Cartas a Ofelia / Crónicas de cruceros

Cubamatinal / París, 28 de diciembre de 2018.
Querida Ofelia,
Al bajar a la aduana con +24°c. y un sol radiante, nos recibió un grupo de danzas folklóricas. El puerto de Santa Cruz de Tenerife se encuentra en una ciudad que se caracteriza por la gran mezcla de culturas que conviven perfectamente.
Santa Cruz es una ciudad cosmopolita creada a partir de diversas influencias y tendencias, lo que se puede comprobar viendo la coexistencia de edificios históricos con otros de arquitectura mucho más vanguardista. Se debe dejar el puerto y comenzar con la visita al Auditorio de Tenerife y el Círculo de Amistad. Luego dirigirse al mercado de Nuestra Señora de África, donde se pueden encontrar artesanías y productos elaborados con ingredientes naturales además de su famoso vino. Y para finalizar uno no puede perderse la cocina local, donde las patatas, las guindillas y las especias son elementos esenciales de su gastronomía.
Hicimos un espléndido itinerario entre naturaleza, arte y arquitectura: desde el valle de la Orotava hasta el Puerto de la Cruz, inmersos en un ambiente donde el tiempo parece haberse detenido.
Iniciamos nuestra excursión visitando el valle de la Orotava y la ciudad homónima, fundada en el siglo XV por familias pudientes de la isla.
Seguimos nuestro paseo por las calles del centro, donde vimos vestigios de sus orígenes medievales. Llegamos a la célebre Casa de los Balcones, un típico ejemplo de vivienda aristocrática canaria, con largas balconadas de madera de pino a menudo decoradas con flores que, según el uso tradicional del lugar, sirven como fachada de la propia casa, sobresaliendo en la calle como una especie de friso arquitectónico. A continuación, reanudamos nuestro camino rumbo al Jardín Botánico del Puerto de la Cruz, famoso por su gran colección de plantas exóticas (4.000 especies entre plantas tropicales y subtropicales) meticulosamente cuidadas e integradas en un espléndido escenario, sumamente atractivo para los visitantes aficionados a la jardinería.
Continuamos la excursión con una visita al centro del Puerto de la Cruz, la principal localidad turística de la parte norte de la isla. Esta ciudad, originalmente un pueblo de pescadores, es famosa por su belleza natural, las playas y su centro histórico muy bien conservado donde se suceden las casas típicas de la arquitectura canaria.
Entre las atracciones que no pudimos perdernos las piscinas naturales del Lago Martiánez, un complejo realizado por el arquitecto César Manrique y formado por siete lagunas artificiales, llenas de agua de mar, que representan las siete islas canarias.
Después de un magnífico almuerzo (sopa de garbanzos con endibia y alcaparras, chuletas de cerdo empanadas con patatas fritas y un delicioso pudín de arroz), en un pequeño restaurante a orillas del mar , continuamos hacia el Parque Nacional del Teide.
Fue una excursión para recrear la vista y vigorizar el espíritu entre pinos y eucaliptos, montañas y paisajes volcánicos con extraordinarias formaciones de lava, todo ello en ese hermoso parque.
Nos dirigimos hacia La Laguna, antigua capital de la isla de Tenerife y primer ejemplo de una ciudad colonial no fortificada. Su centro histórico, construido en el siglo XVI, se encuentra prácticamente intacto. Hoy día, gracias a la universidad y a la diócesis, La Laguna se considera la capital cultural y religiosa de Tenerife.
A continuación, proseguimos nuestra excursión en dirección al bosque de La Esperanza, donde nos espera una magnífica reserva de pinos, así como una plantación de eucaliptos. Desde allí, ya se divisa el Teide.Tras una breve parada para sacar algunas fotos, entramos en el Parque Nacional de Las Cañadas del Teide, que actualmente abarca un área de 18.990 hectáreas e incluye el cráter volcánico del que emerge el majestuoso cono del Teide que, con sus 3.718 metros, es el pico más alto de España.
