un catálogo en castellano e inglés que contiene una semblanza de la figura del artista holandés escrita por el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, así como diversos textos de Michael White, Marek Wieczorek y del comisario Hans Janssen que tratan de arrojar nueva luz sobre las estrategias desarrolladas por Mondrian para presentar sus obras de manera que los espectadores pudieran elucidar su significado y descubrir una relación clara y significativa tanto con ellas como con el mundo que las rodea. El catálogo incluye, asimismo, imágenes y listado de obras.

Mondrian y De Stijl

FECHAS: 11 de noviembre de 2020 – 1 de marzo de 2021

LUGAR: Edificio Sabatini. Primera planta.

ORGANIZACIÓN: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Stichting Kunstmuseum den Haag

COMISARIADO: Hans Janssen

COORDINACIÓN: Belén Díaz de Rábago y Beatriz Jordana

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

Reencuentro con El Jardín de las Delicias del Bosco en el Museo del Prado

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Jardín de las Delicias El Bosco Grisalla, Óleo sobre tabla de madera de roble 1490 – 1500 Madrid, Museo Nacional del Prado

Cubamatinal / Madrid, 27 de octubre de 2020.

El Museo Nacional del Prado reabre al público, con la colaboración de la Comunidad de Madrid y el apoyo de Samsung como Protector tecnológico de la institución, la sala dedicada al Bosco con un nuevo montaje que supone una reforma radical desde un punto de vista técnico. Con este fin, se han fabricado soportes nuevos para tres trípticos, una mesa vitrina y se ha instalado un nuevo sistema de iluminación, gráfica nueva y una pantalla que permitirá admirar detalles ampliados de las obras.

En 2016, la exposición temporal que el Museo dedicó al Bosco superó las 600.000 visitas y marcó un récord histórico en la institución. En 2019, más de 7.000 visitantes al día pasaron por la sala del Bosco, acumulando un total de dos millones y medio de visitantes al año. El Jardín de las delicias es una de las cinco obras más escuchadas por los usuarios de audioguías del Museo, sólo por detrás de Las Meninas y durante el periodo de confinamiento ocasionado por la COVID-19, el vídeo más visto del programa online #PradoContigo fue el directo en Instagram dedicado a esta obra, con 1.344.240 impresiones. Observando estas cifras, el Museo Nacional del Prado ha querido responder a la gran demanda de visita que genera esta sala ofreciendo, con esta nueva instalación, la optimización del espacio y una mejora en la percepción de las obras.

Si bien se mantiene la ubicación de las piezas en la sala, el montaje anterior presentaba unas características formales que requerían una actualización y mejora, por eso, se modifica su presentación pública para ganar espacio de circulación para los visitantes, mejorar la accesibilidad a las piezas, personalizar la iluminación de los 22 trípticos para enriquecer la percepción general de todas las obras expuestas y se contemplan las necesidades derivadas de la implantación del Plan de Protección de Colecciones ante Emergencias.

Actuaciones que mejoran la visita pública

La reducción del tamaño de los soportes, estéticamente más atractivos, permite ganar espacio de circulación para los visitantes que disfrutarán de mayor amplitud entre las obras expuestas lo que enriquecerá su contemplación.

La nueva gráfica, que aporta información sobre las obras del Bosco, consiste en textos explicativos individuales de cada pieza y un gran texto introductorio que, con un guiño al pintor, muestra su firma autógrafa como colofón.

La personalización de la iluminación de los trípticos mejora la percepción general de las obras expuestas y presta especial atención a la correcta visión del reverso de sus alas, todo un reto técnico por la limitación del ángulo de incidencia de la luz.

El nuevo color de la sala, un verde más oscuro que en el anterior montaje, realza la gráfica y los tonos de las pinturas e incide más en la iluminación.

Además, la sala cuenta con un monitor profesional de 65” de Samsung que permite la sucesión animada de detalles sorprendentes de las obras expuestas en un tamaño hasta 12 veces mayor que el original.

