Diez obras del Museo de Escultura de Valladolid en el Museo Thyssen-Bornemisza

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas 

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Imagen: Atribuido a Felipe Bigarny (Felipe de Borgoña). San Marcos (Los cuatro Evangelistas), 1501-1525. Museo Nacional de Escultura, Valladolid

 

Cubamatinal / Madrid, 24 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

El Museo Nacional Thyssen-Bornemisza presenta hasta el 16 de junio de 2019 una selección de diez obras procedentes del Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Las piezas se integran, por coincidencias temáticas o temporales, con las obras de la colección permanente siguiendo un itinerario que recorre las salas de la segunda planta.

Así, una talla de San Marcos (1501-1525), atribuida a Felipe Bigarny, dialoga en la sala 2 con una pintura dedicada al mismo santo del alemán Gabriel Mälesskircher. Se trata de una pieza en madera policromada en la que San Marcos aparece sentado en un atril, acompañado del león y concentrado en la redacción de las Sagradas Escrituras. Su figura se enmarca en un fondo arquitectónico donde resalta la riqueza de la decoración vegetal.

Entre las obras neerlandesas, en la sala 3, se expone una escultura anónima de San Adrián (1501-1525), un santo vinculado a localidades del norte de Francia y la región de Gante. Oficial del ejército de Maximiliano, entre sus atributos están la espada, la llave -que alude a los carceleros de quienes es patrón-, y la indumentaria de guerrero. La talla, en madera policromada, se ha relacionado con otras ejecutadas en los Países Bajos meridionales donde se registran características propias del Renacimiento italiano, como el rostro idealizado o la estilización de las telas.

En la sala 6, Santa Catalina de Alejandría (hacia 1683-1687), del círculo de Aniello Perrone, ofrece un magnífico ejemplo de escultura religiosa barroca, donde cada detalle desprende dinamismo y movimiento.

En la sala siguiente, frente a un tondo de Beccafumi, se ha instalado la Sagrada Familia con san Juanito (hacia 1535), atribuido a Gabriel Joly, un altorrelieve de gran belleza tanto por la colocación de las figuras como por sus gestos y miradas. Sus líneas curvas delatan que pudo ser concebido como un tondo integrado en un conjunto más amplio.

Santa Ana, la Virgen y el Niño (hacia 1515), de un artista vinculado a la ciudad de Limburgo, se exhibe en la sala 8, donde el mismo tema aparece en el tríptico de Hans Suess Kulmbach. Es una escultura que se aleja de la tradición medieval al abordar el tema mariano con un alto grado de realismo e intimidad.

En la sala 9, un busto anónimo en piedra caliza del Emperador Carlos V de joven (hacia 1520) se mide con el retrato que Lucas Cranach el Viejo pintó en 1533. A pesar de que la obra sigue la tipología del busto florentino, el rostro está esculpido con un lenguaje realista cercano al arte flamenco. El Emperador porta el Toisón de Oro, símbolo de su poder y la fecha de ejecución coincide con la de su coronación en Aquisgrán.

En la sala 10, junto a una obra de Joss van Cleve con el mismo tema, se expone un Niño Jesús (1634-1667) atribuido a Alonso Cano. La pieza es un excelente ejemplo de las obras devocionales de pequeño formato que se hicieron muy populares en Sevilla a finales del siglo XVI.

En la sala 14 está la Cabeza de un apóstol (1667-1700), de Pedro Roldán. Se trata de una pieza de bastidor, en las que se tallaban cabeza, manos y pies mientras que el cuerpo se cubría con ricos ropajes.

Con La Virgen y el Niño con santa Rosa de Viterbo de Murillo, dialoga en la sala 15 una talla en madera policromada de Juan de Juni, San Antonio de Padua (hacia 1560-1575). El Niño Jesús se gira para mirar con ternura al santo, como ocurre entre los personajes de Murillo.

La última pieza, en la sala 19, es un Demonio de un autor anónimo del siglo XVIII que sirve de contrapunto a San Miguel expulsando a Lucifer y los ángeles rebeldes, del taller de Rubens. Como indica la postura horizontal de la figura y las señales de un anclaje antiguo, la pieza debió formar parte de un conjunto en el que se escenificaría la caída de los ángeles rebeldes.

FICHA DE LA EXPOSICIÓN

Título: Realidad y devoción. 10 obras del Museo Nacional de Escultura de Valladolid.

Proyecto organizado por el Área de Pintura Antigua del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Sede y fechas: Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 25 de marzo al 16 de junio de 2019.

Directora del proyecto: Mar Borobia, jefa del Área de Pintura Antigua.

Comisaria técnica: Mª Eugenia Alonso, Área de Pintura Antigua.

Número de obras: 10.

INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE

Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

Dirección: Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de la colección permanente.

Horario: Lunes, de 12 a 16 horas (entrada gratuita gracias al patrocinio de Mastercard); de martes a domingos, de 10 a 19 horas.

Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales:

– Entrada general: 13 €

– Entrada reducida: 9 € para mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes previa acreditación.

– Entrada gratuita: menores de 18 años, ciudadanos en situación legal de desempleo, personas con discapacidad, familias numerosas y personal docente en activo.

Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 91 791 13 70.

Con gran cariño y simpatía desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Mujeres artistas de la vanguardia rusa, en el Museo Thyssen-Bornemisza

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas 

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Cubamatinal / Madrid 26 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

A comienzos del siglo XX, se fraguó un renacimiento cultural sin precedentes en el Imperio Ruso. La vida artística se llenó de exposiciones y exaltados manifiestos que combinaban influencias de corrientes vanguardistas extranjeras con aspectos genuinos de la cultura rusa. Este acontecimiento excepcional tuvo además una característica que lo diferenció del resto de los movimientos artísticos de la época: la conocida como vanguardia rusa contó con una participación femenina no solo muy numerosa, sino también extremadamente activa y relevante.

Algunas de las más destacadas artistas de este movimiento forman parte del montaje especial Pioneras. Mujeres artistas de la vanguardia rusa, que reúne una selección de 12 obras de las colecciones del museo de Natalia Goncharova, Alexandra Exter, Olga Rózanova, Nadeshda Udaltsova, Liubov Popova, Varvara Stepanova y Sonia Delaunay, además de textos, biografías y fotografías. Todas ellas crecieron y se formaron en un régimen que se aferraba a los valores de la época preindustrial y, sin embargo, se convirtieron en pioneras de la creación, difusión y defensa de los nuevos lenguajes artísticos que fascinaron y escandalizaron a partes iguales a la sociedad rusa y europea de comienzos de siglo.

Jóvenes, inteligentes, libres y rebeldes no formaron un grupo, aunque muchas de ellas se conocieron e influyeron mutuamente. Sus nombres están asociados a los diferentes movimientos que se sucedieron durante los últimos años de la Rusia de los zares y sus carreras habían alcanzado la madurez cuando, en 1917, triunfó la Revolución de Octubre. Con su ímpetu y determinación no solo consiguieron integrarse en completa igualdad en la vanguardia, sino que en muchos sentidos la lideraron, marcando un importante hito en la historia del arte.

Natalia Goncharova (Negaievo, 1881-París, 1962)

Desde sus primeras obras de finales de la década de 1900, Goncharova combinó a la perfección un interés por los movimientos de vanguardia europeos con la búsqueda de inspiración en el folclore y las raíces populares rusas. Tras esta primera fase neoprimitivista, donde se apreciaba la admiración por Gauguin y Matisse, se interesó por el cubismo y el futurismo, y finalmente desarrolló, junto a Larionov, el rayonismo. Este movimiento, basado en las teorías científicas de la luz, convertía el espacio pictórico en una reflexión sobre la acción y la refracción de los rayos lumínicos.

Alexandra Exter (Belostok, 1882-Fontenay-aux-Roses, 1949)

Alexandra Exter fue una figura clave en las conexiones entre la vanguardia rusa y las corrientes artísticas que se estaban desarrollando en Europa occidental. Su temprano interés por la escena parisiense la llevó a pasar largas temporadas en la capital francesa a partir de 1907, donde conoció entre otros a Pablo Picasso y Georges Braque. Cautivada por las posibilidades del nuevo lenguaje cubista, lo adoptó inmediatamente y se convirtió en una de sus principales embajadoras en Rusia. El contacto con el matrimonio Delaunay y con los futuristas italianos hizo que se interesara por la introducción del movimiento en sus obras y confirmó su apuesta por el color. Al estallar la Gran Guerra volvió a su país donde, atraída por la obra de Kazimir Malévich, realizó sus primeras obras no figurativas. Durante estos años inició sus colaboraciones teatrales y, a partir de 1921, diseñó moda.

lga Rózanova (Melenki, 1886-Moscú, 1918)

Rózanova está considerada una de las artistas más originales de la vanguardia rusa que destacó tanto porsu firme apuesta a favor de un arte no figurativo, como por su continua búsqueda de nuevas formas de expresión. Sus inicios estuvieron ligados al futurismo que conoció de la mano del poeta Alexei Kruchenykh, inventor del lenguaje experimental zaum. La artista no solo colaboró en el diseño de numerosas publicaciones futuristas, sino que ella misma comenzó a escribir poemas transracionales. En paralelo, pintó sus primeras obras de estilo cubofuturista, donde el color ya era su preocupación principal. Resultaron tan innovadoras, que Filippo Marinetti decidió incluirlas en la Primera Exposición Futurista Internacional de Roma, en 1914.

