De norte a sur los ritmos de Anna-Eva Bergman

Cartas a Ofelia / Crónicas hispanas

Ilustración: Anna-Eva Bergman. N°12-1968.Vinilo y hoja de metal sobre tela. Fondation Hartung-Bergman,Antibes.

Cubamatinal / Madrid, 2 de noviembre de 2020.

Querida Ofelia:

El Palacio de Velázquez del Parque del Retiro acoge De norte a sur, ritmos, una muestra de Anna-Eva Bergman (Estocolmo, Suecia,1909 -Grasse, Francia, 1987), cuya obra es una de las propuestas de arte abstracto más singulares de la segunda mitad del siglo XX.

La práctica artística de Bergman se articula a partir del “ritmo”, elemento que considera esencial como parte estructural de la pintura, un ritmo fruto de combinar determinadas formas, líneas y colores. El trabajo de Bergman consiste en una particular aproximación al género del paisaje que guarda relación con la abstracción norteamericana de autores como Mark Rothko o Barnett Newmany que trata de adentrar al espectador en la experiencia del infinito que proporciona la naturaleza.

Las primeras obras de Bergmanes tuvieron marcadas por la influencia de los artistas alemanes de la Nueva Objetividad. Fue a partir de la década de los cincuenta cuando su trabajo experimentó un giro radical y se centró en la abstracción pictórica, construyendo un universo singular en torno a la línea y el ritmo. El paisaje se convierte entonces en la referencia esencial de su obra al utilizar motivos relacionados con la naturaleza o mitología escandinava.

A través de una selección de 70obras –algunas de ellas rara vez expuestas en público-realizadas entre 1962 y 1971, la exposición aborda los temas más recurrentes de su producción artística tras una serie de viajes que realizó a España y Noruega que le influyeron notablemente: un diálogo permanente entre Norte y Sur, el aspecto desértico y la luminosidad de los paisajes, los fiordos, los astros, las montañas, los barcos, los acantilados y las piedras, entre otros variados motivos.

La muestra, organizada por la Fundació Per Amor a l’Art –Bombas Gens Centre d’Art y la Fundación Hartung Bergman, en colaboración con el Museo Reina Sofía y comisariada por Christine Lamothe y Nuria Enguita, se pudo contemplar en el centro valenciano entre noviembre de 2018 y mayo de 2019 y es la primera iniciativa que se realiza en el marco del convenio de colaboración firmado entre el Museo y la Fundació Per Amor a l’Art–Bombas.

La naturaleza, protagonista de su obra.

La exposición que se puede contemplar en el Palacio de Velázquez del Parque del Retiro no es una retrospectiva al uso, sino que recoge una selección de un periodo concreto, 1962-1971, coincidiendo con una serie de viajes de Anna-Eva Bergman a España y Noruega y que la artista traducirá como un diálogo permanente entre el norte y el sur en sus paisajes, “formalmente semejantes,-dice Nuria Enguita-pero con una representación del color y la luz muy distinta”.

El recorrido no discurre de forma cronológica sino temática y comienza en la sala central del Palacio de Velázquez, bajo cuya bóveda se reúnen una serie de obras como Paisaje de Noche (1968) o Muro de hielo (1971), que avanzan, a modo de resumen, la mayoría de los motivos característicos de la iconografía de Bergman que podrán verse a lo largo del resto de la muestra: paisajes, líneas de horizontes, muros y montañas o elementos de la naturaleza como el aire, el agua o el fuego.

En un amplio espacio se exhiben una serie de paisajes de Noruega, como Montaña transparente (1967) o La gran Finnmark en rojo (1966) que reflejan las gélidas estampas de los glaciares del país escandinavo y de los fiordos de Finnmark-su provincia más septentrional y oriental-.

Frente a estos paisajes, se disponen sus trabajos de horizontes, inspirados en los paisajes de la localidad almeriense de Carboneras, donde viajó en 1962. Destaca el lienzo titulado Horizontes (1971) que se exhibe por primera vez tras haber permanecido casi medio siglo en los almacenes donde lo depositó la artista tras concluirlo. “El horizonte, lugar por excelencia de lo poético”,-explica Enguita-,“es también aquí lugar de lo político cotidiano. Bergman sintió que esos territorios almerienses le hablaban a su ser más íntimo —por el vacío y la extensión, por sus ausencias—,de forma diferente a la que lo hicieron las leyendas de los sublimes paisajes nórdicos, cristalinos e icónicos. El horizonte es aquí en esta tierra yerma el lugar donde se mira continuamente”.

