Editado en Francia el Tomo XXX de Desde las Orillas del Sena. N° 51 de la Serie Cartas a Ofelia

Cartas a Ofelia / N° 51 de la Serie Cartas a Ofelia

Foto: Brindo con champagne en 1991 con mis colegas profesores, por la Libertad que Dios y Francia me dieron.

Cubamatinal/ París, 3 de noviembre de 2021.

En este libro Desde las Orillas del Sena Tomo XXX, N° 51 de la Serie Cartas a Ofelia, sus 530 páginas comprenden 151 crónicas en español, francés e italiano.

Lo dedico a todos los seres que me han hecho feliz a lo largo de mi vida.

Puedes encontrarlo, así como también todas las crónicas y libros anteriores en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.

Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de Españoles de Cuba, se pueden leer todas las crónicas en su página web: https://espanolesdecuba.info/

E posible descargar gratuitamente en Google Drive todos los libros que reúnen las 7289 crónicas que he publicado desde mayo de 1981 hasta octubre de 2021, en español, francés e italiano en la siguiente dirección:

https://drive.google.com/drive/folders/0B2JGTV0Z-vJ5fkwyck1hbENQT2pDWC1ZLUFqZTBqVjZNQUR4aGJWblllT09kYmpWeUhlSGc

Todos los libros se pueden encontrar también en el sitio web Hemeroteca de Cubamatinal, gracias a su director don Miguel Ángel García Puñales, historiador y sociólogo cubano, presidente de la ONGD Ceninfec (Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos):

Enlace a Hemeroteca

Desde Miami las crónicas en español han sido publicada por don Roberto A. Solera, director de Cuba en el Mundo, en: www.cubaenelmundo.com

Don Guillermo Milán Reyes y su señora doña Eva Beffrage, representantes en Suecia de UNPACU (Unión Patriótica de Cuba), han publicado numerosas de estas crónicas desde Estocolmo en:

http://www.cubademocraciayvida.org

Desde las orillas del Sena. Tomo XXX. Número 51 de la Serie “Cartas a Ofelia”. Depósito Legal, noviembre de 2021. © Versión PDF para la web y edición en papel; diseño, maquetación, montaje y foto de la portada: Félix José Hernández Valdés. Editado en París, febrero de 2021. Foto de la portada: Brindo con champagne en 1991 con mis colegas profesores, por la Libertad que Dios y Francia me dieron.

Félix José Hernández.

Peces de los mares de España, en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Cubamatinal / Madrid, 2 de noviembre de 2021

Querida Ofelia,

A finales del siglo XVIII, el proyecto “Colección de los peces y demás producciones de los mares de España”, cuyas planchas grabadas y estampas se incorporaron a los fondos de la Calcografía Nacional desde su creación en 1789, fue un modelo pionero de actuación conservacionista.

Presentado a Carlos III por su ministro el conde de Floridablanca, pretendía reunir las riquezas pesqueras o especies marinas como un “tesoro nacional” que se debía preservar frente a la amenaza de las nuevas artes de pesca. La exposición presenta en tres secciones, estampas, matrices y pinturas de la Academia, además de manuscritos, dibujos y libros cedidos por la Biblioteca Nacional, el Museo Nacional de Ciencias Naturales y la Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid.

La Colección de los peces y demás producciones de los mares de España aparenta tener un fin exclusivamente ictiológico, pero los escritos del ideólogo del proyecto, el ilustrado Antonio Sáñez Reguart, demuestran que fue la respuesta a una serie de problemas medioambientales, denunciados ya en el siglo XVIII, como la sobreexplotación y la devastación de los fondos marinos por el uso de las redes de arrastre.

En su Diccionario histórico de los artes de la pesca nacional, publicado entre 1791 y 1795, Sáñez Reguart señalaba: “Al arrastrar ciertos fondos planos, poco profundos y cubiertos de plantas marinas,se destruiríanlos huevecillos allí depositados; y también ciertos insectos que serían el primer alimento de las crías; asimismo, se va arrancando la cubierta vegetal del fondo con lo que también va disminuyendo el pasto y el abrigo para muchas especies que tendrían allí su domicilio […] por efecto de tracción, el arrastre por el suelo y la disposición del arte, el fondo de la red se tupe enseguida, por lo que no discriminará especies ni tamaños, atrapando numerosos ejemplares juveniles que, además, quedarían muy macerados como consecuencia de la sobre presión del copo, debiendo ser devueltos, inservibles para el consumo humano, al mar” [A. Sáñez Reguart, Diccionario…, 1791, vol. I, p. 356].

La preocupación tan anticipada que manifiesta este proyecto pionero en Europa, aunque el término “ecología” no se definió hasta finales del siglo XIX por el naturalista alemán Ernest Haeckel (1834-1919), revela las raíces de un problema actual. Por eso esta exposición, además de los numerosos intereses científicos y artísticos que contiene, también se hace eco de una denuncia con autoridad científica y una sorprendente antelación.

Colección de los peces y demás producciones de los mares de España

En 1785, Carlos III apoyó la propuesta de su ministro José Moñino (1728-1808), conde de Floridablanca, y fundador de la Real Calcografía en 1789. El creador y ejecutor del proyecto fue Antonio Sáñez Reguart (activo en 1763-1795), erudito ilustrado y gran conocedor de la situación de la pesca nacional.

Una contribución fundamental fue la del dibujante Miguel Cros (?-1797), un desconocido artista alemán que realizó cerca de quinientos dibujos, de los que hoy se conservan trescientos cuarenta y tres, encuadernados en tres volúmenes custodiados en la Biblioteca del Museo Nacional de Ciencias Naturales.


De los modelos de Cros, realizados a la acuarela, sólo ciento treinta y dos se trasladaron al cobre, por los grabadores Miguel Gamborino (1760-1828) y Manuel Navarro (h.1790-h.1850). La coordinación del grabado de las láminas y el coloreado de sus estampas, fue encargada a Juan Bautista Bru de Ramón (1740-1799), disecador del Gabinete de Historia Natural.

El proyecto quedó incompleto, y sin imprimir el texto de Sáñez. El manuscrito se conserva en la Biblioteca Nacional. Solo se conoce un ejemplar completo de sus estampas coloreadas, que pertenece a la Real Biblioteca, y las planchas grabadas del proyecto se custodian en la Calcografía Nacional.


 Real Gabinete de Historia Natural

En el proyecto también participó el Real Gabinete de Historia Natural, que por entonces compartía con la Academia la sede del palacio de Goyeneche en la calle Alcalá. La representación del Gabinete en la exposición la asume el pintor mallorquín Cristóbal Vilella (1742-1803), formado en la Academia, estrecho colaborador del Gabinete desde Mallorca al especializarse en la ilustración de historia natural.

El Real Gabinete de Historia Natural se creó en 1771, cuando Carlos III aceptó las colecciones de historia natural de Pedro Franco Dávila (1711-1786). Fueron instaladas en la segunda planta del palacio de Goyeneche, con el propio Dávila como director, abriéndose al público en 1776. Como manifiesto del anhelo ilustrado de convivencia entre ciencia y arte, pervive el lema que aún se lee en el dintel de la fachada de la Academia y que, por encargo de Carlos III, redactó el dramaturgo Tomás de Iriarte (1750-1791): “Natura et Artem sub uno tecto / in publicam utilitatem consociavit / Anno MDCCLXXIV”.

Como ha sido mencionado, el disecador del Gabinete, Juan Bautista Bru de Ramón, recibió el encargo de coordinar las labores de grabado y la iluminación de las estampas. Sin embargo, Bru acabaría acaparando todo el protagonismo al incluir su firma en las planchas, ocultando así a los verdaderos grabadores. De hecho, Bru recibió una pensión de 36.000 reales anuales destinados a sufragar su labor en el proyecto.

