Economía / Economía Política

Cubamatinal/ Para continuar con el análisis de la precariedad salarial inducida en Cuba, es necesario que el lector conozca que durante años se ha trabajado en la captura de Bases de Datos que permitieran crear un sistema para medir lo más objetivamente posible el nivel socio-económico de la nación.
Por Miguel A. Garcia
Miami, 7 de noviembre de 2017/ Hoy día dicho modelo teórico se inserta como parte del reporte quinquenal “El estado de la Nación” que un grupo de asociaciones radicadas en Europa, Sudamérica y los EE.UU y federadas a los efectos de ejecutar protocolos de estudios cubanos; trabajan las actualizaciones anuales de la siguiente Matriz.
Matriz de Variables para medir Marginación y Marginalidad
1- Salario real (capacidad adquisitiva, nivel de pobreza)
2- Libertad individual (libertad económica incluida)
3- Valores críticos de vida saludable (expresado en indicadores socio-demográficos y de salud pública)
4- Acceso y calidad de los servicios públicos de transporte, telecomunicaciones e internet (entre otros))
5- Educación para la vida
6- Movilidad territorial
7- Acceso a vivienda decorosa
8- Capacidad de ahorro personal y social
Las fuentes de los datos proceden en primer lugar de los reportes oficiales de los diferentes organismos del estado cubano emitidos para su consumo interno y los correspondientes informes ya maquillados que derivan hacia organismos internacionales. En otro nivel también se rescatan reportes primarios de los diferentes Ministerios del aparato estatal cubano y los reportes de Centros Académicos cubanos -dentro y fuera de la isla- que atesoran tesis e investigaciones diversas vinculadas al tema.
Por supuesto se asimilan los datos aportados por instituciones internacionales de estudios sociales (en su más amplia gama) que elaboran índices mundiales anuales según su especialidad. También se incluyen los datos de importantes entidades financieras internacionales.
La mayor parte de esas Bases de Datos pueden ser consultadas en el portal https://bibliocuba.net como información corriente y en el caso de los estudiosos del tema se dispone de servicios especializados de Diseminación Selectiva de la Información, previa suscripción gratuita de los usuarios según su categoría profesional.
La presente serie aborda el punto número uno de la Matriz de Variables. En todos los casos cada punto cuenta con un amplio informe. En el caso del salario y los impuestos se encuentra disponible el ensayo: Las retenciones y los impuestos al salario en Cuba. 1959-2016. Análisis Crítico
Vamos a abordar entonces y -a partir de datos procedentes de analistas del propio sistema de instituciones académicas de la isla- algunos conceptos que a pesar de su manipulación mediática por el sistema de información oficial del país demuestran la degradación del indicador Nivel de Vida de la población cubana en estos cincuenta y ocho años.
Un primer dato interesante, parte de un concepto largamente denostado por la propaganda oficial cubana; el consumo.
- “El consumo, por tanto, comprende las adquisiciones de bienes y servicios por parte de cualquier sujeto económico (tanto el sector privado como las administraciones públicas). Significa satisfacer las necesidades presentes o futuras y se le considera el último proceso económico. Constituye una actividad de tipo circular en tanto en cuanto que el ser humano produce para poder consumir y a su vez el consumo genera producción.” Fuente:https://es.wikipedia.org/wiki/Consumo
La incapacidad económica de un proyecto social que comenzó por destruir la economía de mercado, pronto vinculo el concepto consumo con su variante exacerbada; consumismo.
A tal punto que la propaganda política del aparato estatal cubano exhorta la limitación del consumo a partir del uso de conceptos doctrinarios tales como la “austeridad económica” y lo relaciona con “actitudes pro capitalistas” y “contrarrevolucionarias” . Si bien es cierto que hoy en día les resulta imposible mantener el adoctrinamiento al respecto, cuando el consumo básico de encuentra en mínimos (ya a inicios de los años 90 del pasado siglo genero’ enfermedades carenciales con carácter de epidemia) y por demás los excesos del consumo por parte de la clase gobernante son públicos gracias a las redes sociales, la prensa independiente, pero sobre todo por la desfachatez evidente de la prole de tales “padres de la patria”.
Las mercancías se producen para ser consumidas, desde una simple patata, hasta un avión de pasajeros. Hasta en los manuales doctrinales de marxismo-leninismo se reconoce que las necesidades -materiales y espirituales- de la población son “siempre crecientes” y se satisfacen a través de la acción de consumir los referidos bienes.
Como, quiéralo o no, ese consumo se concreta a través del mercado y la producción mercantil -única capaz de identificar las necesidades y satisfacerlas- se basa en el acto de compraventa, conocer la capacidad adquisitiva del dinero, equivale a saber cuánto rinde el fruto del trabajo, es decir el salario real.