Actuaciones de conservación preventiva y seguridad

Se han combinado simultáneamente soluciones técnicas que mejoran la accesibilidad para instalación y desinstalación de las piezas por parte del equipo de manipulación de obras de arte del Museo Nacional del Prado y se han contemplado las necesidades derivadas de la implantación del Plan de Protección de Colecciones ante Emergencias en lo que se refiere a medidas de protección in situ y a medidas para evacuación. En este caso, se trata de una iniciativa pionera de diseño y ejecución de fundas de protección multirriesgos a medida (agua, fuego, polvo, humo, etc.) que se instalan mediante un procedimiento operativo de una duración máxima de 2,5 minutos que se combinan con diseño de bases de estabilización de los trípticos, reduciendo significativamente los tiempos de retirada de obras a lugar seguro, en caso de emergencia.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

De norte a sur los ritmos de Anna-Eva Bergman

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Ilustración: Anna-Eva Bergman. N°12-1968.Vinilo y hoja de metal sobre tela. Fondation Hartung-Bergman,Antibes.

Cubamatinal / Madrid, 2 de noviembre de 2020.

Querida Ofelia:

El Palacio de Velázquez del Parque del Retiro acoge De norte a sur, ritmos, una muestra de Anna-Eva Bergman (Estocolmo, Suecia,1909 -Grasse, Francia, 1987), cuya obra es una de las propuestas de arte abstracto más singulares de la segunda mitad del siglo XX.

La práctica artística de Bergman se articula a partir del “ritmo”, elemento que considera esencial como parte estructural de la pintura, un ritmo fruto de combinar determinadas formas, líneas y colores. El trabajo de Bergman consiste en una particular aproximación al género del paisaje que guarda relación con la abstracción norteamericana de autores como Mark Rothko o Barnett Newmany que trata de adentrar al espectador en la experiencia del infinito que proporciona la naturaleza.

Las primeras obras de Bergmanes tuvieron marcadas por la influencia de los artistas alemanes de la Nueva Objetividad. Fue a partir de la década de los cincuenta cuando su trabajo experimentó un giro radical y se centró en la abstracción pictórica, construyendo un universo singular en torno a la línea y el ritmo. El paisaje se convierte entonces en la referencia esencial de su obra al utilizar motivos relacionados con la naturaleza o mitología escandinava.

A través de una selección de 70obras –algunas de ellas rara vez expuestas en público-realizadas entre 1962 y 1971, la exposición aborda los temas más recurrentes de su producción artística tras una serie de viajes que realizó a España y Noruega que le influyeron notablemente: un diálogo permanente entre Norte y Sur, el aspecto desértico y la luminosidad de los paisajes, los fiordos, los astros, las montañas, los barcos, los acantilados y las piedras, entre otros variados motivos.

La muestra, organizada por la Fundació Per Amor a l’Art –Bombas Gens Centre d’Art y la Fundación Hartung Bergman, en colaboración con el Museo Reina Sofía y comisariada por Christine Lamothe y Nuria Enguita, se pudo contemplar en el centro valenciano entre noviembre de 2018 y mayo de 2019 y es la primera iniciativa que se realiza en el marco del convenio de colaboración firmado entre el Museo y la Fundació Per Amor a l’Art–Bombas.

La naturaleza, protagonista de su obra.

La exposición que se puede contemplar en el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro no es una retrospectiva al uso, sino que recoge una selección de un periodo concreto, 1962-1971, coincidiendo con una serie de viajes de Anna-Eva Bergman a España y Noruega y que la artista traducirá como un diálogo permanente entre el norte y el sur en sus paisajes, “formalmente semejantes,-dice Nuria Enguita-pero con una representación del color y la luz muy distinta”.

El recorrido no discurre de forma cronológica sino temática y comienza en la sala central del Palacio de Velázquez, bajo cuya bóveda se reúnen una serie de obras como Paisaje de Noche (1968) o Muro de hielo (1971), que avanzan, a modo de resumen, la mayoría de los motivos característicos de la iconografía de Bergman que podrán verse a lo largo del resto de la muestra: paisajes, líneas de horizontes, muros y montañas o elementos de la naturaleza como el aire, el agua o el fuego.

En un amplio espacio se exhiben una serie de paisajes de Noruega, como Montaña transparente (1967) o La gran Finnmark en rojo (1966) que reflejan las gélidas estampas de los glaciares del país escandinavo y de los fiordos de Finnmark-su provincia más septentrional y oriental-.

Frente a estos paisajes, se disponen sus trabajos de horizontes, inspirados en los paisajes de la localidad almeriense de Carboneras, donde viajó en 1962. Destaca el lienzo titulado Horizontes (1971) que se exhibe por primera vez tras haber permanecido casi medio siglo en los almacenes donde lo depositó la artista tras concluirlo. “El horizonte, lugar por excelencia de lo poético”,-explica Enguita-,“es también aquí lugar de lo político cotidiano. Bergman sintió que esos territorios almerienses le hablaban a su ser más íntimo —por el vacío y la extensión, por sus ausencias—,de forma diferente a la que lo hicieron las leyendas de los sublimes paisajes nórdicos, cristalinos e icónicos. El horizonte es aquí en esta tierra yerma el lugar donde se mira continuamente”.

