Más de lo mismo, pero con otra mortaja (Segunda parte)

Opinión /  Ensayo: Análisis del comportamiento de una plaga (en cuatro partes)

fidel con los carboneros de soplillar
Imagen de Fidel Castro en la Nochebuena de 1959. «Sopillar» Ciénaga de Zapata. En plena efervescencia del inicio de la primera fase de la ola populista. La imagen ha sido divulgada en una página de la ACN (Agencia Cubana de Noticias), 23 de diciembre de 2018 como parte de la campaña actual para mantener el culto a la figura del dictador cubano.

Cubamatinal / Aún recuerdo las Navidades de 1959, era la euforia de la mayor puesta en escena populista acaecida en nuestra tierra. No es que hayamos carecido de políticos populistas con anterioridad durante la corta existencia de la República.  Ni tampoco hicimos asco de la práctica socio-cultural de endiosar a los políticos. Ambas prácticas estaban bien sembradas en la psicología social de la joven nación.

Por Miguel A. García 

Fort Pierce, 22 de enero de 2019/ CM/ De ejemplos anteriores baste con recordar la campaña  de Eduardo Chibás con su lema «vergüenza contra dinero» representado en la escoba que serviría para barrer todos los males de la República; que terminó en un «intento suicida» mal calculado con las consecuencias para el orador -devenido suicida real- y para un partido político estructurado sobre la base de su estilo populista dependiente de su personalidad esquizoide.

También  las ediciones de la vida de Jose Martí, algunas tan influyentes como las de  Luis Rodríguez Embil ; «José Martí, el santo de América (1941)«y «Martí, el apóstol (1933)»  de Jorge Mañach, prepararon condiciones para –en su transliteración a «ediciones populares«-  sembrar la idea de la «traición a los ideales de la independencia» identificando estos como conceptos de una sociedad «igualitaria» no sólo en derechos humanos, de libertades económicas, civiles y políticas;  sino también en el acceso y reparto igualitario a priori de la riqueza nacional. Idea socialista no comprendida para nada en el ideario martiano, aunque sí la de Justicia Social; ver Escenas Norteamericanas Jose Marti («Carlos Marx ha muerto»).

La histeria populista de Chibás y el endiosamiento de los próceres de la independencia cubana, en especial de la figura de José Martí (aunque no la única) ; hacían juego con la tendencia chovinista -natural de naciones recién fundadas como nuestro pueblo isleño-, que aprovechando el momento del golpe de estado de Batista sería utilizado por el más grande y experimentado aparato de manipulación populista ( las redes globales de Partidos Comunistas), esta vez con la «joven promesa» de un  Fidel Castro a la cabeza del asalto y secuestro de la nación.

La trayectoria política de Fidel Castro es evidentemente el tránsito de un hombre extremadamente ambicioso en busca del  poder absoluto –sin hacer ascos al dinero por supuesto, ver «La guerrilla de Fidel Castro tenía un presupuesto de lujo» , poseedor además de un ego monstruoso y de una falta de escrúpulos proverbial.

Mucho se ha escrito sobre su condición de abogado; sin embargo casi nunca se habla de su grado en Ciencias Sociales, –especializado en Política, su verdadera vocación– y de su interés por la Economía Política, que no llegó a cursar. Estudio este último para el que al parecer no tenía aptitud; si a sus fracasos continuados en la intervención de la vida económica de la nacion nos remitimos

Su temprana alianza con la URSS y el bloque de la Europa del este comunista, al que solían llamar el «socialismo real«; se basó en ofertar la posición geográfica de Cuba como moneda a cambio del apoyo para su premeditado enfrentamiento con los Estados Unidos, (el nivel real de un contrincante se mide siempre por el tamaño y poder del enemigo real o ficticio al que reta; así como las alianzas de las que se nutre para llegar a detentar el propio poder).

Así se creó un gigantesco «portaaviones» de 109,884.01 km² de superficie a menos de 150 km de distancia del sudeste de los Estados Unidos y puso a un tiro de piedra del territorio continental americano la amenaza soviética que desde antes del fin de la II Guerra Mundial el gigante del norte se empeñara en mantener alejada de sus costas; dando por supuesto que esa amenaza apuntaba -como antaño Japón-  hacia la costa del Pacífico. Todo ello toma cuerpo a escasos dos años de hacerse con el poder en Cuba.