Los acantilados y las barcas son otros de los motivos reflejados en las obras que están presentes en la exposición. En la obra de Anna-Eva Bergman son frecuentes las referencias a fuentes de la mitología escandinava, donde sobresale el motivo de las barcas, habitual en las leyendas nórdicas y considerado un símbolo espectral y mortífero .Como se aprecia en Barca Negra (1971), el motivo se convierte n figuras geométricas elementales, como triángulos o líneas rectas, cuyas formas llenan por completo la superficie dela tela o el papel, de modo que el paisaje resulta excluido, quedando muy poco espacio para el fondo de la composición.

La atracción de Anna-Eva Bergman por España también está reflejada en la muestra en obras como Carboneras (1963)o una importante serie de tinta china sobre papel que llamó Piedras de Castilla .Estos trabajos recogen toda la transformación que experimentó el lenguaje formal de la artista durante los continuos viajes que realizó a la península ibérica hasta principios de los años setenta. La obra de Bergman va evolucionando hacia formas cada vez más simples y hacia una gama cromática más restringida.

Sobre Anna-Eva Bergman y su obra

Anna-Eva Bergman estudió Bellas Artes en Oslo y desde sus primeras pinturas, realizadas en 1924, muestra su interés por captar la luz muy especial del paisaje noruego. En 1929se trasladó a Francia, donde conoció al también artista Hans Hartung y formó parte de la Escuela de Arte de París.

En sus inicios, su obra está marcada por la influencia de los artistas alemanes de la Neue Sachlichkeit [Nueva Objetividad]. Su pintura empezó siendo figurativa y, aproximándose a la caricatura, realizó encargos de ilustración para diversos medios. Trabaja con la tinta, la acuarela, con líneas simples y colores primarios.

En1933 se establece en Menorca con Hans Hartung, cerca del pueblo de Fornells. Las pinturas y acuarelas que Bergman producirá durante su estancia en Menorca muestran un mayor interés por la geometría y por las formas simples arquitectónicas.

Después de un tiempo sin trabajar, a partir de 1946 vuelve con intensidad a la pintura, emprendiendo a finales de 1948 una vía no figurativa, dando un giro de la figuración de corte expresionista hacia la abstracción pictórica. Este período marca un punto fundamental en su creación, que la lleva a construir un universo singular entorno a la línea y el ritmo.

Establecida definitivamente en París en 1953, su obra marca el momento en el que el encuentro de la línea y la progresiva exploración de superficies de color afianzan su obra frente a la deriva de la abstracción y las tendencias informalistas en boga.

En 1958, conjuga por primera vez en sus pinturas el repertorio de formas que viene desarrollando en su obra desde 1952: piedra, luna, astro, planeta, montaña, estela, árbol, tumba, valle, barco, proa y espejo. En 1962Anna-Eva Bergman realiza un viaje a Andalucía, en concreto al municipio almeriense de Carboneras que fue determinante para su obra ya que allí comenzó a elaborar sus primeros horizontes, motivo que le hace retomar el contacto con los paisajes noruegos.

Tras un viaje en barco en 1964 a lo largo de la costa noruega, Bergman vuelve con más de un millar de fotografías y empieza a trabajar a partir de bocetos y fotografías, a las que seguirá remitiéndose en sus pinturas durante varios años.

En 1967 representa a Noruega en la sección de pintura de la Bienal de São Paulo y en 1984 es nombrada miembro titular de la Academia Europea de las Artes y las Ciencias.

Catálogo

Con motivo de la exposición, el Museo Reina Sofía ha editado un catálogo, en castellano e inglés, que incluye una introducción de Thomas Schlesser, director de la Fundación Hartung-Bergman, y una presentación conjunta de Nuria Enguita, directora del IVAM y comisaria de la muestra, y de Manuel Borja-Villel, director del Museo Nacional Reina Sofía. Además de un listado de obras y una biografía artística de Anna-Eva Bergman, el catálogo también contiene ensayos de diversos autores como Romain Mathieu, Teresa Lancetao Michael Tarantino.

FECHAS: 22 de octubre de 2020 / 4 de abril de 2021

LUGAR: Palacio de Velázquez. Parque del Retiro (Madrid)

ORGANIZACIÓN: Fundació Per Amor a l’Art –Bombas Gens Centre d’Art y la Fundación Hartung Bergman, en colaboración con el Museo Reina Sofía

COMISARIADO: Christine Lamothe y Nuria Enguita

COORDINACIÓN: Andrea Pérez Envid

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.