Utilizando uno de los resquicios informativos que se encuentran en la Red con relación a Cuba, me permito transcribir parte de un trabajo académico del autor Pavel Vidal del Centro de Estudios de la Economía Cubana. Universidad de La Habana, 2007 comenzando por una interesante tabla.
Tabla 1 Cálculo del Salario Real. Cuba 1989-2006

Leyenda:
a Es la variación porcentual anual del IPC que calcula la ONE.
b Elaboración propia a partir de los datos del mercado formal (deflactor del PIB) e informal reportados por CEPAL (1997), manteniendo una ponderación de 40% para el mercado formal y 60% para el informal (el 30% del mercado agropecuario se suma al informal)
c Balance preliminar de la CEPAL.
d ONE. Anuario Estadístico de Cuba.
e Elaboración propia de la fuente.
Algunas conclusiones del autor citado:
“Primeramente, los datos de inflación se llevan a un índice que toma como referencia el año 1989. Se obtiene que los precios actuales (fecha del dato, año 2006) son 8.63 veces mayores que en 1989; o lo que es lo mismo, 8.63 pesos cubanos actuales equivalen a 1 peso cubano del año 1989.
Para obtener entonces el salario real se divide la columna del salario nominal promedio por este índice de precios, arrojando para cada año el valor del salario promedio medido en pesos cubanos de 1989.”
Analicemos:
Su importancia radica no en los datos ya superados en negatividad, de 2006 a la fecha (aunque en 2006 eran muy negativos), sino en la metodología que demuestra que el salario -por ejemplo- de un médico especialista de segundo grado en ejercicio de docencia que en 1989 ganaba $420,00 CUP de salario mensual, -y solo para mantener el mismo nivel adquisitivo-, debería ganar en 2006 un salario de $3.624,60 CUP.
El lector no avezado en el sistema monetario cubano debe conocer que en Cuba existe un doble sistema de circulación monetaria, es decir el Peso Cubano (CUP) y el Peso Cubano Convertible (CUC), donde el primero es la moneda corriente de pago por el trabajo y el segundo el equivalente dentro del territorio nacional a las divisas extranjeras. El artificial y arbitrario sistema de canje se ejecutó durante muchos años a través de Casas de Cambio (CADECA) aplicando una tasa de 1 CUC = 25 CUP.
Hoy en dia y en virtud de los intentos de establecer una moneda única en el país, las Casas de Cambio están en extinción y en los comercios antaño dolarizados se puede comprar en ambas monedas, eso sí, con dos precios diferentes equivalentes a la tasa 1 CUC = 25 CUP.
Lamento convertirme en agorero de malas noticias, pero la “moneda única” en camino de instaurarse, seguirá siendo “play money”, los precios seguirán por la estratosfera y los salarios a nivel del inframundo.
Aquí hago un alto para proponer un ejercicio práctico al lector cubano de la isla, copie el salario mensual que devengaba en 1989 y multiplique por el factor de pérdida de valor real del dinero a fecha de 2006, es decir 8,63 ($1 cup de 1989 = $8,63 cup de 2006). ¿Cuánto debió ud. ganar en 2006 para mantener el nivel de consumo de 1989?
Al final de esta serie de artículos les facilitare entre otras, una tabla interactiva para el cálculo automático del indicador en el tiempo; les sugiero divulgarla entre familiares, amigos y conocidos.
Entre tanto, volvamos a los conceptos
Al comienzo del presente ensayo hicimos referencia a la necesidad de utilizar el método histórico. Esta metodología no es privativa de las ciencias históricas; la secuencia temporal de hechos, fenómenos, procesos y cronología de la actividad sistémica humana es de uso corriente en numerosos campos de estudio; la “historia clínica” utilizada en medicina y que constituye la base del análisis de la evolución de un paciente es el ejemplo típico de estudio longitudinal.
La evolución de la economía cubana en casi sesenta años de ensayos sociales no puede ignorar que la variable Salario Real (resultante de la correlación de Salario Nominal y el Índice de Precios al Consumo) permite medir la verdadera capacidad adquisitiva de bienes y servicios mediante el principal instrumento; el salario y su poder adquisitivo real, de ahí el término que lo identifica.
Por otra parte, medir el Nivel de Vida de la Población requiere del análisis de otras numerosas variables que no son objeto de trabajo en este ensayo, aunque serán mencionadas.
Cuando se toma como base para el análisis del IPC un estado de cuentas correspondientes a un punto de la gráfica inmediatamente anterior a la enorme crisis conocida como Período Especial, se desconoce que el poder adquisitivo del salario real ya sufrió importantes recortes en los periodos anteriores a la fecha de inicio de la gráfica.