Secciones de la exposición

La exposición se estructura en tres secciones. En la primera de ellas se exponen obras fundamentales de ictiología de los siglos XV a XVIII, procedentes de la Biblioteca Nacional, así como fondos vinculados con el Gabinete de Historia Natural, germen del actual Museo Nacional de Ciencias Naturales, que compartió su primera sede con la Academia y que está representado por cuatro lienzos de Cristóbal Vilella, colaborador del Gabinete en el siglo XVIII.

La segunda sección, la más importante, analiza el desarrollo del proyecto, con planchas, estampas y documentos originales de los fondos de Calcografía Nacional, manuscritos de diseños y textos de Sáñez Reguart conservados en la Biblioteca Nacional, un cuaderno de dibujos de Miguel Cros del Museo de Ciencias Naturales y el volumen de presentación de la serie a Carlos III perteneciente a la Real Biblioteca del Palacio Real.

La tercera y última sección actualiza las obras de arte gráfico que constituyeron la iniciativa, al mostrar estampas originales de peces coloreadas por el pintor José María Sicilia, un gesto pictórico de un reconocido artista actual con el que se reivindica, desde otra perspectiva, la actualidad del proyecto.

Peces de los mares de España. Un proyecto ecológico del siglo XVIII

Calcografía Nacional / 22 de septiembre de 2021

Martes a viernes: 10 a 14 y 17 a 20 h

Sábados, domingos y festivos: 10 a 14 h

Cerrado: lunes, 9 de noviembre, 24, 25 y 31 de diciembre y 1 y 6 de enero

Entrada gratuita

Uso obligatorio de mascarilla

La exposición en la Calcografía Nacional ‘Peces de los mares de España. Un proyecto ecológico del siglo XVIII’ está subvencionada por la Dirección General de Bibliotecas, Archivos y Museos (Área de Gobierno de Cultura, Turismo y Deporte) del Ayuntamiento de Madrid con cargo a los presupuestos municipales del año 2021.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

La Crueldad de Chema Madoz en el Círculo de Bellas Artes

Cartas a Ofelia/ Crónicas hispanas

Fotografía: © Chema Madoz, VEGAP, Madrid, 2021

Cubamatinal/ Madrid, 1 de noviembre de 2021.

Querida Ofelia,

Crueldad es un recorrido por una cuidadosa selección de 73 fotografías que permite observar bajo una luz diferente las creaciones de Chema Madoz, una obra fotográfica que tolera, o incluso exige, una multiplicidad de registros de recepción. El que aquí se muestra es uno de ellos, tan sutil como inquietante.

Más allá del juego –siempre sutil, a veces temerario– que sin duda se da con sus objetos; más allá de la fuerza arrebatadora de su ingenio; más allá también de la absoluta perfección formal de su trabajo, en la exposición se nos propone indagar y ahondar en un concepto bien presente, aunque insólito, en su obra: lo inquietante y lo inhóspito en aquello que debería ser más cotidiano y más inofensivo, en todo aquello que se presenta como familiar.

Crueldad: una sola palabra evoca una infinidad de imágenes posibles; muchas se quieren lejanas, en el espacio o en el tiempo: guerras remotas, torrentes de sangre. Otras reclaman el dudoso privilegio de la proximidad: agresiones, violaciones, matanzas. Pero quizá todas, las presuntamente lejanas y las obscenamente próximas, se hallen contenidas o concentradas en estas que son, ciertamente, familiares: una escalera, un llavero, un desagüe, un naipe, una flor. ¿Puede recalar lo inhóspito entre imágenes y objetos tan cercanos y hospitalarios, algunos entrañables? Sí, puede. Las imágenes, los objetos, se prestan aquí a un juego, acaso perverso, de miradas cómplices. En primer lugar, sin duda, la mirada compleja del artista que ha aproximado una mariposa y un dardo, que ha fundido una hoja de afeitar y una carta de la baraja. En segundo lugar, pero no menos importante, la mirada de quien mira y se concentra ahora en este muro y para quien ya nunca será igual la visión de una escalera.

Cada imagen se acompaña de un texto elaborado o rescatado. Es otro guiño; otra provocación, otra confrontación, que se puede leer en los códigos QR que acompañan a cada fotografía y en el catálogo editado para la ocasión.

Las imágenes que componen Crueldad, concebidas aquí como conjunto, quedan muy lejos de la sonrisa amable con la que en ocasiones se reciben las fotografías de Madoz. Algunas de estas imágenes son célebres, otras se han visto menos y las hay que se muestran aquí por primera vez. Pero todas revelan un aspecto inquietante que resulta de su particular agrupamiento: un elemento cruel, quizá siniestro, que irrumpe al cambiar nuestra mirada y abre un nuevo horizonte en el trabajo de este creador.

Con motivo de la exposición se ha editado un catálogo, en coproducción con La Fábrica, que incluye una selección de 102 imágenes, así como textos de Juan Barja, Patxi Lanceros y Oliva María Rubio.

Comisariado: Juan Barja y Patxi Lanceros

Fecha:

16.09.2021 > 21.11.2021

Horario:

Martes a domingos

11:00 > 14:00

17:00 > 21:00

Lunes cerrado

Sala:

Sala Picasso

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Document de Michal Rovner en la Biblioteca Nacional de España

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Foto: © Pablo Gómez-Ogando. Cortesía Michal Rovner e Ivorypress

Cubamatinal / Madrid, 26 de febrero de 2021.

Querida Ofelia:

La Biblioteca Nacional de España acogerá el libro de artista Document, creado por la artista israelí Michal Rovner para Ivorypress, en el Salón Italiano. El libro, publicado en una edición de tres ejemplares y dos pruebas de artista, consta de impresiones sobre papel reciclado, cuerda y proyección de vídeo dentro de una vitrina de metal y cristal.

Este libro de artista se inscribe dentro de la línea de investigación de Rovner, en la que explora temas como el tiempo, la memoria y la escritura. En la delicada superficie de sus obras se entrelazan y se sincronizan una multitud de conceptos y medios, creando una profunda narrativa visual. Michal Rovner exige del observador una mirada contemplativa y atenta.

Sólo al examinar el libro en detalle se pueden apreciar los característicos individuos tipográficos en movimiento de la artista, que desde algo más de distancia pasarían desapercibidos. Estas ‘tipografías’ se presentan en un eterno bucle de movimiento procesionario, que se repite de manera hipnótica y meticulosa. La fascinación de Rovner por el tiempo se plasma en Document a través de diferentes dimensiones temporales: el uso de papel reciclado, el proceso de impresión o las cinéticas masas proyectadas sobre el papel.

La repetición del movimiento humano nos recuerda que la historia se escribe y reescribe en un ciclo infinito. A medio camino entre el arte y la arqueología, el libro nos ofrece un testimonio enigmático aparentemente escrito en una lengua aún por descifrar. Rovner no circunscribe su obra a un mensaje acotado, al contrario, deja que el subtexto hable por sí mismo.

Michal Rovner (Israel,1957) es una artista que trabaja principalmente el video, la fotografía, la escultura y la instalación. Su obra se define a través del lenguaje de la abstracción y aborda temas como el espacio, el tiempo y la condición humana. Las obras de Rovner han sido motivo de más de setenta exposiciones individuales en algunas de las instituciones más importantes del mundo, como la Tate Gallery, Londres (1997); el Stedelijk Museum, Ámsterdam (1999); el pabellón de Israel en la 50º edición de la Bienal de Venecia (2007); y el Musée du Louvre, París (2011). Su obra forma parte de las colecciones del British Museum, Londres; el Metropolitan Museum of Art (MoMA), Nueva York; el Museo Solomon R. Guggenheim, Nueva York; el Tel-Aviv Museum, Tel-Aviv; y el Israel Museum, Jerusalén.