Nadeshda Udaltsova (Orel, 1886-Moscú, 1961)

Nadeshda Udaltsova estuvo vinculada al cubismo desde que, en noviembre de 1912, viajó junto a su amiga Liubov Popova a París. Con ella asistió a las clases de Jean Metzinger y Henri Le Fauconnier en la Académie de La Palette y, a partir de entonces, este lenguaje se convirtió en la base fundamental sobre la que construyó unas obras que se consideran la mejor manifestación de este movimiento en Rusia. Tras la Revolución de 1917, participó activamente en diversas iniciativas culturales e impartió clases. También fue miembro del Instituto Estatal de Cultura Artística (Injuk), aunque lo abandonó en 1921 por discrepancias con los artistas de la corriente constructivista, que defendían el abandono de la pintura como práctica artística.

Liubov Popova (Ivanovskoie, 1889-Moscú, 1924)

Desde muy temprano, Popova combinó su fascinación por el arte antiguo ruso con numerosos viajes familiares por toda Europa. El arte clásico italiano, en especial los fundamentos compositivos del estilo renacentista, dejaron una imborrable huella en ella. Interesada también por las corrientes artísticas contemporáneas, viajó a París en 1912 con su amiga Udaltsova, donde entró en contacto con el cubismo. Una nueva estancia en Italia le permitió conocer de primera mano el futurismo, combinando ambos lenguajes en sus obras. Posteriormente, su interés osciló entre el suprematismo y el constructivismo, aunque manteniendo siempre una clara independencia artística. En 1921, junto a otros artistas del Instituto Estatal de Cultura Artística (Injuk), renunció a la pintura de caballete e inició una importante carrera como diseñadora gráfica, textil y escenógrafa.

Varvara Stepanova ( Kaunas 1894 – Moscú 1958)

La más joven de las pioneras admiró, durante los primeros años de su carrera, a los poetas futuristas y, en 1917, comenzó a escribir poemas transracionales que se convirtieron en la base de una serie de libros manuscritos en los que, siguiendo a Rozanova, combinaba texto y formas abstractas. Su entusiasmo por el triunfo de la Revolución de Octubre, la llevó a poblar sus obras con personajes que representaban el ideal (robótico, eficiente y dinámico) de la era socialista. En septiembre de 1921, se unió al grupo de artistas que decidieron abandonar la pintura de caballete. Stepanova, única artista de su época con formación en artes aplicadas, expandió sus ideas al terreno del diseño de vestimenta y textil, a la decoración de espacios públicos y teatrales y se convirtió en una de las principales representantes del constructivismo.

Sonia Delaunay (Odesa, 1885-París, 1979)

A pesar de haber pasado la mayor parte de su vida en París, todo en la vida y la obra de Sonia Delaunay parece conectar con sus orígenes rusos. Su defensa a ultranza del color, la apuesta por la abstracción y el interés por expandir sus ideas artísticas a todos los objetos de la vida cotidiana, se asemejan enormemente a los principios estéticos que defendían muchos de sus compatriotas de la vanguardia en Rusia, con los que mantuvo contactos. En la capital francesa, Sonia pronto se convirtió en una figura clave para la vanguardia gracias a la aventura simultaneísta que emprendió junto a Robert Delaunay, su marido desde 1910. Juntos investigaron los contrastes de color y la disolución de la forma a través de la luz, lo que los encaminó a la abstracción.

El montaje se completa con un vídeo sobre la restauración de las obras Pesca (Pescadores) (1909), de Natalia Goncharova, y Jugadores de billar (1920), de Varvara Stepanova. La pintura rusa de comienzos del siglo XX, así como la de otras vanguardias históricas, plantea problemas de conservación y por eso es supervisada regularmente. La restauración de estos dos lienzos permite analizar algunas de las problemáticas comunes a las obras de este periodo y contribuir a su mejor conservación.

ACTIVIDADES COMPLEMENTARIAS

Conferencia Pioneras. Mujeres artistas de la vanguardia rusa: el miércoles 5 de junio, a las 18.00, la comisaria de la muestra, Marta Ruiz del Árbol, impartirá una charla de acceso gratuito sobre el contenido de la misma.

Explicaciones En Sala. Obras Escogidas: el grupo de voluntariado del Museo ofrece explicaciones de algunas de las obras incluidas en el montaje, los jueves y sábados, a las 12.00 y 17.00, de los meses de marzo (Alexandra Exter, Naturaleza muerta, 1913), abril (Sonia Delaunay, Vestidos simultáneos. (Tres mujeres, formas, colores), 1925), mayo (Liubov Popova, Arquitectura pictórica (Bodegón: Instrumentos), 1915) y junio (Natalia Goncharova, Pesca (pescadores), 1909). Actividad incluida con la entrada, sin inscripción previa, hasta completar aforo.

FICHA DE LA EXPOSICIÓN

Título: Pioneras. Mujeres artistas de la vanguardia rusa

Organiza: Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, Madrid

Sede y fechas: Madrid, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza, del 1 de marzo al 16 de junio de 2019. Sala 43, colección permanente

Comisaria: Marta Ruiz del Árbol, conservadora de Pintura Moderna del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.