Culpa y deudas de Dierk Schmidt

Cartas a Ofelia / Cronicas hispanas

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Untitled (Human Remains in Berlin) [Sin título (Restos humanos en Berlín)
 

Cubamatinal / Madrid, 8 de octubre de 2018.

Querida Ofelia:

El Palacio de Velázquez del Parque del Retiro acoge la primera retrospectiva en España del artista Dierk Schmidt (1965, Unna, Alemania), organizada por el Museo Reina Sofía, titulada Culpa y deudas, y que reúne un amplio conjunto de obras creadas desde la década de los 90 hasta la actualidad.

 

La trayectoria del artista alemán está ligada desde sus inicios a la crítica social, política e institucional. Schmidt se vale de lo estético y lo visual para abordar, por ejemplo, las omisiones y violencias de los relatos coloniales, uno de los temas centrales de su obra junto a la necesidad de restitución de objetos expoliados y la legislación internacional al respecto, la manipulación en los discursos museográficos o la condición artificiosa y espectacular de la política televisada.

La obra de Schmidt parte del género de la pintura histórica en la línea de artistas como Théodore Géricault, Öyvind Fahlström, Richard Hamiltono Allan Sekula. En sus proyectos de investigación, Schmidt utiliza de modo prioritario la pintura para explorar los límites de lo visible. Aun así, esta nunca llega a ser un instrumento artístico autosuficiente, sino que se complementa con textos e intervenciones en la arquitectura, de manera que sus obras no se captan solo solo con la mirada, sino también a través de la lectura y la experiencia física.

Su forma de trabajar se basa en una constante investigación tanto sobre los acontecimientos que se producen en el mundo como sobre la materialidad de la pintura, empleando una extensa variedad de medios (vidrio, plástico o lienzos) y Técnicas con las que multiplica los distintos significados de sus trabajos.

Culpa y deudas

Esta exposición, que supone la presentación más completa de su obra hasta la fecha, toma su título de las primeras traducciones alemanas del clásico de Dostoievski, Culpa y expiación (1866), luego traducida como Crimen y castigo. Schmidt comparte el tema de la novela, que trata del poder y sus abusos y de su vínculo con dilemas éticos y económicos, y aborda, como Dostoievski, la cuestión de la expiación individual en el entorno colectivo de la culpabilidad del Estado.

El Palacio de Velázquez es el marco donde se articula Culpa y deudas a partir de dos ejes de obras subjetivas y objetivas. Las obras que se derivan de la experiencia personal o de una subjetividad localizada se encuentran en las salas del ala izquierda del Palacio y los proyectos basados en la investigación objetiva se agrupan en las salas de la derecha. En medio, en el vestíbulo principal del edificio, varias obras de investigación e impugnación establecen una relación entre ambos extremos.

Schmidt, siempre atento a los contextos en los que desarrolla su práctica, ha realizado una intervención en la arquitectura del Palacio, Holesin the main hall(Agujeros en la sala, 2018). El artista ha practicado varios agujeros en una de las paredes interiores, de forma que si el visitante mira a través de ellos, la vista que tendrá de El Retiro no era muy distinta de la que encontraban los visitantes de las primeras exposiciones que albergó este lugar, que fue construido con motivo de la Exposición nacional de minería, artes metalúrgicas, cerámica, cristalería y aguas minerales en 1883, y que acogió también la Exposición general de Filipinas, Marianas, Carolinas y Palaosen 1887. De esta manera, la exposición establece una relación histórica entre la institución dedicada al arte contemporáneo y los marcos institucionales de la modernidad colonial e industrial.

Frente a la entrada principal del Palacio de Velázquez encontramos una nueva serie que Schmidt ha creado específicamente para esta exposición Focus on a Showcase Concerning the Archaeologist Julio Martínez Santa-Olalla (Foco sobre una vitrina relativa al arqueólogo Julio Martínez Santa-Olalla, 2018), que muestra una vitrina del Museo Arqueológico Nacional (MAN) y diversos objetos de la colección perteneciente al arqueólogo, fruto de las expediciones que realizó en la década de los 40 en el Sahara español, que el Estado adquirió en 1975.

Schmidt representa la vitrina del Sáhara que hay en el MAN pintada sobre cuatro placas de vidrio dispuestas de forma horizontal sobre el suelo, donde se abren a lo largo y ancho del eje central del edificio. La pieza funciona, así, como un espejo de la arquitectura del Palacio de Velázquez y refleja la estructura del techo.