A lo largo de su carrera, Rovner ha recibido varios premios, entre ellos el America-Israel Cultural Foundation, AICF (2007), el título del Orden de las Artes y las Letras otorgado por el Ministerio de Cultura de Francia (2010), y el premio EMT en la categoría de Cultura y Arte (2018). Ha recibido además títulos honoríficos de la Hebrew University en Jerusalén (2008), Ben-Guiron University en Beersheba (2015); y la universidad de Tel-Aviv (2016).

La exposición forma parte del programa expositivo que organiza Ivorypress con motivo de su vigésimo quinto aniversario en 2021 en colaboración con museos, bibliotecas y universidades internacionales en países como Reino Unido, Alemania, España o Estados Unidos. Las instituciones participantes incluyen a la Biblioteca Nacional de España en Madrid, las Bibliotecas Bodleian en la Universidad de Oxford, la Biblioteca Británica en Londres, el Centro de Iniciativas Culturales en la Universidad de Sevilla, Ivorypress Space en Madrid, Kettle’s Yard en la Universidad de Cambridge, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Chillida Leku de Hernani, el Museo Lázaro Galdiano de Madrid, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía de Madrid, el Museo de Arte Moderno de Nueva York, el Museo Neues de Berlín, la Biblioteca de la Universidad de Stanford en California, el Instituto Warburg de Londres y el Centro de Arte Británico de Yale en New Haven.

Como parte de la celebración se publica además un libro en tres volúmenes que sirve de guía para comprender la historia de Ivorypress desde 1996, utilizando una amplia diversidad de fuentes, desde relatos orales y documentos de archivo hasta registros gráficos y textos recuperados.

Información práctica

Del 24 de marzo al 3 de julio de 2021. De lunes a viernes, de 09:30 a 20:00. Sábados, de 9:30 a 14:00 h. Domingos y festivos cerrado. Salón Italiano (2ª planta). Entrada gratuita y libre.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Editado en Francia el Tomo XXIX de “Desde las Orillas del Sena”. N° 50 de la Serie Cartas a Ofelia

Cartas a Ofelia / Crónicas coleccionables Número 50

Foto: París, una de las fuentes de la Place André Malraux.

Cubamatinal / París, 21 de febrero de 2021.

En este libro Desde las Orillas del Sena Tomo XXIX, N° 50 de la Serie Cartas a Ofelia. Sus 517 páginas comprenden 87 crónicas en español, francés e italiano.

Lo dediqué a mi viejo y querido Amigo Manolo Manrufo, el cual fue llamado por Dios recientemente. Bellos recuerdos de los buenos momentos que pasamos con otros amigos durante nuestra adolescencia y juventud. Que descanse en paz por la eternidad cerca de Dios.

Puedes encontrar este libro, así como también todas las crónicas y libros anteriores en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.

Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de Españoles de Cuba, se pueden leer todas las crónicas en su página web: https://espanolesdecuba.info/

Se pueden descargar gratuitamente en Google Drive todos los libros que reúnen las 7130 crónicas que he escrito desde mayo de 1981 hasta febrero de 2021, en español, francés e italiano en la siguiente dirección:

https://drive.google.com/drive/folders/0B2JGTV0Z-vJ5fkwyck1hbENQT2pDWC1ZLUFqZTBqVjZNQUR4aGJWblllT09kYmpWeUhlSGc

Todos los libros se pueden encontrar también en el sitio web Hemeroteca de Cubamatinal, gracias a su director don Miguel Ángel García Puñales, historiador y sociólogo cubano, presidente de la ONGD Ceninfec (Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos):

https://cubamatinal.net/hemeroteca/hemeroteca-cartas-a-ofelia/

Desde Miami las ha publicado don Roberto A. Solera director de Cuba en el Mundo, en: www.cubaenelmundo.com

Don Guillermo Milán Reyes y su señora doña Eva Beffrage, representantes en Suecia de UNPACU (Unión Patriotica de Cuba), han publicado numerosas de estas crónicas desde Estocolmo en:

http://www.cubademocraciayvida.org

Desde las orillas del Sena. Tomo XXIX. Número 50 de la Serie “Cartas a Ofelia”. Depósito Legal, febrero de 2021. © Versión PDF para la web y edición en papel; diseño, maquetación, montaje y foto de la portada: Félix José Hernández Valdés. Editado en París, febrero de 2021. Foto de la portada: París, una de las fuentes de la Place André Malraux.

Félix José Hernández.

Carta abierta a Don Antonio Nogueiras

Cartas a Ofelia / Crónicas cubanas

Foto: Bombay, India, 2 de marzo de 2018.

Cubamatinal / París, 23 de enero de 2021.

Mi querido y viejo Amigo Tony:

Hace unos días publiqué en mi perfil de Facebook la siguiente información: “Actualmente las 26 personas más ricas del mundo poseen más riquezas que el 50 % de la Humanidad.” Como periodista honesto, nunca publico nada sin haber comprobado antes sus fuentes y veracidad.

Esto provocó una serie de insultos por parte de esos coprófagos intolerantes, que hogaño siguen viendo comunistas por todas partes. No se percatan que al acusar de comunistas a los que defendemos a los pobres, les hacen una magnífica publicidad a los primeros. Tuve que bloquear a algunos, pues como viven en un “ghetto” y solo se desinforman por medio de la telebasura hispánica, no son capaces de creer o informarse sobre lo que realmente ocurre en el Mundo.

Leí con mucha atención tu largo comentario sobre mi nota y como suele ser, discrepo en algunos puntos de vista. Por suerte para ambos, vivimos en Estados de Derechos (solo hay 19 en el Mundo actual), en los que existe la Libertad de Expresión. Desgraciadamente hay personas que aparentemente fueron “programadas” para la intolerancia bajo la dictadura cubana bajo la que vivían y ahora en Tierras de Libertad quieren imponernos su punto de vista sea erróneo o no. No te dicen “no comparto su opinión” o “no estoy de acuerdo con Vd.”, sino –“tú ta muy equivocao”, como si fueran monopolizadores de la “verdad”.

Estimo que esas fortunas colosales en manos de 26 personas, mientras millones de seres humanos están en estos momentos muriendo de hambre, es sencillamente indecente. Basta conocer un poco el drama del Cono de África, Sudán, Etiopía, Yemén, etc.

Desde que soy un hombre Libre, he tenido la oportunidad de recorrer 79 países y he visto mucha riqueza y mucha pobreza, así como diferencias sociales abismales. Parte el Alma ver la miseria absoluta en que viven 2 de los 20 millones de habitantes de Bombay (mira la foto con que ilustro la presente), así como en el resto de esa gran Nación, también la he visto en: Cuba, Egipto, Sudán, Tailandia, Camboya, Malasia, Madagascar, Brasil y un largo etcétera.

Incluso en las ricas ciudades como New York, Londres, Roma, París -por sólo mencionar algunas- existe ese llamado Cuarto Mundo, en el que miles de seres humanos viven en las calles. Bajo los bellos puentes parisinos que tanto admiran los turistas duermen cada noche numerosos “sin techos”. Sobreviven gracias a las ONG laicas o religiosas que les dan alimentos, atención médica, etc.

Hay muchos pijos que aspiran a entrar en la célebre Lista Forbes de millonarios, ellos adoran al Rey Midas, no les interesa entrar en las Enciclopedias. Conozco a muchos de ellos que en nuestra querida Patria eran seres normales y que ahora se han convertido hasta en supremacistas blancos. Su aporofobia, xenofobia y estigmatización de las personas por su origen étnico, religión o nivel social, me provoca náuseas, es lo mínimo que te puedo decir de ellos.