INFORMACIÓN PARA EL VISITANTE

Dirección: Paseo del Prado, 8. 28014, Madrid. Salas de la colección permanente.

Horario: Lunes, de 12 a 16 horas (acceso gratuito); de martes a domingos, de 10 a 19 horas.

Entrada única: Colección permanente y exposiciones temporales:

-Entrada general: 13 €

-Entrada reducida: 9 € para mayores de 65 años, pensionistas y estudiantes previa acreditación.

-Entrada gratuita: menores de 18 años, ciudadanos en situación legal de desempleo, personas con discapacidad, familias numerosas y personal docente en activo.

Venta anticipada de entradas en taquillas, en la web del Museo y en el 91 791 13 70.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

Un cómic de Sento : “Historietas del Museo del Prado”

Cartas a Ofelia / Museo del Prado

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Cubierta cómic “Historietas del Museo del Prado”. Sento. © Museo Nacional del Prado

 

Cubamatinal / Madrid, 23 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

Este cómic de Sento, basado en una idea de José Manuel Matilla, jefe de Conservación de Dibujos y Estampas y responsable de la línea editorial de cómics del Museo del Prado, se publica con motivo del Bicentenario del Prado para contar algunas de las anécdotas que ha protagonizado la institución en sus 200 años de historia y que no siempre han llegado al público.

El cómic, que reúne siete relatos, se inicia con la ficción de la visita de Goya el primer día de apertura y continúa con historias reales sobre los visitantes, los vigilantes, los restauradores, los conservadores, los directores, las visitas oficiales, la prensa y las exposiciones. Un libro que aproximará al lector al estrecho vínculo que se ha forjado entre las obras de arte que alberga el Prado y los profesionales que tienen el privilegio de trabajar en contacto directo con ellas. Una conexión que ha trascendido este ámbito y alcanza por igual a sus visitantes, que sienten como suya esta institución bicentenaria.

De la mano de Etelvino Gayangós -conserje perpetuo de este museo e interlocutor de pintores, trabajadores y visitantes-, sus 99 páginas a color narran una visión diferente de la que se ofrece en los relatos oficiales, pero no menos real, y basada en hechos documentados como la historia del robo de piezas del Tesoro del Delfín que, hace cien años, puso a prueba al “laboratorio de criminalística” de la época; la fake news de la que fue objeto el Museo en el siglo XIX —un pavoroso incendio en sus salas— que contribuyó a rescatarlo del olvido gubernamental; la bomba que cayó cerca de la institución en la Guerra Civil y que, guardada durante décadas por un particular, hoy forma parte de su catálogo; o la historia del visitante anónimo que durante años guardó las postales recuerdo de su visita.

“Y recuerden: las miradas preservan los cuadros, acrecientan el espíritu de sus creadores y cultivan la inteligencia del que lo hace. Pasen y vean o, en este caso, lean y miren.” Etelvino Gayangós

 ÍNDICE

1819-2019  Una noticia incendiaria. 1

891  El robo del Tesoro.

1918  Una bomba en el Museo.

1936-2003  Una visita fugaz. 1

988  La larga espera.

1990  El nuevo Bruegel el Viejo.

 2010  La postal de Casimiro.2012

Sento Vicent “Sento” Llobell Bisbal (Valencia, 1953) es uno de los miembros clave del movimiento de la nueva historieta valenciana, que en los años ochenta desarrolló un estilo vinculado a la línea clara. Tras licenciarse en la Facultad de Bellas Artes de Valencia, entre 1979 y 1981 ejerció como profesor de Anatomía, trabajo que abandonó para dedicarse profesionalmente a la historieta con el nombre de Sento. 

En la actualidad, ha retomado la docencia e imparte cursos en la Escuela Superior de Arte y Tecnología de Valencia. Tiene publicados doce álbumes de cómic, seis libros ilustrados, seis novelas gráficas, más de veinte carteles y numerosas ilustraciones e historias cortas para diferentes revistas, entre las que destacan sus aportaciones a las emblemáticas Bésame mucho y Cairo. También ha diseñado cinco fallas vanguardistas y la gigantesca figura transitable del parque Gulliver de Valencia. 

En 2013 ganó el Premio Internacional Fnac-Sinsentido de Novela Gráfica por Un médico novato, la adaptación al tebeo de las memorias de su suegro durante la Guerra Civil, continuado y recopilado finalmente en un solo tomo en 2017 bajo el título Dr. Uriel.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

 

El Museo del Prado presenta la donación de la familia Ellacuria Delgado, descendiente del pintor Cecilio Pla (1859-1934)

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

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Cecilio Plá pintando un paisaje en su taller Anónimo Papel fotográfico Madrid, Museo Nacional del Prado.