Los cambios socio económicos radicales descritos someramente en la primera parte de este ensayo; posibilitaron la continuidad de la fiesta populista, así como la implementación del gigantesco aparato de adoctrinamiento masivo a la población nacional, abiertamente instaurado desde el propio 1959 y que terminará de cerrar el circulo hacia 1961 el llamado «Año de la Educación«. Por cierto la nueva costumbre «nacional» de dar nombre propio a los años nos facilita la descripción de la tendencia manipuladora de  cada etapa anual del gigantesco aparato de propaganda política  que se entroniza en el país. 

Sin embargo la entelequia conocida como «Revolución cubana» no hacía más que continuar la tendencia nacional «revolucionaria«, heredada de las guerras de independencia y de cuantos reclamos  -lícitos o no-  se quisieran llevar a efectos a lo largo de nuestra corta historia con identidad nacional por diferentes actores sociales. La propia definición de «revolución«, en sus cuatro primeras acepciones lleva implícitos los cambios mediante el uso de la violencia.

No obstante para Castro y su séquito, el problema no era llegar al poder pues ya habían llegado a él mucho más rápido de lo que nunca soñaron. El problema consistia en mantenerse de forma permanente; para ello utilizaron tres carriles, siempre con el populismo en acción:

  1. Supresión de cualquier posibilidad de oposición interna (militar, política y económica)
  2. Búsqueda de una potencia garante bajo cuyo paraguas cobijar sus apetencias y evitar las acciones de la nacion que evidentemente seria su enemigo natural: Estados Unidos de América.
  3. Elevar la fantasía populista-nacional-chovinista (montada sobre la plataforma comunista) a nivel de ideología masiva para la población; mediante un sistema de instrucción que modificara radicalmente la estructura cultural de la nación.

El proyecto de ingeniería social para la deconstrucción nacional, ejecutado a lo largo de estos sesenta años (casi cuatro generaciones) ha logrado sin dudas una modificación sustancial de la cultura y el comportamiento cívico de la población.

Todo ello logrado durante seis decenios con un nivel de penetracion e influencia en organismos internacionales para nada correlativos al tamaño demográfico, economía real o fuerza militar propia de Cuba. Sobre este error de calculo volveremos en la tercera parte del ensayo con ejemplos contrastados y verificables en línea.

La base para todo ello resultó ser la existencia de una población de algo más de once millones de personas que según se tercie se utilizan como los ejércitos mercenarios más grandes y baratos del mundo o esclavos laborales casi gratuitos.

Si se observa con detenimiento el documental «Fiel Castro» –recomendado en la primera parte de este ensayo- permite ver la evolución en el tiempo de la manipulación a la población cubana por el gran discursante nacional.

Nota: Pido disculpas por reiterar la visualización del documental, pero es -a mi modesto criterio- un testimonio gráfico irreemplazable como testimonio del ejercicio técnico y del arte de la manipulación de masas.

Título: “Fiel” Castro

Ficha Técnica:

  • Director: Ricardo Vega
  • Duración: 51 minutos
  • Productoras: Telebemba y Lunáticas Producción

 

Algo que ya presentamos en un Paquete Informativo hace algunos meses; «El discurso oral y uso de los medios de difusión masiva, para la manipulación política de la población cubana» con base a la Tesis doctoral «La estrategia de dominio en los discursos de Fidel Castro» de Ana Maria Corralello en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires y que incluye otros materiales de interés que se pueden consultar desde el enlace superior al Paquete Informativo.

La esencia de todos los materiales puestos a disposición del lector se resumen en: 

  • El discurso populista utilizado en Cuba, lleva como base el uso preferente de las emociones por sobre el raciocinio mesurado; exacerbando el ego de la población receptora del mensaje. Para ello no duda en tergiversar los hechos históricos, creando una historia patria en paralelo, de ser posible con un destino manifiesto; «el arribo de un mesias politico» para el que parece haber sido diseñado todo el discurrir histórico de la nacion. 
  • Se parte de la existencia previa de ídolos políticos elevados a la categoría de «Apóstoles o de Santos» y aceptados de forma masiva como tales, de los cuales se transmutan sus cualidades a la figura del político discursante.