Recuerdo a una señora que me dijo: “mi marido y yo aprendimos a tirar con ametralladoras por si los negros nos atacan”. Ella vive en un barrio miamense en el que no hay vecinos de origen subsahariano.

Querido Amigo: soy martiano, mi mentor es el más grande de los seres que ha nacido en nuestra Cuba, el gran José Martí, el que escribió: “estrecho con gozo una mano callosa” y “con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar…” Creo que es por ello que me placía estrechar la mano de tu padre, el inolvidable Ñico, padrino junto con tu madre de mi hijo Giancarlo.

He tenido el gran privilegio de leer las Obras Completas en su casi totalidad del Apóstol de nuestra Independencia y te puedo asegurar que he aprendido mucho al hacerlo.

Por otra parte, soy profundamente cristiano y he podido estudiar las Sagradas Escrituras, otro de los privilegios de los que he podido gozar. Te deseo recordar solamente algunas palabras:

-Cuando Jesús hablaba con un joven rico (Lucas 18:18-30), quedó muy decepcionado de él, pues amaba por sobre todas las cosas sus riquezas. Entonces Jesús dijo: “Porque es más fácil pasar un camello por el ojo de una aguja, que entrar un rico en el reino de Dios” (Lucas 18:25). 

Marcos 8:36 Pues, ¿de qué le sirve a un hombre ganar el mundo entero y perder su Alma?

Estoy seguro de que mi lugar está al lado de los pobres, de las víctimas, de los explotados hasta el final de mi tiempo, simplemente porque sé de dónde vengo y por lo tanto sé también hacia dónde voy.

Los únicos objetos materiales que me interesan son los libros. Mi apartamento parisino es lo más parecido que pueda ser a una biblioteca. Espero que más temprano que tarde puedas visitarnos.

Mi abuelo campesino Félix y mi tío José (de sólo 9 años) fueron asesinados por sicarios pagados por un latifundista en 1923, para obligar a mi abuela a venderle su finquita “Estancia Vieja”, junto a la carretera que hoy une a Santa Clara con Placetas. Mi abuela María se vio sola con ocho niños y con muy pocos recursos en las calles de Santa Clara. Nunca se aplicó la justicia. Como podrás constatar, en aquella República no todo era negro ni blanco, había muchos matices.

Mi madre y sus cinco hermanas fueron solamente hasta el segundo grado, pues tenían que trabajar en el despalillo de hojas de tabaco en Camajuaní donde fueron explotadas por una compañía estadounidense. En, aquellos años veinte, preferían las niñas pobres a las adultas, pues les pagaban menos. Todo con la complicidad de las autoridades locales.

Nací en cuna pobre campesina y fui un niño pobre. Durante mis tres años de Secundaria Básica (1959-1962), al regresar de la escuela, salía a vender por las calles de La Habana, las flores de papel crepé que mi madre hacía.

No siento simpatía por los ricos, si lo son, mejor para ellos: “al que Dios se lo dio, San Pedro se lo bendiga”.

Pero cómo no sentir empatía hacia esos infelices pobres, entre los cuales había unos 400 niños, golpeados brutalmente por la soldadesca guatemalteca en la frontera de su país. Cómo no escandalizarse cuando se encierran en jaulas a los niños separados de sus padres que aspiran a huir de los sicarios, del hambre de los gobiernos corruptos y de la explotación que existe en sus países de origen.

En mi perfil de Facebook, en mi sitio web www.cartasaofelia.com y en los 49 libros de crónicas que he escrito y publicado, mis objetivos han sido siempre el defender Los Derechos Humanos y difundir la Cultura Universal.

También puedes encontrar todos mis libros en el siguiente enlace:

Cubamatinal: Hemeroteca. Cartas a Ofelia

No soy miembro de ningún partido político, sindicato, logia, etc. Soy un Hombre Libre y no respondo a los intereses de nadie. No simpatizo con ninguna personalidad política del siglo XXI y del XX sólo admiro a Charles de Gaulle y Ronald Reagan, dos hombres que realmente amaron a sus Patrias e hicieron todo lo posible por engrandecerlas.

Gracias al esfuerzo de mis padres logré graduarme de Lengua Italiana y de Profesor de Geografía en Cuba, recuerda que tus dos hermanos fueron alumnos míos en la ESB Mártires de Humboldt 7.

Tu querida madre, la inolvidable Cuca, venía cada tarde a mi modesto hogar de Soledad N° 507 en Centro Habana, junto con Esther Vergara a tomar café con mis padres y a conversar. ¡Qué bellos momentos de amistad sincera fueron aquellos!

En París logré crear una gran red de solidaridad con los pobres cubanos gracias a: personalidades francesas, mis colegas profesores universitarios, nuestros estudiantes, azafatas, diplomáticos de tres países de la Unión Europea y monjas francesas. A lo largo de 40 años, innumerables maletas llenas de ropas y zapatos de niños, juguetes, medicinas, etc., han podido así llegar a La Habana y ser repartidas por las monjas cubanas entre las familias pobres.

Recuerdo que durante una cena en casa de amigos cubanos aquí en París, estaba invitado un “disidente” acabado de llegar de Cuba. Le pregunté si le gustaba París y me respondió “Sí, pero lo malo es que hay muchos extranjeros y negros”. Pero lo que provocó que yo perdiera los estribos y lo enviara “lejos”, fue cuando nuestra amiga me dio una bolsa de ropa que ya le quedaba pequeña a su nieta, para que yo la enviase a Cuba. Aquel “disidente” dijo: “Pero así ustedes están ayudando a mantener el régimen de Castro”.

Hace cinco años me jubilé, fui 30 años profesor universitario de “Lengua y Civilización Latinoamericana” al mismo tiempo trabajé en un célebre Instituto en donde tuve como alumnos a parte de la élite de la sociedad francesa.

Sigo escribiendo una crónica diaria y aunque desde marzo del año pasado a causa de la pandemia del Covid-19, me he visto impedido de continuar la vida intensa de enriquecimiento cultural junto a mi esposa, espero volver a vivirla gracias a Dios al final de este drama que está viviendo el Mundo.

Te envío un gran abrazo querido Amigo, también de parte de Marta para toda tu bella familia.

Recuerda que este guajiro camajuanense seguirá al lado de los pobres y que si los coprófagos le acusan de comunista, le importa muy poco.

Considero que solo sabré si triunfé en la vida en el momento en que me encuentre frente a Dios para ser juzgado.

Félix José Hernández.          

Adiós a Manrufo, mi querido y viejo amigo

Cartas a Ofelia/ Crónicas cubanas

Manolo Manrufo. La Habana, 1966.

Cubamatinal / París, 21 de diciembre de 2020.

Querida Ofelia:

Nuestra querida amiga Mayra Serra, me envió la triste noticia desde Miami:

Manrufo fue llamado por Dios a las 5 p.m. Perdió su combate frente a la larga y dolorosa enfermedad.

Al saber que estaba ingresado en el hospital en cuidados intensivos, traté sin éxitos de hablar con él por teléfono, pero ya no tenía fuerzas ni para poder mantener una conversación. Me hubiera gustado tanto conversar con él y recordar los buenos momentos que pasamos junto al grupo de amigos.

Me vienen a la mente imágenes de Manrufo de cuando bailamos en tantas Fiestas de Quince en aquellos inicios de los años sesenta en La Habana. Formábamos parte de un grupo de adolescentes y nos divertíamos sanamente. Nunca hubo uno solo que cayera en drogas, robos o alcohol.

Su partida me hace recordar la bella canción “Cuando un amigo se va”, de Alberto Cortez:  

Mi esposa e hijo se unen a mí para enviar nuestras más sinceras condolencias a su esposa e hijos.

Descansa en paz por la eternidad Amigo, es muy probable que nos volvamos a encontrar más temprano que tarde,

Félix José Hernández.