 

Cubamatinal / Madrid, 25 de marzo de 2019.

 Querida Ofelia:

En la sala 62 A del edificio Villanueva se presenta una pequeña muestra de la generosa donación realizada en 2018 por los hermanos Ellacuria Delgado, hijos de Ana María Delgado, nieta de Cecilio Pla Gallardo (1859-1934), pintor valenciano de especial interés en el panorama artístico español del siglo XIX y del que el Museo del Prado conserva algunas de sus principales obras.

En torno a un autorretrato de Cecilio Pla, adquirido por el Estado en 2018, se articulan una serie de documentos gráficos, dibujos, cartas y algunas de las medallas recibidas durante su carrera para reflejar la heterogeneidad de esta donación y permitir al visitante descubrir algunos detalles de la vida y carrera artística de este pintor.

Esta donación supone la incorporación al Museo de un nuevo archivo personal de artista, que además, en este caso, es muy nutrido, diverso y completo. Por ello, fortalece una de las nuevas vías de crecimiento de las colecciones del Prado. Su interés no se limita al conocimiento de la pintura decimonónica. Al igual que los fondos de Valentín Carderera y de Enrique Simonet, este también está centrado en un solo artista, pero, en este caso, dada la relación docente y personal que Pla tuvo con buena parte de los artistas jóvenes desde comienzos del siglo XX, nos ofrece información relevante para el estudio de todos estos.

Por su taller pasaron artistas tan relevantes como Gabriel Morcillo, José López Mezquita y Carolina del Castillo, la mujer artista más relevante entre el numeroso grupo de alumnas que asistían a sus clases. El archivo, además, se ha conservado de manera casi íntegra hasta ahora, hecho no muy frecuente en el caso de los artistas decimonónicos, cuyos fondos personales a menudo se han perdido o disgregado. 

Por tanto, su interés reside no solo en el conocimiento que ofrece para el estudio de la figura de Cecilio Pla, pintor representado en nuestras colecciones, sino también en el conocimiento del panorama artístico español. 

La selección de dibujos expuestos permite observar su calidad como dibujante y su dedicación a la ilustración gráfica, así como su interés por el paisaje y las escenas marítimas. Dentro de las casi quinientas cartas donadas se encuentran remitentes como el compositor Ruperto Chapí, el escritor Miguel de Unamuno y su paisano Joaquín Sorolla. El conjunto de más de trescientas fotografías es también de gran importancia y permite estudiar el proceso creativo de muchas de sus pinturas. La donación también incorpora las principales medallas recibidas a lo largo de su carrera, de las que aquí se muestran dos de las más importantes.

 Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

 Félix José Hernández.

 

Un oratorio desconocido de Juan de Juanes en el Museo del Prado

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

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Oratorio de san Jerónimo penitente Damián Forment, Juan de Juanes Alabastro del Valle del Ebro, 1510-1579. Museo Nacional del Prado.

 

Cubamatinal/ Madrid, 23 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

Considerado como el Rafael español cuando hace 200 años el Museo del Prado abrió sus puertas, Juan de Juanes (h. 1510-1579) tiene desde hoy su espacio propio, equiparándose con el Bosco, el Greco, Velázquez o Goya, en la sala 51 del edificio Villanueva, no en vano en la testamentaria de Fernando VII su Santa Cena superaba con creces la valoración de los Grecos, por ejemplo. 

 En ese nuevo espacio se presenta también una extraordinaria donación, gracias a la generosidad de la Fundación Amigos del Museo del Prado, el Oratorio de san Jerónimo. Este oratorio portátil es una pieza pensada para el ámbito devocional privado. El tema principal, san Jerónimo, fue realizado por Damián Forment (Ca. 1480 – 1540), uno de los grandes escultores valencianos activo en la Corona de Aragón. Utilizó para ello alabastro del Valle del Ebro, que estuvo en origen dorado y policromado. Con posterioridad, Juan de Juanes diseñó una excepcional estructura “a la romana” para proteger y realzar la placa, la cual amplió en la parte superior y pintó parcialmente. En el exterior de las puertas representó a san José con el Niño y a san Lucas, y en el interior, bajo dos arcos, a san Vicente Ferrer y a san Pedro Mártir.

Además, esta nueva ubicación del maestro valenciano permitirá la reordenación de las salas 52 B y C, en las que se exhibirá una importante obra religiosa de Sánchez Coello, Alegoría mística con san Sebastián, san Bernardo y san Francisco.

 Pintura española del siglo XVI La Valencia de los Masip: Juan Vicente Masip y Juan de Juanes Buena parte de la pintura valenciana del siglo XVI estuvo protagonizada por un grupo de sagas familiares entre las que destaca la de los Masip. Las producciones de Juan Vicente Masip (h. 1475-1550), y sobre todo de su hijo Vicente Juan Masip, más conocido como Juan de Juanes (o Joan de Joanes; h. 1510-1579), dominaron el panorama pictórico del Reino de Valencia durante más de medio siglo.