Ese es el caso del estudio anteriormente relatado, útil pero sesgado; desconocer que el Índice de Precios al Consumo requiere su corrección anual, tomando como base el Salario Mínimo interprofesional y NO el llamado Salario Medio, es ignorar el carácter histórico acumulativo de la categoría económica conocida por sus siglas IPC. Por cierto principal caballo de batalla de los sindicatos del mundo entero para evitar la depauperación del nivel de vida de los trabajadores.
La historia del contrato social impuesto por la dictadura cubana (que en sus propios documentos programáticos se define como tal); no es más que la historia de la degradación constante de la capacidad adquisitiva de los gastos de trabajo; de los beneficios sociales que supuestamente justificaban tal imposición y de la pérdida constante de los índices de libertad en todas sus facetas.
Durante el llamado Periodo Especial se permitió por segunda vez la actividad de trabajadores autónomos por cuenta propia (la primera comenzó en 1978 y terminó a inicios de los años 80’). Popularmente conocidos como “cuentapropistas” -desde el portazo que significó a la iniciativa privada el cierre de toda actividad mediante la llamada Ofensiva Revolucionaria de 1968- sólo que en esta ocasión se vio claramente hasta dónde podrían llegar las iniciativas de los emprendedores en las peores circunstancias.
Me permito una auto cita a manera de testimonio sobre el tema: ¿Cuba con Coca Cola?, que el lector podrá encontrar en la sección Crónicas Socio-Culturales del portal https://bibliocuba.net . En todos los casos las evaluaciones oficiales (ONEI) han efectuado escasos y esporádicos análisis del IPC y en todos los casos calculado sobre la base del Salario Medio.
No por ejemplo, de una segmentación por tramos salariales donde se pueda concluir claramente cuáles son los rangos de los salarios nominales devengados por los diferentes estratos de población activa.
Cabe la posibilidad que calculen el dato para consumo propio, pero dada la política de secretismo de indicadores y la falta de transparencia informativa no se encuentran disponibles de forma pública.
Aunque es de reconocer que en gran medida por las subvenciones soviéticas y por tímidas modificaciones de la economía interna en los años 80’, la situación real del consumo básico por parte de la población mejoró algo con relación a la segunda mitad de los años sesenta del siglo XX y casi toda la década de los años setenta. Para sumergirse en las ignotas profundidades de la anti-economía desde los inicios del llamado “periodo especial” que digan lo que digan las cifras oficiales no ha terminado para la población trabajadora.
Los tiempos -breves- de alguna mejoría se enmarcan en la época en que algunos tecnócratas (Humberto Pérez como cabeza de equipo) intentaron desde la Junta Central de Planificación -JUCEPLAN- instalar el Cálculo Económico. Debate aparte sobre la factibilidad o no de la aplicación de este tipo de cálculo en el socialismo -desde que en 1920 el economista austriaco Ludwig von Mises publicara su artículo “El Cálculo Económico en la Comunidad Socialista”- y que ya fuera resuelto en la práctica socio-económica por el derrumbe de las economías comunistas donde quiera que han sido implantadas:
- En el caso de la realidad cubana la sustitución del Cálculo Presupuestario por el Cálculo Económico se instrumentó mediante una variante “Restringida” pues en opinión de la más alta nomenclatura del Buró Político -léase Fidel Castro- el sistema de cálculo “impedía la libertad operativa de los dirigentes de la revolución”.
- A esa “libertad operativa” se le nombró “la reserva del comandante” y según las propias expresiones de Fidel Castro en ocasión de la inauguración del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología el 1 de julio de 1986; la construcción de la instalación de presupuesto multimillonario consumió aproximadamente la mitad de la “reserva” en los dos años que demoró la construcción civil.
Esta fue -probablemente- la única vez que se mencionó de forma pública algo aproximado a la contabilidad de los fondos multimillonarios a disposición del Jefe de Estado y de Gobierno, Primer Ministro, Primer Secretario del PCC y un largo etcétera. Según el decir de un fallecido alto directivo de la Salud Pública cubana “todos los dirigentes tienen su pequeña reserva”.
Los años evaluados en la siguiente gráfica y tabla número 2 suman un incremento del IPC acumulado ascendente al 49,5% del sistema de precios de 1999, que si bien eran ligeramente menores a los puntos más altos de la degradación del poder adquisitivo (años 1993 y 1994) parten de la depauperación acumulada del valor de la moneda como instrumento para la adquisición de bienes y servicios y que hicieron depender a las economías familiares de las remesas familiares desde el extranjero y de la economía oculta (mercado negro).
Gráfica 1 / Tabla 2 Tasa de Inflación (precios del consumidor) (%)
(Continuará)
©Miguel A. Garcia
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