Quienes quedaron en Nuestra Tierra

Cartas a Ofelia / Crónicas cubanas

Foto: Ischia, vista desde la terraza de nuestro amigo Gió. Al fondo el Vesubio.

Cubamatinal / París, 21 de diciembre de 2020.

Querida Ofelia:

Recibí esta bella crónica desde Italia. La escribió mi hermano Juan Alberto con motivo del aniversario de su llegada a Tierras de Libertad.

Un gran abrazo,

Félix José Hernández.

Ischia, 19 de diciembre de 2020.

Han pasado 27 años y parece que fue ayer. Era la noche del 18 de diciembre de 1993, el fresco de la campiña cubana en invierno se hacía sentir en Rancho Boyeros mientras esperábamos que CUBANA DE AVIACIÓN llamara a los pasajeros del vuelo hacia París, que inexplicablemente salió con casi hora y media de retraso. Eran ya cerca de las nueve y media de la noche y habíamos perdido las esperanzas de ver a nuestros familiares y amigos por última en vez en la terraza del aeropuerto de La Habana cuando bajáramos a la pista. El avión se encontraba a pocos pasos del edificio del aeropuerto frente a la terraza desde donde unos reflectores muy intensos lo iluminaban e impedían ver quienes desde allí saludaban en alta voz. Allí quedaban nuestros recuerdos entre aquellas siluetas que agitaban las manos.

El vuelo estaba completo, sólo nosotros, además de dos críticos de cine y la tripulación, éramos cubanos, todo el resto eran turistas franceses que regresaban a Europa, por lo que nos dimos cuenta de que sólo nuestros familiares y amigos podían haber sido los que estaban en aquella terraza agitando las manos. Ellos nos vieron pero nosotros no a ellos, quizás fue mejor así, se abría paso un silencio profundo ante la incertidumbre de todo lo que comenzaba de ese modo. El sonido de las turbinas del DC10 nos avisó que la nave iniciaba sus maniobras de despegue dirigiéndose hacia la pista central, un fuerte impulso nos pegó a los asientos y vimos como quedaban atrás las luces de la pista como un adiós a los cuatro cubanos que partían en ese vuelo.

El avión comenzó a tomar altura y las aeromozas, todas cubanas, comenzaron a circular por los pasillos. De pronto se me acercó una de ellas, una hermosa joven de piel oscura y una bellísima sonrisa en sus labios, y me susurró al oído: «Cualquier cosa que necesites, no te preocupes, dímelo a mí».

Me di cuenta de que la joven sabía o se imaginaba que éramos una familia cubana que salía para siempre de Cuba sin un centavo en los bolsillos, pues nadie más como un simple cubano mortal subía a esos aviones, a menos que fuera en misión de trabajo al extranjero, y eso me conmovió profundamente. Ella en silencio, me sonreía y apoyó su mano derecha sobre mi hombro, como para darme consuelo y comunicarme un afectuoso saludo cubano en medio de un profundo silencio obligado, so pena de afectarse políticamente en medio de una tripulación donde nadie sabía a ciencia cierta quién era quién.

Cerré los ojos para agradecerle con mi silencio ese consuelo cómplice común a todos los cubanos, sin pronunciar palabra y continuó sonriéndome en una comunicación sin palabras. En mi mente pasó ante mí la interminable lista de personas de piel oscura, de la sangre criolla que fluye por las venas de los cubanos, y que en todo momento de mi vida me dieron cariño sin esperar nada a cambio. Recordé a mis queridos vecinos, blancos, negros y mulatos de La Habana que me habían visto crecer y lloraban nuestra despedida.

Aquello vino a confirmar en mí una vez más que todos los cubanos no somos más que hijos de una tierra donde nace y crece un pueblo del que se enamora todo aquel que allí pone un pie. Nadie puede imaginar quiénes son los cubanos hasta que no los conoce de cerca. Lo mismo hemos experimentado aquí en Italia con el pueblo napolitano o partenopeo, son personas que tienen mucho en común con nosotros, a tal punto que a veces me parece estar entre cubanos cuando en realidad son italianos, quizás sea por las raíces españolas que nos unen. Como el nuestro, es un pueblo espléndido que te abre los brazos sin pensarlo dos veces.

En mi mente he llegado a imaginarme, tras la experiencia de todos estos años compartidos con este pueblo, que los napolitanos son cubanos que se han establecido aquí en el sur de Italia y han aprendido a hablar el napolitano, y que en cambio los cubanos son napolitanos que se han ido a poblar aquella isla remota y querida en el Caribe. Baste pensar en el elevadísimo número de napolitanos que van a Cuba a pasar sus vacaciones y que se sienten allá como en su tierra pero con playas blancas y cocoteros.

Cuánto dolor han sentido las familias del sur de Italia al despedir para siempre a quienes emigraron hacia Australia, a quienes llevaron a este pueblo hasta la Argentina, Brasil, Uruguay y Venezuela, a quienes subieron a los barcos rumbo al Nuevo Mundo y a inicios del siglo XX se embarcaron por millares hacia Estados Unidos y Canadá, a todos los que decidieron irse a la renacida Alemania en los años sesenta, a todos los que están en Austria y Suiza.

La diferencia entre este dolor y el que han sentido los cubanos en el aeropuerto de La Habana al despedir sus familiares y amigos, ha sido una, que los italianos no se iban como en medio de un funeral donde se “enterraba” a quien se iba “para siempre” pues los italianos despedían con dolor a quien partía pero esperaban siempre en un “arrivederci”. El común denominador de quien lloraba en el muelle desde donde partían los barcos con los emigrantes italianos y los cubanos que veían despegar los aviones que se llevaban a los cubanos, como aquellos que se quedaban con las manos apoyadas en las cercas del aeropuerto de Varadero cuando los vuelos del “puente aéreo” despegaban, era uno: el silencio, aquel silencio desgarrador de una soledad que partía el corazón que se hundía en una oración desesperada frente a lo desconocido, mientras el avión se perdía, como el barco, en el horizonte.

Los emigrantes italianos crearon su mundo en la Little Italy en New York y continuaron hablando los diferentes dialectos de la Italia Meridional entre ellos, como los cubanos crearon su Little Havana en Miami y continúan fumando tabacos, jugando al dominó, comiendo frijoles negros, plátanos, tasajo, ropa vieja, vaca frita, ensalada de aguacate y yuca con mojo, conservando las raíces y el recuerdo imborrable del mundo que dejaron a sus espaldas.

Los emigrantes italianos escribían cartas a sus parientes y amigos que quedaban en la península, recibían otras tantas de ellos, escuchaban las transmisiones de radio, como hoy en día disfrutan de la televisión que da la vuelta al mundo deseándoles un “Buon Natale” en italiano con el cariño de todos los que se quedaron aquí.

Los emigrantes cubanos enviaban sus cartas sin saber si jamás llegarían a su destino, lo mismo los que quedamos atrás enviábamos nuestras cartas siempre en silencio, sin saber si llegarían a no al otro lado del mar. El rigor de la sociedad cubana establecía que “no podías querer a quien no quería la patria y se iba”, por lo que cartearse con esas personas era políticamente incorrecto y te imposibilitaba sobrevivir en el orden social de la isla.

Llamar por teléfono era también una odisea a través del famoso 09 de la línea internacional. Muchos vínculos familiares y afectivos se fueron perdiendo poco a poco a través de los años luz de distancia que separaban a “los que se fueron” de “los que se quedaron en nuestra tierra”.