Los acantilados y las barcas son otros de los motivos reflejados en las obras que están presentes en la exposición. En la obra de Anna-Eva Bergman son frecuentes las referencias a fuentes de la mitología escandinava, donde sobresale el motivo de las barcas, habitual en las leyendas nórdicas y considerado un símbolo espectral y mortífero .Como se aprecia en Barca Negra (1971), el motivo se convierte n figuras geométricas elementales, como triángulos o líneas rectas, cuyas formas llenan por completo la superficie dela tela o el papel, de modo que el paisaje resulta excluido, quedando muy poco espacio para el fondo de la composición.

La atracción de Anna-Eva Bergman por España también está reflejada en la muestra en obras como Carboneras (1963)o una importante serie de tinta china sobre papel que llamó Piedras de Castilla .Estos trabajos recogen toda la transformación que experimentó el lenguaje formal de la artista durante los continuos viajes que realizó a la península ibérica hasta principios de los años setenta. La obra de Bergman va evolucionando hacia formas cada vez más simples y hacia una gama cromática más restringida.

Sobre Anna-Eva Bergman y su obra

Anna-Eva Bergman estudió Bellas Artes en Oslo y desde sus primeras pinturas, realizadas en 1924, muestra su interés por captar la luz muy especial del paisaje noruego. En 1929se trasladó a Francia, donde conoció al también artista Hans Hartung y formó parte de la Escuela de Arte de París.

En sus inicios, su obra está marcada por la influencia de los artistas alemanes de la Neue Sachlichkeit [Nueva Objetividad]. Su pintura empezó siendo figurativa y, aproximándose a la caricatura, realizó encargos de ilustración para diversos medios. Trabaja con la tinta, la acuarela, con líneas simples y colores primarios.

En1933 se establece en Menorca con Hans Hartung, cerca del pueblo de Fornells. Las pinturas y acuarelas que Bergman producirá durante su estancia en Menorca muestran un mayor interés por la geometría y por las formas simples arquitectónicas.

Después de un tiempo sin trabajar, a partir de 1946 vuelve con intensidad a la pintura, emprendiendo a finales de 1948 una vía no figurativa, dando un giro de la figuración de corte expresionista hacia la abstracción pictórica. Este período marca un punto fundamental en su creación, que la lleva a construir un universo singular entorno a la línea y el ritmo.

Establecida definitivamente en París en 1953, su obra marca el momento en el que el encuentro de la línea y la progresiva exploración de superficies de color afianzan su obra frente a la deriva de la abstracción y las tendencias informalistas en boga.

En 1958, conjuga por primera vez en sus pinturas el repertorio de formas que viene desarrollando en su obra desde 1952: piedra, luna, astro, planeta, montaña, estela, árbol, tumba, valle, barco, proa y espejo. En 1962Anna-Eva Bergman realiza un viaje a Andalucía, en concreto al municipio almeriense de Carboneras que fue determinante para su obra ya que allí comenzó a elaborar sus primeros horizontes, motivo que le hace retomar el contacto con los paisajes noruegos.

Tras un viaje en barco en 1964 a lo largo de la costa noruega, Bergman vuelve con más de un millar de fotografías y empieza a trabajar a partir de bocetos y fotografías, a las que seguirá remitiéndose en sus pinturas durante varios años.

En 1967 representa a Noruega en la sección de pintura de la Bienal de São Paulo y en 1984 es nombrada miembro titular de la Academia Europea de las Artes y las Ciencias.

Catálogo

Con motivo de la exposición, el Museo Reina Sofía ha editado un catálogo, en castellano e inglés, que incluye una introducción de Thomas Schlesser, director de la Fundación Hartung-Bergman, y una presentación conjunta de Nuria Enguita, directora del IVAM y comisaria de la muestra, y de Manuel Borja-Villel, director del Museo Nacional Reina Sofía. Además de un listado de obras y una biografía artística de Anna-Eva Bergman, el catálogo también contiene ensayos de diversos autores como Romain Mathieu, Teresa Lancetao Michael Tarantino.