 La actividad artística de Juan Vicente Masip trascurrió en un periodo de tránsito entre las fórmulas del gótico final y las novedades renacentistas. Su versátil personalidad fue asimilando las influencias de diversos pintores que por la situación estratégica de Valencia provenían sobre todo de la esfera italiana. A partir de la década de los treinta su hijo Juan de Juanes participó de manera activa en el taller, convirtiéndose pronto en elemento fundamental del mismo. Padre e hijo colaboraron en el retablo mayor de la catedral de Segorbe, Castellón (1529-32) y en el de San Eloy, encargo del gremio de plateros para su capilla en la iglesia valenciana de Santa Catalina (1536-38), donde se aprecia ya la influencia del severo romanismo de Sebastiano del Piombo (h. 1485-1547). La presencia en Valencia de cuatro obras de este pintor italiano traídas por el embajador Jerónimo Vich transformó el devenir de la pintura valenciana.

 Aún hay controversia en lo que se refiere a la intervención de cada maestro en esas décadas de trabajo compartido. Por su juventud y por la evolución de su pintura, parece razonable pensar en Juan de Juanes como el más receptivo a las novedades del momento, a las composiciones de Rafael y a la monumentalidad figurativa de Piombo, a quien debe también el color y la iluminación. Juanes fue un excelente dibujante, un notable retratista y hombre de probada cultura que frecuentó a importantes humanistas.

 Además de numerosos retablos en la ciudad y otras villas, los Masip fueron los creadores de imágenes devocionales muy difundidas del Ecce Homo, el Salvador Eucarístico, la Sagrada Familia o la Inmaculada Concepción, vinculadas a la espiritualidad católica del momento.

El estilo de Juanes fue el referente de la pintura de Valencia en la segunda mitad del XVI y principios del XVII, continuada por su hijo Vicente Juan Masip Comes y por un nutrido grupo de seguidores. Algunas de sus composiciones fueron copiadas por relevantes pintores de esa escuela hasta entrado el siglo XIX.

Con gran cariño desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.

 

Creadores de conciencia, en el Círculo de Bellas Artes

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas 

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Samuel Aranda, Mujer refugiada y su hijo caen al agua durante desembarco. Lesbos, Grecia 2015.

 

Cubamatinal / Madrid, 22 de febrero de 2019.

Creadores de conciencia es un proyecto que nace por iniciativa de DKV, una empresa que conmemora el vigésimo aniversario de su obra social con el empeño de poner en valor el trabajo de los fotorreporteros y reconocer con ello la trascendencia de su oficio: añadir luz a la oscuridad y dar voz a los que no la tienen.

La labor de estos profesionales sostiene el primer frente de la veracidad en la comunicación, sobre ellos descansa la credibilidad de los medios que publican sus imágenes. Practican un oficio voluntariamente silencioso, vocacional a veces, y con grandes dosis de riesgo, desprecio a la comodidad personal y a la seguridad económica.

Suelen ser individuos solitarios, hechos al oficio de cazador, dotados de un sentido de la realidad extremo, hábiles en la estrategia del acercamiento y de la más diversa procedencia en intereses y formación. Anclados a su compromiso profesional, a la decisión voluntaria que les ha llevado hasta allí, su meta es la foto, y no les preocupa su trascendencia ni repercusión. No pretenden adoctrinar a nadie y sin embargo la fuerza de sus imágenes provoca conciencia y tuerce voluntades aun a su pesar.

Acusados a veces de esteticistas de la miseria humana, su trabajo se instala en la gestión del contenido y de su forma. Es el eterno problema de la comunicación de las catástrofes humanas, cuando la dureza del contenido se representa bajo una soberbia forma estética. En no pocos casos, esas acusaciones suelen ser el subterfugio al que se acogen los que prefieren defender el paraíso de la no conciencia.

El trabajo de los cuarenta fotógrafos expuesto aquí conforma un mapa de hechos que resultan a la postre un retrato veraz de los dilemas a los que se enfrenta la comunidad mundial en su presente y en su futuro. Un dibujo trazado sobre unas imágenes que hablan de compromiso, testimonio personal y excelencia profesional.

Los autores de las obras presentes en esta exposición son: Samuel Aranda, Bernat Armangué, Walter Astrada, Sandra Balsells, Lurdes R. Basolí, Javier Bauluz, Clemente Bernad, Pep Bonet, Manu Brabo, Olmo Calvo, Sergi Cámara, José Cendón, José Colón, Javier Corso, Ricky Dávila, Juan M. Díaz Burgos, Ricardo García Vilanova, Antonio González Caro,  Diego Ibarra Sánchez, Sebastian Liste, JM López, Andoni Lubaki, Kim Manresa, Enric Martí, Andrés Martínez Casares, Maysun, Fernando Moleres, Alfonso Moral, Emilio Morenatti, Daniel Ochoa de Olza, Ana Palacios, Santi Palacios, Judith Prat, Abel Ruiz de León, Rafael S. Fabrés, Gervasio Sánchez, Carlos Spottorno, Rafael Trobat, Guillem Valle y  Mingo Venero.

