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Crónicas coleccionables. Libros “Cartas a Ofelia”
Cartas a Ofelia es una interesante colección de crónicas escritas durante muchos años por el profesor Félix José Hernández, desde su llegada a París a principios de los años ochenta del pasado siglo XX. Incluye recuerdos de su niñez y juventud en Cuba, así como las memorias del destierro y de la vida en Europa y Estados Unidos. El catálogo de las memorias es inmenso e incluye sus entrevistas a numerosas personalidades y ciudadanos de a pie. Permite recorrer gran cantidad de países desde la óptica de sus frecuentes viajes y cruceros marítimos, o como señala el autor; “cruzar fronteras”. La colección es una verdadera joya literaria que ha recibido numerosos premios internacionales. La recomendamos. Copyright 2011 Cartas a Ofelia. Félix José Hernández Valdés
Cubamatinal / Las crónicas Cartas a Ofelia acumulan un valioso acervo cultural que acaba de incrementarse con el libro Nº 41 de la serie (Tomo XXI de la subserie “Desde las Orillas del Sena).
Por Miguel A. García
Fort Pierce FL, 3 de noviembre de 2018/ Bibliocuba/ Como es ya habitual desde el portal Bibliocuba y el semanario Cubamatinal facilitamos la descarga de la última publicación ¡y de los cuarenta números anteriores!
Bibliocuba y Cubamatinal agradecen al Prof. Felix Jose Hernandez la labor de divulgación cultural universal, así como las crónicas sobre los variados aspectos de gran interés histórico-social sobre la realidad cubana.
Desde Cuba y del semanario Primavera Digital en Cuba, enlazamos la opinión de uno de sus colaboradores habituales sobre la colección de crónicas que hoy ponemos a vuestra disposición .
El Cerro, La Habana, Emaro, (PD) Desde hace algunas semanas he estado leyendo parte de los cuarenta libros digitales que me han llegado gratuita y casi accidentalmente a mi correo por Internet, todos escritos por el cubano emigrado hacia Francia en 1981 y actual catedrático en una universidad de esa ciudad Señor Félix José Hernández Valdés. Este señor ha dedicado […]
Acaba de ser editado en Francia mi libro de crónicas N° 41 de la Serie “Cartas a Ofelia” con el título de “Desde las orillas del Sena” (Tomo XXI). Contiene 79 crónicas escritas en español, francés e italiano en 499 páginas.
Puedes encontrar todas esas crónicas y los 41 libros en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.
Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de El Diario de la Marina, se pueden leer todas las crónicas en su sitio web https://eldiariodelamarina.comy también descargar gratuitamente en Google Drive cuarentaiún libros que reúnen todas las crónicas que he escrito desde mayo de 1981 hasta agosto de 2018 en español, francés e italiano en la siguiente dirección:
Todos los libros se pueden encontrar también en el sitio web de Bibliocuba, gracias a su director don Miguel Ángel García Puñales, historiador y sociólogo cubano, presidente de la ONGD Ceninfec (Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos):
Mercurio montado sobre Pegaso, obra de Marly, Plaza de la Concordia, París.
Cubamatinal/ París, 14 de marzo de 2018.
Querida Ofelia:
Acaba de ser editado en Francia mi libro de crónicas N° 39 de la Serie “Cartas a Ofelia” con el título de “Desde las orillas del Sena” (Tomo XIX). Contiene 90 crónicas escritas en español, francés e italiano en 502 páginas.
Puedes encontrar todas esas crónicas y los 38 libros en mi sitio web www.cartasaofelia.com cuyo webmaster es el ingeniero don Leonel Mena Valdés.
Gracias al historiador cubano don Ferrán Núñez, director de El Diario de la Marina, se pueden leer todas las crónicas en su sitio webhttps://eldiariodelamarina.com/ y también descargar gratuitamente en Google Drive los treinta y nueve libros que reúnen todas las crónicas que he escrito desde mayo de 1981 hasta marzo de 2018 en español, francés e italiano en la siguiente dirección:
Desde Miami las ha publicado don Roberto A. Solera director de Cuba en el Mundo, en www.cubaenelmundo.com
Te envío el prólogo que escribió mi querido amigo Carlos Cortés:
« Milán, 2 de marzo de 2018.
Querido amigo:
Es un honor que me haces al pedirme que escriba el prólogo de tu nuevo libro de crónicas. Pero te confieso que después de haber leído los de tus libros anteriores, no sé qué podría agregar que ya no se haya escrito.
Recuerdo cuando nos conocimos en el campo de refugiados en el sur de Francia en la primavera del 1981. Yo llegaba de La Habana con mi historia a cuestas de mítines de repudio, golpes e insultos al igual que tú, tu esposa Marta y tu hijo Giancarlo, que si mal no recuerdo, tenía cinco años. Nació entre nosotros una amistad que ya dura 37 años y que estoy seguro que continuará hasta el final de nuestro tiempo, como sueles decir.
Cuando lograste mudarte para París, me ayudaste a encontrar un pequeño alojamiento gracias a una familia francesa que habías conocido.Recuerdo cuando íbamos juntos a limpiar oficinas por las noches y que nuestro lujo era el arroz con pollo que Marta nos preparaba.
Tuve la suerte de conocer en tu casa a Anna, una chica italiana encantadora, que había ido desde Milán a verles y había llegado cargada de regalos como Los Reyes Magos. Simpatizamos inmediatamente y como bien me has dicho, parece que aquella tarde Cupido estaba volando sobre París. Dos meses después fui a visitarla a Italia y no regresé a París. De aquella historia de amor nacieron nuestros dos hijos: Luigi y Paolo.
Tanto Anna como yo hemos seguido por tu sitio web, las redes sociales y tus libros, todas tus aventuras por este ancho mundo, tus éxitos, las películas y las obras de teatro que has visto; las exposiciones, museos, catedrales, monumentos que has visitado; los éxitos en los estudios y en la vida de Giancarlo; tus premios como periodista y un largo etcétera.
Considero que tus Cartas a Ofelia son una especie de diario cultural de un cubano, más que parisino, universal.
He aprendido a apreciar mucho de lo que para mí era desconocido incluso sobre la historia de nuestra Cuba, y que he descubierto gracias a tus crónicas.
Tanto Anna como yo les esperamos de nuevo por acá, bien saben tú y tu esposa que aquí siempre serán recibidos al igual que como ustedes nos han recibido en París.