FECHAS: 22 de octubre de 2020 / 4 de abril de 2021

LUGAR: Palacio de Velázquez. Parque del Retiro (Madrid)

ORGANIZACIÓN: Fundació Per Amor a l’Art –Bombas Gens Centre d’Art y la Fundación Hartung Bergman, en colaboración con el Museo Reina Sofía

COMISARIADO: Christine Lamothe y Nuria Enguita

COORDINACIÓN: Andrea Pérez Envid

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

Cuatro exposiciones de artistas y proyectos de Castilla y León en el MUSAC

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Cubamatinal / León, 30 de octubre de 2020.

Querida Ofelia:

Las salas 2 y 3 acogerán hasta el 28 de febrero muestras individuales de la escultora zamorana Ana Prada y la artista multimedia de origen burgalés Paloma Navares. El proyecto Tráfico de arte. Galería, ciudad y periferia pone el foco en la intensa actividad artística generada entre 1990 y 2007 en torno a la galería y espacio de producción artística leonés Tráfico de Arte. La Convocatoria Laboratorio 987 pone en marcha Intervalo lúcido. Consciencias del espacio, una exposición de la artista palentina Ana Frechilla surgida de la investigación en torno a la industria armamentística en el territorio castellano y leonés. Para garantizar una visita segura a las muestras durante la jornada de apertura, mañana sábado se proponen tres horarios de visita libre con aforo limitado a las 17:00, 18:30 y 20:00 horas, previa inscripción gratuita a través dewww.musac.es .

MUSAC, Museo de Arte Contemporáneo de Castilla y León, abrirá al público cuatro exposiciones el sábado 31 de octubre a partir de las 17:00 horas, con entrada gratuita previa inscripción a través de www.musac.es. Con motivo de la celebración del 15 aniversario del museo, perteneciente a la red de museos regionales de la Junta de Castilla y León,parte de la programación expositiva de 2020 se ha centrado en la visibilización y puesta en valor de la labor del centro en el marco de de ctubre de su contexto cercano. Entre enero y octubre, el apartado Dinámica relacional. Contexto y acción situada de la exposición Cinco itinerarios con un punto de vista respondió a la voluntad de visibilizar aquellas obras de la Colección MUSAC surgidas de la inserción del museo en su entorno cercano. A partir del 31 de octubre, se incidirá en el trabajo de artistas y proyectos castellanos y leoneses a través de muestras individuales de Paloma Navares (Burgos 1947), Ana Prada (Zamora 1965), y Ana Frechilla (Palencia 1983); así como la muestra colectiva Tráfico de Arte. Galería, ciudad y periferia.

Asimismo, la Consejería de Cultura y Turismo está trabajando ya en la adaptación y digitalización de la programación cultural prevista en noviembre, para poder mantenerla si las circunstancias sanitarias así lo requieren.

Tráfico de arte. Galería, ciudad y periferia

Desde diciembre de 1990, la ciudad León vivió el nacimiento y consolidación de una galería y espacio de producción artística denominado Tráfico de Arte, pensado y materializado por el artista Carlos de la Varga.

La propia denominación elegida para el proyecto era una declaración de intenciones con la que romper la mayoría de las convenciones del mercado del arte, y su línea de programación generó, desde el primer momento, una fuerte interacción con la ciudad, sus artistas e instituciones. Sin abandonar la pintura y la escultura, su programación transitaba entre el arte público y el conceptual, entre lo performativo y el land art, entre la mirada fotográfica y el videoarte.

Asimismo, la intensa vinculación que Tráfico de Arte mantuvo con el comisariado a través de las numerosas colaboraciones y confluencias con el profesor y crítico de arte Javier Hernando, implicó la aparición de proyectos satélites de arte público como El hall transformado, Acción Pública, El espacio inventado, o el Centro de Operaciones Land Art El Apeadero, junto con ediciones, debates, exposiciones y asistencia a ferias de arte, que configuraron un rico y proteico escenario artístico que se prolongó hasta 2007.

La exposición Tráfico de Arte. Galería, ciudad y periferia, comisariada por Jesús Palmero, da cuenta ha de este intenso periodo en la práctica artística leonesa, a través abundante documentación y más de un centenar de obras de 66 artistas, que abarcan técnicas como el vídeo, fotografía, pintura, instalación, o escultura. El proyecto, que podrá visitarse hasta el 16 de mayo, aporta una mirada actual, desde el ámbito expositivo, a toda esa práctica desarrollada a lo largo de 17 años que significó a nivel social un caldo de cultivo idóneo para el asentamiento en la ciudad del MUSAC en 2005.