Del 25.02.2019 al 28.04.2019. Martes a domingos. 11:00 > 14:00 y 17:00 > 21:00.
Lunes cerrado. Sala Picasso Comisariado: Chema Conesa. Organiza: CBA & DKV.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

 

Lang Lang en el Museo del Prado

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

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Lang Lang durante su actuación frente a Las Meninas. Foto © Museo Nacional del Prado

Cubamatinal / Madrid, 22 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

Más de 48.000 personas han disfrutado del homenaje de Lang Lang al Bicentenario del Museo del Prado a través de las redes sociales.

Con motivo de la celebración de su Bicentenario, el Museo del Prado recibió ayer la visita única y excepcional de uno de los pianistas clásicos más reconocidos y aclamados a nivel internacional, Lang Lang. 

Ayer, jueves, 21 de marzo, el afamado pianista chino recorrió algunas de las salas de la colección permanente del Museo del Prado para brindar su personal homenaje a los 200 años de historia de la institución y a la capacidad inspiradora de las obras que atesora.

En la sala 12, frente a Las Meninas, obra maestra de Velázquez, considerado por los españoles participantes en un estudio como el mejor pintor de todos los tiempos, Lang Lang interpretó diversas obras. Entre ellas, ‘Para Elisa’ de Beethoven y ‘Gota de Lluvia’ de Chopin. También realizó una recreación de ‘La Maja y el Ruiseñor’ de Granados.

Este homenaje extraordinario, que fue seguido por 13.000 personas en directo a través de las cuentas oficiales del Prado en Instagram y Twitter, se ha reproducido ya en más de 48.000 ocasiones y se podrá seguir disfrutando en: 

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

 

El Museo del Prado visto por los españoles

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

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El 3 de mayo en Madrid o »Los fusilamientos» Goya 1814. Óleo sobre lienzo. 268 x 347 cm. Madrid, Museo Nacional del Prado.

 

Cubamatinal / Madrid, 19 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

Con motivo de la celebración del Bicentenario del Museo del Prado, el Instituto Sondea ha elaborado un informe con la información obtenida a través de un cuestionario que se ha diseñado específicamente para proporcionar información estadística sobre la percepción que los españoles tienen del Museo del Prado, así como otras cuestiones como preferencia de autores, obras o hábitos de visita.

La  encuesta se ha dirigido a individuos de 18 a 65 años residentes en España seleccionados de forma intencional y proporcional a las cuotas de población española en función de sexo, grupos de edad y Comunidad Autónoma, obteniendo una respuesta final de 3.321 individuos, representativa del conjunto de los españoles.   Las conclusiones más destacadas del estudio son:

  1. El Museo del Prado es el museo que tienen más presente casi 9 de cada 10 españoles (86,51%), seguido del Reina Sofía y el Thyssen. El Louvre es el museo extranjero más recordado con un 32,36%.
  1. Más de 7 de cada 10 españoles se sienten muy orgullosos o bastante orgullosos del museo del Prado (71,54%).
  1. Los adjetivos con los que los españoles más relacionan al Museo del Prado son ‘Español’ (48,47%), seguido de ‘Público’ (40,98%) y ‘Universal’ (40,88%).
  1. Los calificativos que mejor definen el contenido de la colección del Prado son: “Clásico” (40,21%), “Enriquecedor” (39,53 %) y “Maravilloso” (31,31 %).
  1. De los pintores del Prado, Velázquez está considerado el mejor de todos los tiempos (37,14%) y el que mejor representa a España (40,25%), seguido en segundo puesto por Goya.
  1. Las Meninas de Velázquez es el cuadro favorito de los españoles (60,10%), siendo el elegido por 6 de cada 10. A 22 p.p. de diferencia está La maja desnuda de Goya (38,31%), seguida de cerca en el tercer puesto por el cuadro, también de Goya, El 3 de mayo en Madrid o Los fusilamientos (33,78%) y el tríptico del Jardín de las delicias del Bosco (30,05%).
  1. El cuadro que los españoles pondrían en el salón de su casa es Las Meninas de Velázquez (31,34%), seguido por un 25,44% que pondría El Jardín de las delicias del Bosco y un 23,03% que pondría Chicos en la playa de Sorolla.
  1. Para la mayoría de los encuestados la compañía ideal para visitar el Museo del Prado es su pareja (70,74%). 2 de cada 3 españoles preferirían visitar el Museo del Prado y ver los cuadros es de forma espontánea (64,40%).
  1. Rafael Nadal (17,78%), Dani Rovira (15,24%) y Alaska (14,73%) son los españoles célebres con los que un mayor porcentaje de los encuestados visitarían el Museo del Prado. Will Smith (17,43%) y el Papa Francisco (10,87) son las personalidades internacionales más mencionadas.
  1. El 94,88% de los españoles afirma que el Museo del Prado es una de las grandes aportaciones de España a la cultura universal.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta España,

Félix  José Hernández.