Esto es importante identificarlo, pues la tendencia reactiva al reconocer la manipulación a que ha sido sometida la población; tiende a atribuir las culpas exclusivamente a la casta político-militar dominante, ignorando el diseño previo a ese «estado de gracia» al que se ha obligado a las últimas cuatro generaciones de cubanos.

Ese «diseño previo» se viene datando desde casi un siglo antes de alcanzada la independencia. Es algo lógico en un estado nacional que comienza a tomar interés en desgajarse de España de manera muy lenta y calculada y que no inicia los primeros pasos hacia la independencia desde los cabildos, sino desde las logias; organizados por ricos hacendados criollos, al amparo y reflejo de la situación política de España en la segunda mitad del siglo XIX.

El nacionalismo independentista en una nación -carente en la práctica de masas descendientes de  la población autóctona de las islas- con una población esclava de variadas procedencias geográficas,  llamadas «naciones» muchas veces rivales entre sí, no viene a concretarse más que a partir de la primera guerra de independencia, también llamada «de los 10 años» (1868-1878). Es bien conocida la influencia de la Guerra de Independencia en Haití; «el miedo al negro«.

Ya desde el término de la guerra (1878) comienzan a tejerse leyendas sobre las causas de la derrota de las armas cubanas, atribuyendo más a las diferencias entre cubanos ( que sí estaban presentes por cierto) y a las carencias de materiales y pertrechos (también otra vez sí como un flagelo durante toda la guerra) que a la real existencia de un poderoso y bien pertrechado ejército enemigo que no pudo ser derrotado.

Esa leyenda nacionalista a ultranza se incrementó durante la tercera guerra (1895-1898) y se multiplica después de concluido el conflicto, (del cual por cierto salimos victoriosos gracias a la alianza con el ejército norteamericano) para después crearnos el mito histórico de la «poca importancia de la intervención americana» en la derrota del ejército español. ¿A quién no le enseñaron esa versión sobre el fin del colonialismo español en Cuba? 

La manipulación populista desinformadora –de la nueva casta político-militar gobernante– dirigida a la población cubana,  unió al control total de los medios de difusión masiva de información, un estructurado plan de reeducación total de la nación; esa sería la verdadera fuente de enraizamiento del poder absoluto; estamos hablando del Sistema Nacional de Educación, creado para perdurar durante generaciones que se irán moldeando como «el hombre nuevo» y que aún hoy en día presentan como un «logro» en el Desarrollo Humano de la Nación. Aunque ya sabemos sobre el alcance real de tamaño engendro.

(Continuará)

Más de lo mismo, pero con otra mortaja (Primera parte)

Opinión /  Ensayo: Análisis del comportamiento de una plaga (en cuatro partes)

miseria

Cubamatinal / Hace muchos años en 1988, -cuando visite asombrado la  Polonia en huelgas contra el comunismo- y poco antes de incorporarme por propia decisión a las filas de los que cambiamos la simulación de supervivencia por la oposición al régimen de la hoz y el martillo; estaba convencido, -tal como lo sigo estando hoy- que las camarillas dominantes de regímenes dictatoriales que asumen el poder a sangre y fuego, no abandonan la poltrona de “las mieles del poder” salvo que se les eche por la fuerza o les llegue la muerte,  casi siempre en blanda cama imperial.

Por Miguel A. Garcia

Fort Pierce, 29 de diciembre de 2018/ CM / El propio Federico Engels, uno de los “padres fundadores” de la entelequia comunista, dedicó un capítulo entero de su obra filosófica Anti Dühring (1878), al análisis de la Teoría de la Violencia Social.

No hizo más que sistematizar los conocimientos históricos de su época para argumentar las diferentes vías de los cambios sociales en las relaciones de dominio al uso; en lugares y tiempos históricos concretos. Mucho antes (en 1848) ya había participado junto a Carlos Marx en la redacción del “Manifiesto Comunista”;  cuya doctrina teórica constituye la más influyente versión reduccionista de la historia de la humanidad  con fines evidentemente doctrinarios a la vez que una pieza propagandística presentada en un formato simplista capaz de transmitir a las grandes masas de trabajadores una especie de nuevo evangelio; “Un fantasma recorre a Europa: el fantasma del comunismo.