En los años setenta, una entrañable amiga que siempre llevo en el alma y hoy vive en New Jersey, me dijo que lo que estábamos viviendo era la realidad que reflejaba un tema del entonces famoso Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC (Instituto Cubano del Arte y la Industria Cinematográfica), que proclamaba: «qué paga este sudor, el tiempo que se va», al repetir que “Cuba Va”. Claro está, Cuba Va, sí, pero a qué precio… Así fue, el tiempo se llevó todo, como se llevó las fiestas de nuestras familias unidas en la Navidad y el Año Nuevo, la última vez en diciembre de 1968, como se llevó los valores que habían crecido en tantos años de cubanía desde el eminente Maestro Félix Varela pasando por el brillante Apóstol José Martí.

Día a día se fue abriendo una zanja entre “los que están allá” y “los que están afuera” al calor de la distancia impuesta que generaba una diferencia artificial dentro de un mismo pueblo, de un solo pueblo. Es un crimen incalificable, como lo fue el sembrado por la división de Alemania en la postguerra hasta la reunificación en 1989.

Es Navidad hoy en el mundo, estamos en el Tercer Milenio, y pido a Dios por mi pueblo querido, por los que están afuera, por los que están dentro, por Todos y Para el Bien de Todos, parafraseando a José Martí, eterno baluarte de la cubanía a escala mundial.

¡Queridos todos, entrañables amigos de siempre, Feliz Navidad en vuestras familias, y sobre todo mucha salud y felicidad en el próximo año!

Juan Alberto Hernández.”

Mondrian y De Stijl en el Museo Reina Sofía

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Piet Mondrian (1872, Amersfoort – 1944, Nueva York)

Cubamatinal/ Madrid, 8 de diciembre de 2020

Querida Ofelia:

Mondrian y De Stijl es una exposición organizada por el Museo Reina Sofía y el Stichting Kunstmuseum den Haag con la colaboración de la Comunidad de Madrid, que aborda la obra del artista holandés Piet Mondrian (1872, Amersfoort – 1944, Nueva York) en el contexto De Stijl, un movimiento junto al que marcó el rumbo del arte abstracto geométrico desde los Países Bajos e imprimió un cambio drástico de la cultura visual después de la Primera Guerra Mundial.

La concepción de la belleza de Mondrian, basada en la superficie, en la estructura y la composición del color y las líneas, conformó un estilo novedoso e innovador que pretendía derribar las fronteras entre disciplinas y rebasar los límites tradicionales del espacio pictórico.

De Stijl (El Estilo), la revista homónima creada por el pintor y crítico Theo van Doesburg fue la plataforma para difundir las ideas de esta nueva plástica y superar el tradicional provincialismo holandés. El primer número salió en 1917 y, hasta 1931, la publicación ofreció información sobre el desarrollo del arte abstracto a nivel internacional. Piet Mondrian, que nació quince años antes que el resto de los componentes de De Stijl, era el patriarca de este movimiento.

Los integrantes de De Stijl perseguían un mundo que, gracias a la colaboración entre todas las disciplinas, pudiera abolir la jerarquía entre las artes. Pretendían así que estas se liberaran, se mezclaran y pudieran dar lugar a algo nuevo, una realidad que se adaptara mejor al mundo que empezaba a vislumbrarse, el mundo de la modernidad. Creadores de todo el mundo adoptaron este enfoque multidisciplinar y desarrollaron un intenso trabajo conjunto. Se trataba de un proyecto en el que sus participantes se comunicaban a través de la revista y mediante cartas.

El artista moderno por antonomasia

La muestra, que se enmarca dentro de la conmemoración del 30 aniversario del Museo Reina Sofía, revisa desde esta perspectiva la trayectoria e enorme influencia de Mondrian, considerado junto a Picasso como lagran figura de referencia de la Modernidad. Una idea que corrobora en el catálogo de la exposición su comisario, Hans Janssen, al señalar que “existen razones de peso para afirmar que Piet Mondrian, un héroe en las artes visuales, es el artista moderno por antonomasia”.

Mondrian y sus compañeros de De Stijl operaban en un mundo en el que también se desarrollaban otras corrientes artísticas. De ahí que en cada una de las nueve salas de la exposición se ponga en diálogo la filosofía de este movimiento con otras iniciativas de la época que perseguían crear un arte genuinamente contemporáneo. Así, el público que visite la exposición podrá contemplar 95 obras, 35 de Mondrian y 60 de artistas de De Stijl como Theo van Doesburg, Bart van der Leck, Georges Vantongerloo o Vilmos Huszár, entre otros, así como diversa documentación de la época (ejemplares de De Stijl, correspondencia, fotos, catálogos, etc.).

Los inicios de Mondrian

La exposición inicia su recorrido con una sala dedicada a los primeros pasos de Mondrian como artista, quien comenzó su carrera en 1892 como pintor de bodegones y paisajes holandeses, un género clásico que durante casi veinte años le permitió adquirir una increíble pericia pictórica. Obras tempranas como Naturaleza muerta con naranjas (1900) o Tarde en el Weesperzijde (1901-1902) que pueden verse aquí, son piezas de corte naturalista y simbolista en las que Mondrian se muestra como un pintor que poco a poco va incorporando influencias de corrientes artísticas emergentes, como el puntillismo, el fauvismo y el cubismo.

Para explicar el entorno en que se desenvolvía Mondrian y las influencias recibidas antes del desarrollo del movimiento De Stijl, en una segunda sala se aborda también la fuerte sensibilidad que existía en esta época en Holanda en relación a la función social del arte y, en particular, respecto a la disciplina de la arquitectura.

De hecho, el ímpetu innovador de De Stijl en 1916 surge en gran medida de esta particular devoción por el espacio arquitectónico y de proyectos colectivos como el emprendido entre 1986 y 1903 por el arquitecto Hendrik Petrus Berlage para el nuevo edificio de la Bolsa de valores de Ámsterdam, en el que consiguió implicar a pintores, escultores, poetas y escritores. Así, el espectador podrá observar aquí ejemplos de diversos diseños del propio Berlage y de otros autores como Karel Petrus Cornelis Bazel o Johannes Jacobus van Nieukerken realizados a principios del siglo XX para interiores, edificios o planes urbanísticos de ciudades como La Haya, Leipzig o Amsterdam.

El siguiente espacio vuelve a retomar la obra de Mondrian mostrando trabajos como Noche de verano (1906-07) o Paisaje grande (1907-08), ambientes sosegados, depurados y de gran expresividad que señalan a un artista que cree en el progreso, en un mundo que puede ser mejorado a través del arte. Se trata de obras que Mondrian tuvo la oportunidad de exhibir a modo de retrospectiva en el prestigioso Stedelijk Museum en Ámsterdam en 1909.

Para concluir este apartado dedicado a las distintas etapas de Mondrian previas a su vinculación con De Stijl, la muestra indaga en la búsqueda de la “belleza universal” que perseguía el holandés y que le motivó a viajar a París en 1911. Composición No. II (1913), exhibida en la cuarta sala de la exposición, es una de las primeras pinturas que le satisfizo en este sentido.

A este respecto Mondrian escribió: «en el arte plástico, la realidad sólo puede expresarse a través del equilibrio del movimiento dinámico de la forma y el color, y los medios puros (limpios de funcionalidades de representación) ofrecen la forma más eficaz de conseguirlo». Según el comisario de la muestra, Hans Janssen, “nació entonces un nuevo lenguaje plástico que, cuatro años después fue bautizado como Neo-Plasticismo, el arte de De Stijl”.

Propuestas rompedoras

Durante la Primera Guerra Mundial, Mondrian se siente parte de una multiplicidad de intentos de desarrollar un lenguaje plástico que sea al mismo tiempo sencillo y estructurado, y que haga patente el espacio ilusorio de la obra de arte como realidad accesible para cualquiera.

Como se puede apreciar en las tres siguientes salas de la exposición, centradas ya de lleno en el movimiento De Stijl, en aquel momento otros creadores como Gerrit Rietveld, Vilmos Huszár o Georges Vantongerloo coinciden con Mondrian en esta búsqueda de un nuevo arte completamente abstracto que apele directamente a las emociones.

