Cuando a finales del año 2008 se aprobó la Ley Nº 105 de la Seguridad Social por parte de la Asamblea Nacional del Poder Popular, y Raúl Castro en su condición de jefe de estado y de gobierno comenzó a preparar el camino para la exacción de nuevos impuestos a los salarios nominales de los trabajadores cubanos; publiqué un artículo de opinión en varios medios, entre ellos Diario De Cuba en Madrid con el título “Nuevas vueltas de tuerca”. Como el asunto que nos ocupa se inscribe con todo derecho dentro de la Teoría de los Sistemas Complejos de las modernas escuelas de Sociología Aplicada y en especial en los Sistemas de Diseminación de la Información, seremos consecuentes con el método histórico. Para ello transcribo los antecedentes del asunto, mediante el artículo de marras: Nuevas vueltas de tuerca.
F. Impuesto sobre la propiedad o posesión de determinados bienes
G. Impuestos sobre el transporte terrestre
H. Impuesto sobre transmisión de bienes y herencias
I. Impuesto sobre documentos
J. Impuesto sobre utilización de fuerza de trabajo
K. Impuesto sobre la utilización o explotación de los recursos naturales y para la protección del medio ambiente
3.2 Tasas:
A. Tasa por peaje
B. Tasa por servicio de aeropuertos a pasajeros
C. Tasa por la radiación de anuncios y propaganda comercial
3.3 Contribuciones:
A. Contribuciones a la Seguridad Social
B. Contribución especial de los trabajadores beneficiarios de la Seguridad Social
C. Contribución local para el desarrollo territorial
4- La continua degradación del salario en Cuba.
4.1 Algunos conceptos imprescindibles.
A. Relación entre Salario Mínimo y Canasta Básica
B. La manipulación del concepto Canasta Básica en las condiciones cubanas.
C. El falso concepto de la subvención estatal cubana a la “Canasta Básica” de la población.
D. Salario Mínimo VS Salario Medio. El mal uso de las medidas de tendencia central para evaluar el poder adquisitivo del salario.
E. Índice de Precios al Consumidor (IPC). corrección salarial.
F. Contenido real de las retenciones desde 1962 a la fecha
4.2 El salario del trabajador cubano y el Derecho Laboral Internacional.
A. Análisis de las últimas reformas laborales en Cuba desde la óptica de un reputado catedrático en Derecho Laboral.
B. Incumplimiento de las recomendaciones de la OIT
C. El estado como empleador-intermediario-expoliador del salario
D. Denuncias ante organismos internacionales. Informes al Examen Periódico Universal de la Comisión de Derechos Humanos en Ginebra.
Anexos:
A. Anexo 1. ¿Cuba con Coca Cola?
B. Anexo 2. Cronología de las modificaciones impositivas y su formulación legal.
C. Anexo 3. ONAT. Tributaciones; Modelos, Formularios e Instrucciones.
Bibliografía:
A. Referencias
B. Consultas
C. Bases de Datos
¿Cuba como segundo país de Latinoamérica con mejor Índice de Desarrollo Humano?.Editorial
Editorial / Cuba: Expertos en manipulación de indicadores
Archivo: Mapa Indice Desarrollo Humano
La manipulación de indicadores continúa por parte del estado cubano y obtiene el beneplácito de la agencia de ONU encargada del tema ( PNUD). Mezcla de manipulación estadística en los diferentes ministerios en la isla; ausencia de agencias independientes nacionales para su verificación; cambios a la medida cubana en la metodología de los cálculos y un presumible cabildeo de influencias; ya anunciaban los apologistas del régimen cubano ¡desde hace casi un año! la modificación favorable a la dictadura cubana en el posicionamiento de sus reportes.
Un despacho de Martí Noticias, reporta; “Miembros de la sociedad civil cubana ofrecieron sus opiniones a Radio Martí sobre la reciente proclamación de Cuba como el segundo país de Latinoamérica con mejor Índice de Desarrollo Humano. Nuestro colega Adriel Reyes tiene el reporte.”
Acceda al vídeo que promociona PNUD sobre el informe 2014
Análisis
Las Naciones Unidas en oportunidades suelen ser una Torre de Babel y no precisamente por las diferencias de idiomas entre los aforados. Medir indices de desarrollo ha demostrado ser una tarea bien difícil.
La primera versión de la creación de los referidos índices demostró no ser adecuada; ello motivó un segundo sistema de cálculo y por lo que se ve no será el último.