Ese fantasma, además de apropiarse de la Economía Política como ciencia histórica, –mediante el ejercicio de un flagrante plagio teórico  ya enunciada desde dos siglos antes; ver Antoine de Montchrestien y Adam Smith.

En su obra, Engels propone diversas vías para el asalto al poder político, introduciendo la variable de la intervención sobre la propiedad, centro del adoctrinamiento directo ya utilizado en el Manifiesto Comunista.

Como en toda obra de los “clásicos” alemanes, mezcla datos históricos para justificar conclusiones preconcebidas. Sin embargo, lo más importante -y por lo que hago referencia a la obra en los párrafos anteriores-, es que reconoce la violencia social no sólo como un acto de violencia física sobre los contrarios, sino también como el logro de un estado de “correlación de fuerzas favorables” que permita el acceso al poder de forma relativamente incruenta; aunque violenta de todas formas.

Ejemplo de esa vía -o carril teórico-  en la práctica hispanoamericana contemporánea, se hace evidente en la serie de gobiernos populistas  que alcanzaron el poder con posterioridad a la creación de la nueva “Santa Alianza conocida como Foro de Sao Paulo.

La combinación de la vía electoral populista, corrupción político administrativa y la construcción de un inmenso entramado de financiamiento, permitió que partiendo de la inmensa experiencia de Cuba en gobernar de forma totalitaria, sistema de adoctrinamiento a la población, represión interna y acciones de desestabilización internacional (desde la Crisis de los Misiles en octubre de 1962, guerrillas en África e Iberoamérica, intervención durante más de 11 años de ejércitos regulares cubanos en África, así como el casi desconocido apoyo logístico que se brindó al intento de golpe de estado en Venezuela por Hugo Chávez en 1992, entre otros) se estableciera un nuevo frente; una especie de “Entente para retomar la antorcha de la desaparecida URSS y su bloque tras el “Telón de Acero”, cuyo objetivo declarado en tres “Internacionales Comunistas”, era llevar a todo el planeta a una nueva “Formación Económico-Social” según define en su propia página el instrumento on-line de adoctrinamiento escolar cubano EcuRed.

A 28 años de creado el Foro de Sao Paulo, las costuras de Frankenstein saltan a la vista; con Fidel Castro muerto en cómoda poltrona al igual que Chávez (aunque en ambos casos se dude si las fechas de los anuncios de sus respectivas muertes coincidieron con las fechas reales de los decesos), Lula en prisión convicto de corrupción político-administrativa en el caso Lava Jato del entramado Odebrecht. Por otra parte el exmandatario Ecuatoriano Rafael Correa, fue llamado a juicio y prisión relacionado con una orden de secuestro en Bogotá que presuntamente ordenó sobre un periodista y opositor político en 2012.

Venezuela en una crisis de miseria y violaciones de los Derechos Humanos que la ponen en las miras de medio mundo; ¡el otro medio mira para otro lado! o se presta a hacer el payaso en el apoyo a la dictadura (como el expresidente Zapatero de España). Nicaragua a lo suyo; los Ortega y comparsa siempre fueron reconocidos violadores de Derechos Humanos; Evo Morales a lo de siempre, populismo indigenista para volver a modificar la Constitución y perpetuarse en el poder.

¿Y Cuba ?

La antaño República de Cuba, yace amortajada. Próximamente, a menos de 72 horas de publicar estas líneas cumplirá 60 años de su deceso.

En estos sesenta años han nacido al menos tres generaciones de cubanos y han llegado a la adultez; sin contar la generación nacida antes del deceso republicano y a la que nos tocó por desgracia cursar las primeras letras – y las segundas y las terceras-  con los programas de adoctrinamiento tempranamente instrumentados por el «gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo» que gustaba declamar  Fidel Castro en sus primeros discursos, sin mencionar que era cita del discurso de Abraham Lincoln en Gettysburg el 19 de noviembre de 1863

Algunos lectores me han preguntado si esa cita era legal; mi criterio sin ser especialista en el tema, es que si no hay una ley que penalice un discurso oral improvisado cuando utiliza  frases  de discursos ajenos conocidos; es al menos un problema ético. Hasta el mismo momento en que se publique la transcripción taquigráfica del nuevo discurso y se omita intencionalmente la inserción de una nota o cita entrecomillada de la frase.