Para dar cuenta de este extenso periodo de actividad, la muestra se organiza en torno a tres ámbitos temáticos titulados galería, ciudad y periferia. El primero de ellos recoge los planteamientos y experiencias vinculadas a un espacio galerístico único en el panorama de la comunidad en ese momento. En el ámbito Ciudad ciudad convergen las derivas urbanas procedentes de la apertura de la galería hacia el exterior. Por último, Periferia se ocupa de las experiencias artísticas desarrolladas en la naturaleza.

Paloma Navares.

El vuelo. 1978-2018 El vuelo. 1978-2018 es una exposición retrospectiva de la artista Paloma Navares (Burgos, 1947) que ha sido coproducida por MUSAC y el Área de Vicealcaldía y Proyección Exterior Servicio de Cultura del ayuntamiento de Zaragoza. La muestra, que podrá visitarse hasta el 28 de febrero, repasa cuatro décadas de trayectoria de la artista burgalesa, caracterizada por un lenguaje plástico muy personal definido por el uso de nuevas tecnologías, la utilización del espacio, la luz y la integración de diversas técnicas.

A partir de una extensa selección de en torno a treinta obras de fotografía, vídeo, instalaciones, esculturas, objetos y collages, El vuelo, que podrá visitarse hasta el 28 de febrero de 2021, profundiza en los temas principales en la práctica artística de Paloma Navares: la figura de la mujer en la historia y en la sociedad, sus ritos, costumbres y tradiciones, a través de un lenguaje interdisciplinar en el que predomina una reflexión sobre la construcción de la imagen y su apropiacionismo y el acercamiento al cuerpo femenino como motivo.

En esta muestra, Navares invita al visitante a acompañarla en una lectura poética de la vida y la muerte, del dolor y la belleza, la libertad y la oscuridad, lo natural y lo artificial; todo un viaje en el que su obra y su vida personal están igualmente presentes.

La muestra se completa con una publicación coproducida por la Lonja de Zaragoza y MUSAC, en la que a través de textos de Manuel Olveira y Marta Mantecón y de una extensa selección de imágenes se da cuenta de las aportaciones de la artista a lo largo de su extensa carrera.

Ana Prada. Todo es otro

La exposición Todo es otro revisa la trayectoria de la escultora Ana Prada desde 1994 a la actualidad a través de once obras, incluyendo dos piezas escultóricas realizadas ex profeso para el proyecto y una intervención específica con la arquitectura del MUSAC. La obra de Prada parte del apropiacionismo, la transformación y resignificación de objetos cotidianos extraídos del ámbito doméstico —tazas, pelotas de golf, chicles o cuchillos— para construir estructuras geométricas complejas, a veces de escala monumental. Con ellas, la artista reflexiona sobre el uso del objeto cotidiano como sujeto escultórico, los problemas físicos de la materia y la creación de espacio a través de cuestiones como el volumen, la medida, la simetría y la solidez. La muestra ha sido coproducida por MUSAC y el C3A, Centro de Creación Contemporánea de Andalucía.

Esta interrelación entre objeto cotidiano y escultura está en el centro de la tensión conceptual y formal que gira en torno a la obra de Prada, determinada por cierto grado de complicidad con el espectador a través de factores como el descubrimiento y el absurdo. El volumen escultórico, la medida y el material generan diversos espacios y planos de perspectiva para el observador. Lo que en la distancia puede parecer una retícula, un tótem o un cubo, en el plano cercano se desvela como un conjunto de cucharas o botes de plástico desprovistos de su función utilitaria. La búsqueda de objetos, texturas, materiales y colores no es una asociación casual, sino el resultado de un proceso de experimentación donde las propiedades de estos elementos se subordinan a la obra de arte. De esta manera, Ana Prada lleva los materiales al límite de su frontera física de carga, pesos y fuerzas.

El título del proyecto, Todo es otro, parte de la fascinación de la artista por lo “otro”. Así, al hablar de su trabajo, Prada explica: “En el juego complejo de implicaciones mutuas que es la comunicación siempre nos olvidamos de la verdadera inestabilidad de las cosas y los significados. Busco establecer una comunicación defectuosa que deje sumido al receptor en un estado de incertidumbre o doble comprensión respecto a qué clase de mensaje es el que se presenta. Este empeño irresistible está basado en mi fascinación por “el otro”, considerado siempre como algo diferente, aquello que es otro frente a la idea de ser considerado algo. Es mi determinación y deseo servirme de esta inestabilidad de los signos para atraer al otro, controlar su mirada, provocar su curiosidad y, en última instancia, transformarlo en un voyeur».