Es entonces cuando Theo van Doesburg consigue aunar estas fuerzas en la revista De Stijl, nacida en 1917. Los comienzos del movimiento muestran la enorme diversidad en el afán experimental de los artistas del grupo, como el espectador puede observar en Composición 1917, nº 2 (Carro de perro) (1917), de Bart van der Leck.

Para todos ellos, las formas de expresión tienen como único objetivo la modernidad. De esta manera, una maqueta de arquitectura, como las que se pueden contemplar en esta parte de la exposición de Théo van Doesburg y Cornelis van Eesteren, o incluso una silla, pueden convertirse en esculturas.

Este aspecto experimental y la diversidad de un trabajo colectivo realizado como si se tratase de un taller virtual de debate, fue la fuerza del movimiento, pero también, como se descubriría al poco tiempo, y como refleja la exposición, su debilidad.

De hecho, en la década de 1920, lo que inicialmente se podía entender como un unánime movimiento utópico hacia el proyecto común de un arte realmente abstracto, se convirtió en un crisol de opiniones y concepciones del arte en continuo combate. Lo que permaneció fue la imagen de un “estilo internacional” en el que la abstracción, la fuerte reducción de recursos plásticos y la geometría eran las características comunes, pero los caminos se diversificaron.

Van Doesburg, por ejemplo, lanzó en 1927 su propio estilo nuevo, el elementarismo, y en obras como Composición emanada de la hipérbole de equilibrio xy=k con acuerdo de vert et rouge(1929), de Georges Vantongerloo, el público puede apreciar en esta parte de la exposición cómo, a diferencia de Mondrian, que desarrolló sus pinturas de manera completamente intuitiva, este otro artista de De Stijl fue más sistemático en su enfoque, partiendo de una fórmula matemática para crear este cuadro.

Tras todos estos avatares, De Stijl entró en declive a mediados de los años 30. Solo Mondrian siguió destacando en el panorama artístico internacional. Los demás creadores apenas tuvieron mayor reconocimiento, en parte porque el optimismo en relación con la idea de un nuevo mundo se había atenuado en la segunda mitad de los años veinte, y en parte porque las tendencias figurativas se habían vuelto a imponer.

Un arte siempre nuevo

La exposición se cierra con dos salas dedicadas a las últimas etapas de Mondrian quien, aunque en 1922 pensaba que el experimento abstracto había acabado ya, siguió trabajando con el reducido repertorio de recursos visuales que manejaba (líneas horizontales y verticales que delimitan planos de color blanco, rojo, amarillo o azul) para descubrir con asombro la infinitud de oportunidades compositivas ocultas que eran posibles.

Su gran habilidad consistió precisamente en el uso de estos recursos limitados. Así, al final de los años 20 le fascinó cada vez más engarzar formas, pero en la década de los 30sustituyó el equilibrio más clásico de sus composiciones por un equilibrio dinámico, como puede advertirse en Composición C (nº III) con rojo, amarillo y azul (1935).

Finalmente, en 1940 Mondrian emigró a los Estados Unidos, donde se llevó diecisiete pinturas que había realizado durante su estancia en París en los años anteriores, en las que se superponían densas cuadrículas de líneas horizontales y verticales, como el espectador puede apreciar en Cuadro II, (1936-43). Mondrian comenzó a cambiar estas pinturas y su lenguaje visual una vez más, introduciendo bloques de pintura de color que se movían libremente para complicar la estructura rítmica de su arte, algo que persiguió hasta el final de su vida.

Una trayectoria de experimentación continua

Piet Mondrian nace con el nombre de Pieter Cornelis Mondrian el 7 de marzo de 1872 en Amersfoort (Países Bajos). En mayo de 1892, participa en la exposición anual de la Genootschap Kunstliefde, sociedad artística de Utrecht. Ese mismo año comienza a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Amsterdam (Rijksakademie van Beeldende Kunsten), donde empieza a experimentar a partir de la tradición de la pintura paisajística holandesa y el simbolismo, y a ejercer como profesor. En 1907, el conocimiento de la obra de los pintores postimpresionistas cambia por completo sus antiguas nociones sobre el color, cuyo tratamiento aborda a partir de entonces de manera mucho más audaz. En enero de 1909, Mondrian tiene la oportunidad de exponer en el prestigioso Stedelijk Museum en Ámsterdam junto a Jan Sluijters y Cornelis Spoor y ese mismo año se une a la Sociedad Teosófica.

Entre 1909 y 1910 experimenta con las técnicas puntillistas antes de volcarse plenamente en el cubismo en 1911. Impactado tras ver una exposición con obras de Braque y Picasso en el Moderne Kunstkring del Stedelijk Museum decide mudarse a Paris. Instalado en la capital francesa, su obra respeta en un principio los preceptos cubistas, aunque desde 1913 experimenta un claro avance hacia la abstracción.

Mondrian se encontraba visitando los Países Bajos cuando estalla la Primera Guerra Mundial en 1914, lo que le impide volver a París. Durante ese periodo en Holanda, restringe aún más el uso de colores y formas geométricas en su trabajo. Allí conoce a Theo van Doesburg, y junto a él y otros dos artistas (Van der Leck y Huszar), fundan en 1917 la revista y el movimiento De Stjil, pretendiendo un rechazo completo de la realidad circundante como referente de la obra y la reducción del lenguaje pictórico a sus elementos básicos, lo que el propio Mondrian bautizaría como neoplasticismo. Los preceptos de De Stijl extendían también los principios de la abstracción de la pintura y la escultura a la arquitectura y el diseño gráfico e industrial.

En julio de 1919 vuelve a mudarse a París, donde expone junto a De Stijl en 1923. Unas disputas artísticas con Van Doesburg lo llevan a abandonar el grupo en 1925 y posteriormente expone junto al movimiento Círculo y cuadrado (con artistas como Joaquín Torres García o Férnand Léger) en 1930 y se une a la asociación de artistas abstractos Abstraction-Création en 1931.

La inminente Segunda Guerra Mundial obliga a Mondrian a huir de París a Londres en 1938, y tras una breve aunque fructífera estancia de dos años en la capital inglesa, se muda a Nueva York en 1940. Allí se une a la asociación American Abstract Artists y sigue publicando textos sobre neoplasticismo. Su obra en esta última etapa se ve muy influida por el dinamismo de la vida urbana y los ritmos de la música estadounidense. En 1942 tiene lugar su primera exposición individual, en la Galería Valentine Dudensing de Nueva York. Mondrian muere en esa ciudad el 1 de febrero de 1944.

Catálogo

La exposición Mondrian y De Stijl está acompañada por la publicación de un catálogo en castellano e inglés que contiene una semblanza de la figura del artista holandés escrita por el director del Museo Reina Sofía, Manuel Borja-Villel, así como diversos textos de Michael White, Marek Wieczorek y del comisario Hans Janssen que tratan de arrojar nueva luz sobre las estrategias desarrolladas por Mondrian para presentar sus obras de manera que los espectadores pudieran elucidar su significado y descubrir una relación clara y significativa tanto con ellas como con el mundo que las rodea. El catálogo incluye, asimismo, imágenes y listado de obras.

Mondrian y De Stijl

FECHAS: 11 de noviembre de 2020 – 1 de marzo de 2021

LUGAR: Edificio Sabatini. Primera planta.

ORGANIZACIÓN: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y Stichting Kunstmuseum den Haag

COMISARIADO: Hans Janssen

COORDINACIÓN: Belén Díaz de Rábago y Beatriz Jordana

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

Hacia el alzamiento en el Escambray de Miguel García Delgado

Cartas a Ofelia / Crónicas cubanas

Foto: El puente sobre el río Yayabo en Sancti Spiritus

Cubamatinal / París, 28 de noviembre de 2020.