Colonialismo y restitución

Uno de sus proyectos de investigación más importantes es Die Teilung der Erde—Tableaux zu rechtlichen Synopsen der Berliner Afrika-Konferenz(El reparto de la Tierra – Paneles sobre la sinopsis jurídica de la Conferencia de África en Berlín, 2005-2007). Compuesto por dos grupos de imágenes, el trabajo aborda la Conferencia de Berlín de 1884-1885, donde trece Estados europeos, más EE. UU., acordaron repartirse África, dando lugar a una nueva definición y legitimación del colonialismo.

Los dos conjuntos del proyecto, Salzburg Series (Serie de Salzburgo, 2005) y Kassel Series (Serie de Kassel, 2007) están formados por grandes pinturas sobre lienzo de formato vertical que tratan de traducir, en abstracto, la relación entre estructura y texto. Sobre un fondo de cartografías que delimitan sitios y territorios se ha añadido texto y símbolos en silicona.

Los sistemas jurídicos y económicos, las políticas transnacionales y la violencia estructural dirigida hacia el continente africano están representadas a través de un sistema de diagramas y códigos cromáticos, con símbolos que explican los efectos reales de estas abstracciones sobre los territorios y poblaciones.

Con cinco paneles y cinco grabados de la Conferencia de Berlín, sacados de periódicos de la época, la Serie de Salzburgo parte de la Conferencia y analiza sus consecuencias hasta llegar a la demanda presentada en 2001 por el Organismo para las Reparaciones del Pueblo Herero (HPRC) para la compensación económica por la «guerra de exterminio» que el Estado alemán llevó a cabo entre 1904 y 1908 contra los pueblos nama y herero del África del Sudoeste alemana (la actual Namibia).

Por su parte, la Serie de Kassel, presentada en la Documenta 12 en 2007, se compone de catorce paneles y se creó a partir de una investigación llevada a cabo durante una estancia de Schmidt en Namibia. Esta serie resulta más fácil de descifrar en la medida en que la información que estaba en catálogos y folletos se integra en los paneles.

En la exposición se pueden ver dos imágenes de políticos sacadas de los medios de comunicación y pintadas en estilo figurativo que rompen la forma de representación de ambas series. Una de ellas, perteneciente a la Serie de Salzburgo, es un óleo del presidente ruso, Vladimir Putin, hablando con Alpha Oumar Konaré, presidente de la Comisión de la Unión Africana, durante la cumbre del G7+1 celebrada en Escocia en 2005. La otra, incluida en la Serie de Kassel, es un retrato de la antigua ministra alemana de Cooperación Económica y Desarrollo Heidemarie Wieczorek-Zeul en la que aparece llorando en público mientras se disculpa por la responsabilidad del Estado alemán ante los pueblos herero y nama.

Los dispositivos museográfios son motivo de atención en la serie Broken Windows 2.0(Vitrinas Rotas 2.0, 2013) y Broken Windows 6.3(Vitrinas Rotas 6.3, 2014-2016)donde el artista apela a este soporte omnipresente en los museos para aludir a la descontextualización y fetichismo del objeto etnográfico, al empobrecimiento de la experiencia. Además, estos vidrios pintados por Schmidt retienen la condición de marcos y encuadres mediante rasguños y perforaciones, “remitiendo a las prácticas coloniales de saqueo o a iniciativas de resistencia y restitución”.

Broken Windows 6.3consta de expositores vacíos que representan la función abstracta de la vitrina sin los objetos que normalmente tiene asociados. Las pinturas de Broken Windows 2.0están hechas sobre cristal acrílico sobre los que Schmidt ha pintado la vitrina vacía, la pared del museo con el impacto de la bala de la Segunda Guerra Mundial o el Neus Museum, con el busto de Nefertiti.

Estas dos series de Broken Windows representan cuadros históricos a los que, en apariencia, se ha quitado toda sustancia histórica, y donde las vitrinas vacías, con dibujos de roturas, agujeros y fragmentos de texto, cuestionan la legitimidad de los objetos que deberían albergar.

En la siguiente sala dos obras reflejan la destrucción del medio ambiente y la sustracción de imágenes. La serie de Image Leaks – On the Image Politics of Resourdes  (Filtración de imágenes – Sobre la política de imagen de los recursos, 2011-2014) trata del vertido de crudo en 2010 de la plataforma petrolífera Deepwater Horizon, propiedad de BP, y de la operación que la compañía puso en marcha para controlar la imagen pública de la posterior contaminación del golfo de México. Para Images Leaks, Schmidt pintó unas hojas de vidrio con alquitrán y betún de base oleosa, creando de este modo un cuadro que se instala encima de las cabezas de los visitantes de la sala.