Ana Frechilla. Intervalo lúcido. Consciencias del espacio

La Convocatoria Laboratorio 987 pone en marcha la exposición Intervalo lúcido. Consciencias del espacio, de Ana Frechilla (Palencia 1983). La propuesta forma parte de la investigación de largo recorrido de la artista sobre la industria armamentística y el territorio castellano y leonés. En esta ocasión, la artista pone su atención en la biodiversidad del Páramo de Masa (Burgos), un extenso, árido y despoblado entorno natural donde 2.500 hectáreas fueron ocupadas a comienzos de siglo para realizar actividades entre las que se subraya a fabricación de explosivos militares. A través de fotografías, textos y entrevistas en audio, la artista reflexiona sobre la incidencia de las actividades humanas en los entornos naturales.

Ana Frechilla indaga en la relación que mantienen el sector de las armas y el territorio castellano y leonés desde el año 2017. Una investigación que la fotógrafa e historiadora del arte inició con el trabajo que lleva por título Niebla, a través del estudio la Fábrica de Armas de Palencia (Santa Bárbara) y su relación con la memoria histórica. Con Intervalo lúcido. Consciencias del espacio, que podrá visitarse hasta el 7 de marzo en el Laboratorio 987 del MUSAC, da un nuevo paso en dicha investigación –apoyada ahora desde la Convocatoria Laboratorio 987 del MUSAC y cuyo Grupo de Mediación que la organiza, decide sumar al proyecto a la comisaria de exposiciones, Leyre Goikoetxea Martínez, para acompañar el trabajo de Ana Frechilla y ensanchar sus prácticas artísticas.

Información práctica fin de semana de apertura

Con motivo de la apertura, la entrada será gratuita el sábado 31 de octubre de 17:00 a 21:30 h. y el domingo en horario de 11:00 a 15:00 y de 17:00 a 21:00 h.

Para garantizar una visita segura y el cumplimiento de las normas sanitarias, durante la tarde el sábado 31 de octubre se proponen tres pases de visita libre con aforo limitado a las 17:00 h., 18:30 h. y 20:00 h. Inscripción gratuita imprescindible a través de www.musac.es

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

La cultura europea se moviliza

Cartas a Ofelia / Crónicas culturales europeas

Círculo de Bellas Artes. Madrid

Cubamatinal / Madrid, 10 de octubre de 2020.

Querida Ofelia:

Madrid, 10 de octubre de 2020.

Querida Ofelia:

Sesenta instituciones europeas, entre las que se encuentran el Centre Pompidou (París), la Royal Academy of Arts (Londres), la Akademie der Künste (Berlín) y el Círculo de Bellas Artes, crean la European Alliance of Academies, una red transnacional presentada con el objetivo de salvaguardar a través de la cultura valores europeos como la democracia, la igualdad, la justicia o la defensa de los derechos humanos.

Como indica el manifiesto de este proyecto conjunto que acaban de presentar los centros culturales europeos, la alianza nace como un llamamiento a la solidaridad entre las instituciones del arte y la cultura de Europa. “El arte, la cultura y las ciencias solo pueden desarrollarse con el espíritu de la Ilustración superando las fronteras. Solo lograremos mantener y defender este espacio de libertad para el futuro manteniéndonos unidos”, señala. Así mismo, las instituciones que conforman esta unión, exigen “que el arte y la cultura formen parte integrante de la política europea”.

La primera reunión de las instituciones que forman parte de este hermanamiento cultural se ha celebrado en Berlín. El presidente del Círculo de Bellas Artes, Juan Miguel Hernández León y el director de la institución, Valerio Rocco Lozano, han acudido en representación de la cultura española. Hernández León ha participado en la rueda de prensa con la que la Alianza ha dato a conocer su manifiesto, destacando la responsabilidad que como Casa Europa asume el CBA y su compromiso de servir como puerta de conexión con Latinoamérica.

La próxima semana el Círculo de Bellas Artes, única institución española perteneciente a la alianza junto con la Real Academia Española, presentará las principales conclusiones de esta primera reunión de la European Alliance of Academies.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

El Niño de Elche. Auto Sacramental Invisible en el Museo Reina Sofía

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Foto de Joaquín Cortés / Román Lores. Archivo fotográfico del Museo Reina Sofía

Cubamatinal / Madrid, 8 de octubre de 2020.