 

Lo indescriptible de Jenny Holzer en el Museo Guggenheim Bilbao

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

joni
Banco de caliza Indiana Buff. Texto: Erlauf, 1995. © 2019 Jenny Holzer, member Artists Rights Society (ARS), NY/VEGAP. Foto: Erik Sumption

 

Cubamatinal / Bilbao, 20 de marzo de 2019.

Querida Ofelia:

Durante más de cuarenta años, la artista estadounidense Jenny Holzer ha presentado sus mordaces ideas, argumentos y aflicciones en lugares públicos y en espacios y exposiciones internacionales, como la Bienal de Venecia, el Museo Guggenheim de Nueva York, el Whitney Museum of American Art y el Louvre Abu Dhabi. Su medio, ya se plasme en camisetas, placas o señales electrónicas, es el texto. Su producción, que se inicia en los años setenta con una serie de carteles distribuidos por las calles de Nueva York y se extiende en el tiempo hasta sus más recientes proyecciones lumínicas sobre paisajes y arquitectura, se ha enfrentado a la ignorancia y la violencia con humor, compasión y valentía.

Del 22 de marzo al 9 de septiembre de 2019, el Museo Guggenheim Bilbao acogerá la muestra más exhaustiva dedicada a su obra hasta la fecha. Comisariada por Petra Joos en colaboración con la artista, la muestra resalta la arquitectura de Frank Gehry a través de instalaciones diseñadas ex profeso para estos espacios. Entre las obras seleccionadas se incluyen los carteles con los Truismos (Truisms) y los Ensayos incendiarios (Inflammatory Essays), que se presentan con texto en cinco idiomas; placas de bronce fundido; letreros de metal esmaltado que hacen referencia a los comienzos de Holzer en el arte público; así como bancos y sarcófagos de piedra con inscripciones. Como complemento de sus obras tempranas se presentan también dibujos, objetos y recuerdos pertenecientes al archivo de la artista.

Algunas pinturas al óleo y acuarelas más recientes sobre documentos oficiales estadounidenses que se han hecho públicos reflejan la respuesta de Holzer ante la información redactada y difundida por su Gobierno a raíz de los acontecimientos del 11-S. Nuevos montajes robotizados, especialmente concebidos para la muestra, dan vida a rótulos electrónicos cuyo texto se muestra de manera continua, en ocasiones iluminando huesos humanos presentes en el espacio expositivo.

La exposición incluirá asimismo un conjunto de obras en papel y esculturas realizadas por artistas que han influido en la práctica de Holzer, como Rosa Bonheur, Paul Klee, Louise Bourgeois, Paul Thek, Charles Burchfield, Kiki Smith, Lee Lozano y Nancy Spero, entre otros.

Un gran abrazo desde la culta Bilbao,

Félix José Hernández.

 

El Museo del Prado llega a Pontevedra

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

 

pontevedra
Retrato de médico El Greco 1582 – 1585 Madrid, Museo Nacional del Prado

Cubamatinal / Madrid, 18 de marzo de 2019

Cuando se cumple el Bicentenario del Museo Nacional del Prado, cuya apertura tuvo lugar el 19 de noviembre de 1819, el museo conmemora su fundación “reflexionando sobre su historia pero con la vista puesta en el futuro”; y lo hace con un programa muy amplio y diverso. 

Entre las múltiples actividades proyectadas se encuentra la exposición “De gira por España”: durante un mes algunas pinturas de especial relevancia de la colección del Museo del Prado dejarán su espacio habitual y podrán verse en diferentes museos del territorio español, uno por cada comunidad y ciudad autónoma (excepto Madrid). 

Dentro de la Comunidad Autónoma de Galicia, en el Museo de Pontevedra se podrá contemplar, hasta el próximo 21 de abril, Retrato de médico, una obra que enlaza con las efigies de intelectuales realizadas en Venecia en el siglo XVI.

Este lienzo, que se cita en el inventario de 1686 del Alcázar de Madrid, lugar en el que permaneció hasta el incendio de 1734, cuando se trasladó al Palacio del Buen Retiro de Madrid, representa a un hombre anciano de cabellos cortos y canos, barba puntiaguda y largos bigotes, vestido de seda negra de reflejos verdosos, con puños y gorguera de hilo blanco, que se ha identificado con un médico por llevar en el dedo pulgar un anillo, distintivo en la época de los galenos.

Con gran cariño y simpatía desde nuestra querida y culta España,

Félix José Hernández.