Seguimos la excursión dirigiéndonos hacia el Llano de Ucanca, famoso por sus coladas de lava. Nos detenemos en el Mirador de Los Roques de García, un impresionante mirador panorámico con famosas formaciones de lava que, debido a la erosión y a la estratificación, han originado las formas más extrañas. Entre estas formas se encuentra el célebre Roque Chinchado, también conocido como Dedo de Dios.
Antes de regresar al Costa Favolosa felices por haber visto tanto lugares hermosos y haber entrado en contacto con una población tan educada y amable, estuvimos en El Corte Inglés, para comprar algunos regalos para nuestra familia por Navidad. Compré los DVD de las tres películas españoles que más fueron premiadas este año con los Premios Goya : « Verónica », « Oro » y « Handía ». también los recientes CD de dos de mis cantantes españoles favoritos ; « RE Sinphónico » de Raphael y « Vida » de Ana Belén.
Il Ristorante Duca d’Orléans nos ofreció una cena con platos típicos sicilianos.
En Sicilia estamos ante damas y caballeros que pasean entre naranjales mientras el sol se filtra con discreción entre las hojas, en un lugar impregnado del aroma de la bergamota, el jazmín y el limón. El ritmo lento de una tierra antigua y llena de influencias que han hecho que sea inmortal, inmutable, eterna. Es así que percibimos el espíritu italiano, por un lado indolente y genial, por el otro capaz de rebelarse profundamente ante quien intenta someterlo.
Esta fuerza, casi rebelde, se expresa también en platos coma los espaguetis con anchoas, piñones, uvas pasas y pan tostado; en las verduras a la plancha marinadas con orégano; o en el macco de habas enriquecido con aceite dorado, la mezcla perfecta de dulce y salado, de equilibrio y vértigo.
El Macco de habas e hinojo es un plato antiquísimo, originario de la provincia de Agrigento, elaborado mediante la cocción prolongada de habas secas, que crean una crema a la que se añade una verdura y aceite de oliva virgen extra.
Precisamente la sencillez es el punto fuerte de este plato. De hecho, el término siciliano maccu designa una actitud soberbia y altiva, como la de la pobre haba seca que, para llegar a nuestra boca, se ha vestido con un preciado brocado de hinojo.
Los visillos blancos permanecen inmóviles en las ventanas abiertas de par en par con la canícula que abrasa y que te quita la respiración. En el aire el aroma de los platos sale de las casas y llega hasta la plaza desierta, en donde el hinojo, la hierbabuena, el limón se abrazan en una danza de aromas. En el interior el fresco se conserva gracias a las paredes de piedra y, sobre la artesa de madera, la jarra de agua y limón, emana su frescor. Es la hora de comer. Hacen su aparición las reginette troceadas con tomates cherry frescos y albahaca que trasladan el sol de Sicilia al plato, o la sopa de garbanzos con endivia rehogada y las alcaparras que recuerdan el mar y las berenjenas que exaltan todos los platos como estos tagliatelle con berenjenas y salsa cremosa.
Los Tagtiotini con berenjenas y salsa cremosa : las berenjenas son las reinas de esta receta, con su color inconfundible, morado oscuro, y la pulpa afrutada, ligeramente picante y fresca que absorbe el aroma y las partes grasas del sofrito.
Traída por los árabes, en una de sus numerosas incursiones, la berenjena se convierte en la dueña y señora de los sabores y está presente en numerosos platos de la tradición cultural de la buena mesa siciliana.
Nuestra cena consistió en los dos platos que te describí más arriba, además del postre Cannolo Siciliano relleno de queso Ricotta fresco, fruta confitada y chocolate y como vino el delicioso Contessa Entetlina La Fuga Donnafugata.
Esa noche Il Teatro Herminia ofreció el Show de Circo acrobático : Nicky & Bob. Fue sinónimo de belleza, elegancia, fuerza, sincronía y técnica acrobática. Realmente muy impresionante.
El Costa Favolosa zarpó hacia la ciudad brasilera de Recife. Durante cinco días navegamos por el Océano Atlántico hasta llegar a Nuestra América, como tan acertadamente la llamara el más grande de los cubanos : José Martí.
Un gran abrazo desde la engalanada Ciudad Luz, la que en estos momentos se encuentra vestida de gala para celebrar la Navidad y esperar el Año Nuevo,
Félix José Hernández.