Por su parte, Seascape (Marina, 2011) pintado también con alquitrán, entronca con la tradición de las «marinas» y muestra la superficie contaminada del océano con unos magníficos efectos de reflejos y los colores del arco iris.

La crítica institucional, otro de los focos de atención de Schmidt, se ha materializado en acciones junto al colectivo activista Artefakte // anti-humboldt, y se puede ver en obras como Berliner Schlossgeister (Fantasmas del Palacio de Berlín, 2002-2004), en la que denuncia la contradicción que implica la reconstrucción por las autoridades alemanas de un palacio imperial del siglo XVIII para convertirse en la sede del Humboldt Forum, el museo universal de las culturas del mundo.

Uno de los casos más importantes del trabajo del grupo Artefakte//anti-humboldt fue el regreso en 2011, de veinte cráneos herero y nama a Namibia. Esta acción se representa en otra de las obras de Schmidt pintadas sobre vidrio: Untitled (Human Remains in Berlin) (Sin título (Restos humanos en Berlín, 2014-2015). Se trata de una fusión o superposición de imágenes de la ceremonia de restitución, en 2011, de las calaveras herero y nama con el cuadro del artista berlinés Hans Looschen Altperuanische Gräberfunde (Hallazgos de tubas en el antiguo Peú,1905).

Las salas del ala izquierda del Palacio acogen las obras más tempranas y “subjetivas” de la producción de Schmidt. En ellas se abordan cuestiones como la crítica capitalista, la precariedad del trabajo, la alienación o la artificiosidad de los debates televisados.

Las obras de la serie McJob (Trabajo basura,1997-2002) abordan la cuestión del trabajo; en concreto, la del trabajo alimenticio del artista: pintar. Pintadas sobre láminas de plástico transparente los cuatro cuadros se inspiran “literalmente en la falta de fundamento, con espacios en blanco que las abren a la pared que tienen detrás: una imagen de la emergencia económica que fragmenta el espacio social, los cuerpos individuales y el tiempo” en palabras del comisario Lars Bang Larsen. “La inestabilidad de las láminas de plástico”, continua, “insinúa la precariedad y el carácter efímero de lo que se gana como, por ejemplo, pintando vagones de tren con pintura tóxica”.

Mediante la exposición de procesos audiovisuales de edición e incongruencias ópticas en las imágenes, Schmidt cuestiona el concepto de subjetividad visual del espectador, fomentando la crítica y análisis de lo que se está viendo. En I Know Something . . . You Don’t Know . . . «When opinion becomes an occasion for calculation» (Sé algo… que tú no sabes… “Cuando la opinión se convierte en una oportunidad para hacer cálculos” 2001–2006) crea una versión ficticia de un programa real de debate político de la televisión alemana con el fin de examinar las cualidades del espectáculo y la artificialidad que caracterizan a la de las economías dominantes del mundo.

La pintura sobre lámina de plástico IBM Sticks on Hollerith (IBM se ciñe a Hollerith, 2007) muestra una escena de investigación de las conocidas como “tecnologías Hollerith”, que los nazis emplearon para coordinar el Holocausto. Schmidt amplía esta historia y la lleva a los debates contemporáneos acerca del pago de indemnizaciones por parte del Estado y de la industria a las víctimas de trabajos forzados.

Finalmente, el tríptico Denk Alles—o.T.—Laufweg (Piensa en todo – Sin título – Sal corriendo, 1995) reúne elementos opuestos y los hace coincidir: abstracción y concreción, monocromo y figurativo, lleno y vacío, maquinal y accidental, disolución y formación. Según el comisario “es como la plasmación del diálogo entre las diversas formas, fuerzas y argumentos que se desarrolla en la cabeza del artista y que define el motor político-estético de su proyecto”.

Dierk Schmidt. Culpa y deudas.

Fechas : 9 de octubre de 2018 – 10 de marzo de 2019.

Lugar : Palacio de Velázquez. Parque del Retiro.

Organización : Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

Comisariado : Lars Bang Larsen.

Coordinación : Patricia Molins y Leticia Sastre.

Un gran abrazo desde nuestra querida y culta Madrid,

Félix José Hernández.