Por el Atlántico en el Costa Favolosa rumbo a Brasil

Cartas a Ofelia / Crónicas de cruceros

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Cubamatinal / Océano Atlántico, jueves 29 de noviembre de 2018.

Querida Ofelia :

Hoy amanecimos con +20°c y por la tarde tuvimos +24°c. Estábamos a 26° 50’ 14’’ de latitud norte y 16° 55’ 18’’ de longitud oeste.

Este es el primero de los cinco días que pasamos navegando por el Océano Atlántico para llegar a la ciudad de Recife en Brasil.

Te estoy escribiendo sentado cómodamente en el balcón del camarote, observando el infinito océano y un cielo estrellado espléndidamente. Estoy logrando convertir en  realidad uno de mis sueños de infancia : ¡Cruzar el océano en barco ! Por lo que estimo que es  muy cierto aquello de… « mientras haya vida, hay esperanzas. »

Hemos tenido numerosas actividades culturales, deportivas, clases de bailes, gimnasia, juegos, quiz, vídeos, cine, cartas y juegos de mesa, bingo, « live music », « paradise loto », disfrute de las piscinas y un largo etcétera.

Tanto en el almuerzo como en la cena, Il Ristorante Duca d’Orléans nos ofreció platos de la cocina de esa bellísima región italiana que conocemos bien : Apulia.

Desde et Gargano hasta et Salento, resuena en el aire la pizzica, la danza popular típica de esta región, lo que crea un ambiente festivo. Agitando un pañuelo delante de la cara, se invita al frenético baile. El desafío entre los hombres orgullosos y los colores de las faldas, que las mujeres cogen con las manos mientras bailan y dejan entrever los movimientos rápidos de los pies, nos transporta a una actuación que representa la vida con alegría, duelo, sentimiento, juego y conquista.

Entre la llanura más grande de Italia (después de la Padana) y las larguísimas costas, se extiende la antigua Puglia, donde se conservan restos de asentamientos prehistóricos. Aquí la materia prima es excelente, y las especialidades, genuinas y sencillas, suelen combinar verduras y pescado, como en la focaccia de Brindisi con alcaparras, tomate y battuta de atún en aceite; la sopa al estilo de Bari con tomate, aceitunas y mero, o los Orecchiette (pasta) con hojas de nabo verdes Prehistoria, Magna Grecia, Barroco, Renacimiento, Apulia es realmente una tierra en plural.

Y después, mar y más mar, que se pierde en el infinito, en esta punta extrema de tierra que se extiende hacia et sur, dividiendo el mar Jónico, calmo y cristalino del mar Adriático, surcado por las rutas de antiguos pueblos. Tierra al final del mundo, como la llamaban antiguamente, que separa Oriente de Occidente, en donde la paleta del pintor se completa con todos los matices del azul oscuro al azul claro. Playas de arena y de rocas en donde el aroma de los jardines con flores se mezcla con el salobre.

En la mesa hay tres pilares de la cocina pobre de Apulia: et trigo duro, las verduras y el aceite de oliva, que encontramos en todos los platos como en la sopa de espelta y ternera, en las imprescindibles orecchiette con gretos, en los strozzapreti con salchichas y en el pulpo en salsa.

Pulpo en salsa : Recuerdo a las mujeres golpeando el pulpo en las rocas para romper las fibras resistentes y que así se quede blando al cocerlo, después lo enjuagan en el mar y yo, como si fuese un niño, las miraba encantado.

El pulpo en salsa exalta su sabor cuando se une al aceite, los tomates y el vino blanco y llega a la mesa como un plato de sabor irresistible que recuerda el dulce salado del mar de Apulia.

En el almuerzo pudimos deleitarnos con :

Pinzas de cangrejos con salsa de alioli.

Pasta penne a la Tarantina con mejillones y salsa de tomate

Escalopes de pavo a la parrilla con fondue de queso.

Tarta de chocolate con crema Chantilly.

Vino Verdeca Felline.

Mientras que la cena consistió en :

Hojaldre relleno de cebolla dulce y queso gorgonzola.

Pasta orecchiette con hojas de nabo.

Carne de cerdo frita con jamón a la parrilla y queso burrata.

Dolce Bocconotto Martinese.

Vino Primitivo di Manduria Feudi di San Marzano.

A las 5 y 30 p.m. tuvo lugar en Il Teatro Herminia  el « Costa Club Show » , bello espectáculo, al final del cual nos tomaron una foto de regalo con el Capitán.

A las 9 y 30 p.m. disfrutamos del espectáculo « Casino », con una bella y sofisticada atmósfera glamorosa.

A continuación se desarrolló la simpática « Soirée Country » alrededor de la piscina principal y amenizada con la célebre música del campo estadounidense.

Terminamos la noche en Il Grand Bar Palatino a las 11 y 30 p.m., con « The Rhythm of the Night », con la música popular bailable occidental atemporal, indemodable.

Como mañana seguiremos navegando y me puedo levantar a la hora que desee, decidí escribirte esta misma noche sobre cómo pasamos el día.

Un gran abrazo desde el Océano Atlántico,

Félix José Hernández.