Querida Ofelia:

Nuestro viejo y querido amigo Miguel García me envió desde Miami este nuevo testimonio.Te ruego que lo hagas conocer allá en nuestra querida San Cristóbal de La Habana.

Forma parte de las historias ocurridas en el II Frente del Escambray, en los años 1957 y 1958. Todos ellas son verídicas, narradas por sus autores: Eloy Gutiérrez Menoyo, Miguel García Delgado, Roger Redondo, Dr, Armando Fleites, y Felipe Lema. Estas y otras pueden ser leídas en www.camajuani.net, sección biblioteca.

“Eliope, tenía muchos contactos con los revolucionarios, en La Habana. Me llevó un día a la Plaza del Mercado Único y me presentó a un señor, que era el contacto con Anastasio Cárdenas, éste me prometió, que cuando llegara un contacto de la Sierra del Escambray, él, me avisaría y así fue.

  Un buen día, Eliope me dijo:

 —¡Miguel, llegó un mensajero de los alzados del Escambray!

Nos fuimos a hablar con él, en la Plaza del Mercado del Cerro. Anastasio Cárdenas, que era de Camajuaní, era el dueño de la tarima, frente a la cual nos reunimos. Éste le dijo al mensajero que yo estaba quemado y que tenía que irme para la Sierra, pues si me cogían me mataban.

El mensajero estuvo de acuerdo y a partir de ese momento, me pegué a él, como un chicle. Cuando Eliope, vio que nos marchábamos, llamó al mensajero y le dijo:

Procura que él llegue, a las montañas pues si le pasa algo, yo te busco donde quiera, que te metas.

 El mensajero le contesto: —él, llegará a la Sierra, yo, te lo aseguro.

Al mensajero le decían Valdecito, era de Sancti Spiritus. Me dijo que teníamos que ir al hospital, que estaba al otro lado del Castillo del Príncipe, que su señora, estaba bastante enferma. Por lo cual, nos quedamos dos o tres días en La Habana, hasta que nos fuimos para, Sancti Spiritus.

 Cogimos la guagua, por la noche en La Habana y al amanecer del día siguiente, llegamos a Sancti Spiritus. Valdecito me llevó directamente para una casa, que estaba situada en Dolores 60, cerca del río Yayabo, era de la familia Suárez-Orozco, que se componía de su mamá, su hijo Gabrielito, el cual se dedicaba al giro de T.V. y sus hermanas, María Josefa, Belén y Consuelo y otros de los cuales, no recuerdo sus nombres.

En esa casa, me trataron a cuerpo de rey y no querían que me alzara. Al día siguiente, empezaron a llegar amistades de la familia. Como los cubanos, somos muy curiosos, todos querían ver al futuro rebelde. Recuerdo, a las hermanas Brizuelas: Ana Lidia y Gladys. Conocí también a Piro Abreu. En esa casa, fue donde William Morgan, se refugió antes de subir al Escambray. Al segundo día, vino a verme un joven, que no me perdería ni pie ni pisada, durante mi estancia en Sancti Spiritus.

Se llamaba, Manuel Solano (Manolito). Murió en combate, el 27 de diciembre en Trinidad, al igual que Ernesto Valdés Muñoz (Valdecito). Del primer tema que hablé con Manolito, fue de que teníamos que ser muy discretos, hasta el día que yo me alzara. Él me dijo que sería mi guía y protector en el pueblo. Fue uno de los muchos que me ayudaron, en Sancti Spiritus.

Nadie me preguntó, a cuál organización yo pertenecía, ni tampoco yo se lo pregunté a nadie. Todos conspirábamos, contra el régimen de Batista y esa era la única razón de nuestra lucha. Nadie me dijo que lucharíamos para instalar un régimen comunista. Valdecito me iba a ver todos los días y me preguntaba cómo me trataban y si necesitaba algo.

  Yo, le preguntaba que cuándo me subirían a las lomas y él me contestaba:

—Cuando baje el práctico, que es el que manda de allá arriba.

   Un día, me dijo:

   —Para poder alzarte, tienes que tener un arma, para que no seas una carga allá arriba.

   Le contesté: —eso no es problema, yo tengo en Camajuaní, armas.

Ante su gesto de incredulidad, le narré la historia, que en mi pueblo antes de salir huyendo, el jefe del Movimiento 26 de Julio, Carlos Gómez, me había metido en un grupo, que salíamos de noche, por los campos de Camajuaní, a confiscar armas a los guajiros y agregué:

   — Mañana tú te vas para Camajuaní y hablas con Carlos Gómez.

  Yo no sé cómo Manolito lo hizo, pero a los pocos días, me dijo:

  —Miguel mañana temprano nos vamos para Santa Clara pues tenemos una entrevista con Carlos Gómez, en el bufete de abogados de la familia Asensio.

Fuimos a Santa Clara y hablamos con Carlos, el cual muy emocionado me abrazó. Él me quería mucho, pues me conocía desde hacía mucho tiempo, de cuando yo manejaba, la guagua del Central Fe, donde él trabajaba. Nos veíamos a diario, además él era muy amigo, de mi papá y de mi padrastro. En el bufete le explicamos que para que yo pudiera subir a la Sierra, tenía que tener un arma y él, nos dijo que las que teníamos estaban en Camajuaní.

Como Carlos, siempre fue un hombre de palabra, cumplió su promesa. Él y Manolito Solano, habían entrado en contacto y por esa vía, se pudieron alzar otros camajuanenses, gracias a que yo no tenía ningún reparo ni ego para evitar que otros siguieran mi camino, (cosa que no sucedió, con algunos en otras ocasiones).

A los dos días, se apareció en la casa de la calle Dolores 60, Felicio Torres. Él era un chofer de piquera de nuestro pueblo, que pertenecía al Movimiento y nos dijo: – ahí traigo las armas que Carlos Gómez, les envía.

Mandamos a buscar a Manolito Solano y los tres nos montamos en el carro de Felicio y nos fuimos para un poblado, que estaba en la carretera de Sancti Espíritus a Trinidad, llamado Capitolio. Antes de llegar al Cacahual, nos bajamos en una casa y allí dejamos las armas, regresamos a Sancti Spiritus y Felicio se fue para Camajuaní, muy contento al haber concluido con éxito su misión.

Mientras tanto, yo seguía en esa ciudad esperando por el guía que me subiría a las lomas. Manolito Solano todos los días me llevaba a un lugar distinto y por eso pude conocer a bastantes familias en aquella comarca espirituana. Por ejemplo, conocí a la familia Salas-Valdés. La componía la matriarca Celia Valdés, con sus cinco hijos, de los cuales cuatro varones Raúl, Beraldo, Rey, su hermana gemela Reina y el menor Ever Salas Valdés. Todos los hombres se alzaron en armas, contra la tiranía de Batista y si Reina, no fue también, fue porque sus hermanos se lo impidieron. Estos hombres de la familia Salas-Valdés, alcanzaron grados: Beraldo y Raúl, los grados de capitán, Rey y Ever, los de teniente. Todos ellos eran muy valientes y muy serenos, en los combates. También conocí, a la familia de los Duque, la que también tenía a uno de ellos alzado en la Sierra Maestra.

Fui a Zaza del Medio y conocí, a la familia de Aurelio Nazario Sargen. A su hermano Andrés Nazario, lo conocí en una tienda de efectos eléctricos que él tenía en Sancti Spiritus y a partir de aquel momento, lo visité con frecuencia.

(Continuará).

Miguel García Delgado”

Un gran abrazo desde La Ciudad Luz confinada y bajo Toque de Queda a causa de la pandemia del Coronavirus,

Félix José Hernández.