Querida Ofelia;

En el marco del programa Fisuras, el Área de Colecciones del Museo Reina Sofía ha emprendido, junto con Niño de Elche (Francisco Contreras, Elche 1985), el proyecto Auto Sacramental Invisible. Una representación sonora a partir de Val del Omar. La propuesta concebida por el artista ilícita no se inspira libremente en la obra Auto Sacramental Invisible realizada a principios de la década de los 50 del siglo pasado por José Val del Omar (Granada, 1904 -Madrid, 1982),uno de los autores fundamentales de la Colección del Museo. El resultado final incorpora, en una compleja síntesis, componentes teatrales y musicales que, en la interpretación propuesta por Niño de Elche se manifiestan a través de una pluralidad de voces que se orientan simultáneamente tanto hacia la España de 1952 que vio nacer la obra original, como a este año 2020 en que el Museo Reina Sofía acoge, en primicia, su presentación en el Espacio 1 del edificio Sabatini hasta el próximo mes de abril.

Niño de Elche es uno de los artistas más heterodoxos del panorama cultural nacional. Reconocido por su faceta principal como cantante, su trabajo engloba la búsqueda de nuevas propuestas para conseguir aunar disciplinas tan dispares como el flamenco, la performance, la música electrónica o el rock. De ahí sus colaboraciones con bailaores como Israel Galván, grupos de rock instrumental como Toundra o bandas tan representativas como Los Planetas, con los que creó el grupo “Fuerza nueva”. Actualmente está inmerso en un proyecto global basado en la investigación del legado sonoro de Val del Omar, del que ésta relectura personal que presenta en el Reina Sofía es una parte destacada.

Origen del Auto Sacramental Invisible de Val del Omar

En el año 1949 Val del Omar comienza a componer el Auto Sacramental Invisible a modo de instalación sonora, y en 1952 se presenta de manera parcial en el Instituto de Cultura Hispánica (ICH). Concibe este dispositivo en perfecta articulación con un elaborado guion que distribuye minuciosamente el sonido (voces, músicas, ruidos diversos…) a través de más de una decena de altavoces, lo que supone una propuesta artística con un desarrollo tecnológico muy avanzado para la época. Además, se considera como una suerte de «eslabón perdido» dentro de la evolución estética de su obra. “Desde el año 2014 vengo entablando diferentes acercamientos a la obra siempre inacabada y, por ende, abierta de Val del Omar. Aproximaciones que en su mayoría fueron formalizadas como improvisaciones vocales inspiradas en la rítmica visual generada, sobre todo, de sus variados y valiosos ejercicios fílmicos registrados en formato Super-8. En cambio, y a lo que se refiere a mi desbordamiento vocal y sonoro, mi práctica consistía en diversos intentos o ensayos de mimetizar las bandas sonoras valderomarianas con la maquinaria de mis voces, lo que podría ser considerado como una experiencia cíborg”, explica Niño de Elche.

El Auto supone la culminación de los experimentos en electroacústica (el almacenamiento, la amplificación o transformación, y la repetición del sonido a partir de medios eléctricos) a los que Val del Omar dedicó buena parte de la década de los años cuarenta, e introduce algunas de las preocupaciones que marcarán su producción cinematográfica durante las siguientes décadas. Esta obra ayuda a explicar el salto entre el joven cineasta y fotógrafo cercano al realismo documental y vinculado a las Misiones Pedagógicas, y el Val del Omar ya plenamente cinemista, abstracto y poético que a partir de 1954 presentará, con su Aguaespejo granadino, ese “opus magnum” que es el Tríptico elemental de España.

Contextualización histórica

El montaje final que se puede ver ahora en el Reina Sofía consta de dos partes bien diferenciadas. Por un lado, una primera sala de contextualización histórica y documental alrededor de la creación del Auto Sacramental por parte de Val del Omar, de la que se ha encargado Lluís Alexandre. Se exhiben dos páginas de uno de los cuatro guiones que hizo el artista con notas y apuntes a mano que intentaban explicar de manera concreta como había que articular la voz para conseguir la tonalidad deseado “acto primero: voces resonantes con un tono envolvente” son algunas de las frases que se pueden leer en sus guiones. Pero como reconoce Niño de Elche “sus metáforas poéticas son imposibles de llevar a la realidad, de ahí que haya hecho una reinterpretación libre”.