Vayamos  al contenido de este «arroz con mango» ecléctico cubano; como el «gobierno revolucionario« llegó al poder por las armas – y repartiendo dinero a oficiales del ejército enemigo dicho sea de paso- tenía un muy débil compromiso de restituir el ritmo constitucional del país.

Para consolidar en su propio beneficio esa falta real de compromiso con la restitución de la democracia en el país;  inició un grupo de acciones encaminadas a encumbrarse en el poder como megalómano nacional, a saber:

  • Disolución del ejército constitucional y creación de un ejército exclusivamente dependiente del mando totalitario a imagen y semejanza de los ejércitos de los países del bloque comunista, antes incluso de la proclamación del «carácter socialista»  del gobierno de  facto.
  • La nación se mantuvo sin siquiera la actual simulación legislativa-constituyente desde 1959 hasta 1977. En ese periodo de tiempo se gobernó por decretos, nombrados como «Leyes revolucionarias», amparadas en la llamada «Ley Fundamental», es decir un decreto militar fuera de términos constitucionales a imagen y semejanza de los tan criticados «Estatutos » de la dictadura Batistiana y refrendados con las firmas sucesivas de dos presidentes manipulados por el verdadero «Jefe»  que se auto asignó el cargo de Primer Ministro amén de su condición de Comandante en Jefe
  • Fusilamientos masivos de opositores o individuos capaces de convertirse en una fuerza opositora real.
  • Expropiación masiva de propiedades (Industria, Agricultura, Bienes Raíces, Cuentas Bancarias, Bancos, Transporte Ferroviario, Aéreo, Naval, Terrestre, Emisoras de Radio y Televisión, Salas de Cine, Teatros, Hoteles ) y un largo etcétera que con los años llegó hasta los puestos de fritas.
  • Monopolización estatal del Comercio Exterior e Interior. En este último y a través de la Cartilla de Racionamiento ( eufemísticamente nombrada «Libreta de Abastecimientos») se estableció de manera oficial el mayor Vía Crucis para la población nacional; permanecer pendiente de las exiguas cuotas de alimentos, vinculados geográficamente
  • Descapitalización  de la moneda nacional al desposeerla de su condición de divisa
  • Creación de  órganos policiales represivos (a imagen, semejanza y mediante entrenamiento) patrocinados por el KGB soviético y la Stasi de la Alemania oriental.
  • Secuestro de los salarios como forma económica real y fuente de bienestar de los trabajadores. Ver El Timo del Salario en Cuba. PDF. También en HTML
  • Creación del mayor aparato doctrinal conocido hasta entonces en el Hemisferio Occidental ( Control absoluto del Sistema Nacional de Educación, intervención de todos los Medios Masivos de Comunicación, incluyendo imprentas y editoriales).
  • Aunque durante el batistato se habló mucho de los informantes de la policía política de Batista, llamados «chivatos» ; bajo la dictadura totalitaria de Fidel Castro se creó el mayor aparato para las  delaciones masivas se unos ciudadanos contra otros los Comités de Defensa de la Revolución (CDR). Base de la Política de «Regionalización Cartográfica de los Controles Sociales»

No hay mejor documento histórico que una buena videoteca

Ya es conocido ampliamente que una imagen tiene más valor que mil palabras. En esta primera parte ofrecemos a los lectores un documental elaborado a partir de noticieros de archivos, fundamentalmente del Noticiero ICAIC. Veremos básicamente a Fidel castro a lo largo de decenios en pleno ejercicio de su populismo totalitario.

Título: “Fiel” Castro

Ficha Técnica:

  • Director: Ricardo Vega
  • Duración: 51 minutos
  • Productoras: Telebemba y Lunáticas Producción

 

(Continuará)