Cartas a Ofelia / Crónicas de cruceros

Cubamatinal / París, 30 de marzo de 2019.
Querida Ofelia:
Port Victoria es la capital de las Seychelles, situada en el lado noreste de la isla de Mahé. Las principales exportaciones de Port Victoria son la vainilla, el coco, el aceite de coco, las conchas de tortuga, el jabón y el guano. Las atracciones en la ciudad incluyen una torre de reloj similar a la de Vauxhall Bridge en Londres, Inglaterra, el Court, Victoria Botanical Gardens, el Museo Nacional de Historia y el Mercado Sir Selwyn – Clarke. La ciudad también alberga el estadio nacional y un instituto politécnico. El puerto interior se encuentra inmediatamente al este de la ciudad, alrededor del cual la pesca y la envasadora de atún conservan la industria local más grande. Uno de los puentes más grandes de Victoria fue destruido en el terremoto del Océano Índico en el 2004.
Nuestra excursión del jueves 7 de marzo fue una relajante pausa en la playa más famosa de la isla de Mahé, donde el sueño de vivir en un paraíso tropical se hace realidad. Una breve visita al centro de Victoria y el recorrido por la carretera panorámica que nos llevó de regreso al barco completaron esta agradable experiencia.
Bajamos de nuestro barco y partimos desde el muelle hacia el oeste.
Pasamos por el centro de Victoria, una de las capitales más pequeñas del mundo, para contemplar los principales edificios de la ciudad, como la Biblioteca Nacional, el Centro de Conferencias y el Palacio del Parlamento. Una turista italiana quería que nos detuviéramos en diferentes lugares para poder tomar fotos. La guía se negó y le respondió que ella se había equivocado de excursión. Al regresar subió al autobús descalza, pues según ella le habían robado en la playa sus sandalias de 200 euros.
Al salir de la ciudad nos dirigimos a nuestro destino: la playa de Beau Vallon, sin duda la más famosa de las Seychelles. A pesar de que al exterior había +29° c;, una italiana quería que quitaran el aire acondicionado del autobús, lo cual provocó una tensión entre ella y los que no queríamos “morir” de calor.
El escenario de Beau Vallon resulta paradisíaco: arena fina y dorada, con rocas salvajes de granito diseminadas por la playa, en contraste con el azul del mar y el verde esmeralda de la vegetación.
En este entorno de fábula pasamos algunas horas de maravilloso relax tumbados en la arena, dorándonos al sol en la paz más absoluta.
La playa de Beau Vallon está rodeada por un espléndido arrecife de coral que, unido a la especial transparencia de las aguas, es un reclamo irresistible para los amantes del esnórquel y el buceo.
Además, la playa se encuentra provista de la zona de restaurantes y bares del Berjana Beau Vallon Bay Resort & Casino, donde se pueden adquirir aperitivos o agradables bebidas para alegrar nuestra estancia en este paraíso tropical.
La playa no dispone de tumbonas, hamacas ni sombrillas, todo es natural. Un turista británico se levantó y sacudió su toalla, lo que provocó que la arena cayera sobre mí. Protesté y su insolente pareja hizo lo mismo y me volvió a cubrir de arena. No tengo suerte con los turistas súbditos de su Graciosa Majestad.
A nuestro regreso recorrimos en autocar la North East Point Road, en dirección a Victoria, disfrutando de un último desfile de los encantadores paisajes de la costa de Mahé. Al llegar a la ciudad vimos a numerosas personas vestidas de rojo, que se dirigían hacia el Estadio Nacional, a los funerales del antiguo dictador France- Albert René, que había fallecido el día anterior.
Al llegar al Costa Victoria tuvimos la agradable sorpresa de encontrarnos con la encantadora dama Daniela di Croce, la Cruise Director, con la cual ya habíamos hecho otros cruceros.
A la 1 p.m. el barco zarpó hacia Nosy-Be en Madagascar. Había marejadilla y la tarde era soleada.
El Ristorante Club Victoria sirvió platos de las regiones de Molise y Basilicata tanto en el almuerzo como en la cena.
“Ehi tu, a chi sei compare?”
Es normal que te pregunten de quién eres pariente en estas tierras, porque la familia y la pertenencia al territorio tienen una gran importancia para las gentes “Lucanas” y “Molisanas”; un pasaporte de tutela y defensa de la integridad de estas magníficas tierras conservadas con amor y orgullo, porque las raíces, aquí, son sumamente importantes.
Así, el anciano, en el umbral de la puerta de casa, aconseja al joven sobre cómo mantener la viña y cómo mejorar el huerto y después, bajo la pérgola, juegan juntos a las cartas bebiendo un vaso de vino tinto rubí con reflejos naranjas y con leve aroma de madera.
Tierra milenaria en la que se siente constantemente el espíritu de la naturaleza. La cultura campesina, desde los bosques hasta las colinas, pasando por las costas y el campo, ha crecido con sencillez al ritmo de las estaciones.
Aquí el hombre es solo parte de un todo, donde las plantas, la tierra, el mar y los animales son los amables anfitriones. Este equilibrio se aprecia en los platos de la tradición, sencillos y nutritivos, a menudo a base de carne combinada con verduras, como en el caso de la ternera rellena aromatizada con “Mejorana”; o de pescado, como el típico bacalao “Arracanato”, con pan aromático, uvas pasas, piñones y apio, “al estilo del Molise”.
Nuestro almuerzo consistió en:
-Caldo de pescado estilo Molise con bacalao, salmonete, tilapia y pimientos.
-Pasta Orecchiette con berenjena y romero.
-Pulpo a la plancha con aceite de ajo servido con patatas en rodajas, tomates cherry y espinacas.
-Tarta Selva Negra.
-Vino Montepulciano d’Abruzzo Cantina Frentana.
Mientras que durante la cena pudimos deleitarnos con:
–Verduras al vapor y salteadas, con ensalada de tofu marinado.
-Risotto con queso Tomino y salsa de ternera.
-Vieiras y gambas, limón de Amalfi, y manzana Fuji.
-Pastel rústico de almendras.
-Vino Falanghina Manimurci.
A las 5 p.m. asistimos al Costa Club Show invitados por el capitán Gianfranco La Fauci. Tuvo lugar en el Teatro Festival. Nos hicieron una foto con él, la cual nos regalaron al día siguiente. Allí pudimos conversar con Don Israel Castro, Bar Manager. A este simpático hondureño lo hemos encontrado en varios cruceros.
Durante toda la noche hubo espectáculos, bailes, fiestas, etc.
Nosotros asistimos al espectáculo acrobático llegado desde Ucrania del “Dúo Space Fusion” y después a la “Fiesta Tropical” alrededor de la piscina del puente once, con el Laton dance Group y la Warning Band.
Esa noche atrasamos de una hora los relojes.
Te seguiré contando en la próxima carta sobre los tres días pasados en Madagascar.
Un gran abrazo desde Francia, donde hoy, por 20 sábados consecutivos hay manifestaciones de protesta contra las medidas aplicadas por el gobierno del Sr. Macron.
Félix José Hernández.