Continuando el recorrido de esta sala encontramos invitaciones de aquella presentación del año 1952, fotografías de la revista del ICH de cuando se inauguró el edificio, los libros que tenía Val del Omar relacionados con asuntos del sonido y la música(Ciencia y música), patentes de marca de varios inventos que realizó o los documentos que muestran los encargos que hizo para Radio Nacional de España, donde trabajó entre 1946 y 1949.También vemos material gráfico que demuestra la importancia que tuvo para la difusión de la propaganda política la utilización del sonido.

Este primer espacio expositivo nos explica además, cómo funcionaban las Misiones Pedagógicas de la época en la parte relacionada con el sonido, de las que formó parte el creador granadino. Los integrantes de las Misiones iban a los pueblos con material para poder reproducirla música y las canciones populares con el fin de acercar ese acervo cultural a todo tipo de públicos. Para ello utilizaban un gramófono que indistintamente servía para escuchar la música o para grabar la manera de hablar de los habitantes que visitaban.

El Auto Sacramental reinterpretado por Niño de Elche

El segundo espacio es la instalación sonora que ha realizado Niño del Eche a partir del trabajo de Val del Omar. Los Auto Sacramentales son piezas de teatro de temática religiosa de un solo acto que en el siglo XVII estuvieron muy de moda. Por lo general, la gente era analfabeta y los Autos eran utilizados para narrar la vida y milagros de los personajes religiosos. Autores tan significativos como Calderón de la Barca tienen varias obras de este estilo, y de hecho Val del Omar, recurre a La vida es sueño de Calderón o a escritos de Federico García Lorca como referencias para su composición

Niño de Elche y su equipo han partido de los guiones originales de Val del Omar para hacer una relectura y crear su propia versión de aquella pieza. No hay referencias de la parte musical de la presentación parcial que hubo en el año 1952 en el ICH, por lo que ha actuado con total libertad para incluir versos suyos o frases que aparecen en los guiones y que ha readaptado: “alégrate del dolor y del placer” es una frase que está en el guión original, y que el artista ilicitano canta.

A la hora de acometer la escenografía, Lluís Alexandre se ha inspirado en lo que se cree que fue la puesta en escena del ICH: “Al entrar en la instalación, -explica Lluís- el visitante descubrirá una estructura alámbrica colonizada por marañas de cables, focos y bombillas empalmados con regletas y enchufes. De esta estructura cuelgan quince altavoces (en los guiones originales se hablaba de 12), cuyos pabellones se precipitan desafiantes sobre el visitante, como hicieran los altavoces militarizados de La Voz del Frente o del Circuito Perifónico. Ornamentados con bombillas de feria, los altavoces se transforman en lámparas votivas”.

Se cree que la representación del año 52 en el Instituto fue similar a la de un montaje teatral, de ahí que, para favorecer la sensación de estar asistiendo a una representación escénica, en la sala se han dispuesto dos hileras de cuatro butacas para que el espectador pueda sentarse, aunque la idea de Niño de Elche es que el visitante pueda también deambular por la sala y se deje envolver por la instalación sonora y el montaje de luces.

Lo que sí se sabe de la puesta en escena en el ICH es que allí había una gran cortina alrededor del escenario, y esa gran cortina se ha transformado en el Museo en una tela negra de grandes dimensiones que envuelve toda la sala con un estampado de decoración vegetal y animal inspirada en los motivos de los jardines de la Alhambra de Granada. Otro de los elementos decorativos de estas grandes telas se inspira en la bomba nuclear. Val del Omar estaba obsesionado con este dispositivo, por lo que el equipo creativo ha decidido que estas telas rematen su decoración con la simulación de las imágenes de manchas térmicas nucleares.

FECHAS: 7 de octubre de 2020 / 26 de abril de 2021

LUGAR: Edificio Sabatini. Espacio Uno

ORGANIZACIÓN: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía

PROYECTO: Francisco Contreras (Niño de Elche)

EQUIPO COLABORADOR: Miguel Álvarez-Fernández en el guión, diseño sonoro y producción musical; Lluís Alexandre Casanovas Blanco en la contextualización histórica, guión y diseño arquitectónico; Carlos Marquerie y David Benito en la iluminación y Juan Andrés Beato en la ingeniería del sonido.

COORDINACIÓN: Almudena Díez.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.