Los enlaces en cabecera de artículo le permitirán al lector empaparse sobre el tema.
Con relación a Cuba una cuestión es básica; al incluirse en el primer sistema de indicadores el componente de Producto Interno Bruto (PIB) y resultar en consecuencia que el referido indicador desfavorecía el posicionamiento de la isla en el Índice General de Desarrollo Humano, se inventaron los magos del Instituto Nacional de Estadísticas una nueva forma de medir el PIB, agregándole un componente “social” que cuasi duplicaba los resultados económicos de la nación, tomando pero con modificaciones el llamado “Indice de Progreso Real” utilizado en algunos entornos, pero no como componente del IDH; resultado de lo cual Cuba dejó de aparecer en en los reportes del PNUD. Consulte: Cuba, una economía ineficaz y dependiente
Cualquier indicador que se utilice por el sistema de naciones Unidas, siempre parte de la información que brindan los estados y evidentemente hay dos formas de medir la “calidad” del reporte. La primera con toda lógica es el “cuadre” de los datos numéricos en las diferentes emisiones multisistemas de los reportes nacionales.
Otra cosa es que los referidos reportes se correspondan con la realidad de las tomas de datos; que en el caso cubano suelen ser en todas las ramas de la economía y los servicios exagerados por los sistemas estadísticos de base. De ello existen multitud de pruebas publicadas por medios independientes no reconocidos por el gobierno de la isla y denunciadas en diferentes foros internacionales, -el Exámen Periódico Universal sobre Derechos Humanos-, por ejemplo.
Por cierto en este último informe sobre el cumplimiento de los Pactos Sociales ante el Consejo de Derechos Humanos en Ginebra (abril-mayo de 2013), presumiblemente Cuba no sólo falseó informes sino que además se sirvió para ello de “asociaciones tapaderas”.
Analicemos no ya las cifras sino el contenido conceptual de algunos de los indicadores que aparecen en el informe; Si nos atenemos al reporte emitido por Cuba, los componentes de los IDH en la isla son poco menos que paradisíacos.
En el caso cubano y dada la realidad del país en contrastado aumento de la marginalidad social; el Centro de Información y Documentación de Estudios Cubanos ha preferido desarrrollar un sistema de indicadores que permitieran evaluar el estado de la nación y por ende de su población (desarrollo humano), solo que midiendo dicho desarrollo contra si mismo.
Si bien el IDH de ONU, puede servir al organismo internacional para medir la eficacia de sus políticas de cooperación al desarrollo, medir lo que se llama medir lo que ocurre dentro de Cuba, dependerá cada vez de los esfuerzos de los profesionales y técnicos que nos propongamos hacerlo.
Cuba es, desde hace tiempo una nación fallida, que necesitará tener muy bien estudiadas sus realidades para intentar una reversión en progreso.
Próximos articulos de nuestras páginas expondrán sistemáticamente todos los sistemas de creación de índices que de forma histórica se han trabajado al respecto.
Conferencia: Cuba, el estado de la Nación.
El casi olvidado affaire hondureño
Documentos/ Diseminación Selectiva de la Información
Manuel Zelaya
Estuve pensando en subtitular el artículo como “la mala memoria de los pueblos”, pero ignorar el sustantivo “Honduras” o cualquiera de sus posibles gentilicios se me antoja delito de leso periodismo. Articulo en PDF.
Por Miguel A. García Puñales
El caso hondureño, vinculado en el pasado reciente con la expulsión del presidente Manuel Zelaya del territorio nacional fue a no dudarlo un punto de inflexión en una corriente política empeñada en fagocitarse a cuanto vecino territorial con estructura de gobernabilidad democrática le quedara a mano. Tal y como vienen haciendo todos los estados de ideología comunista, sea cual sea el nombre con el que se presenten; últimamente suelen referirse a sí mismos como “progresistas” abarcando un anchísimo espectro ideológico que cubre desde la socialdemocracia hasta el anarquismo libertario sin hacer ascos a ecologistas, feministas y cuanto “ismo” pueda ser incorporado en sistema y siempre a favor de sus objetivos.
Con el derribo del muro de Berlín y la salida a la luz pública de los archivos – entre otros – de la KGB y Stasi; las partes necrófilo-pudendas del comunismo quedaron a la luz pública, para asombro incluso de los más descreídos.
A diferencia de lo ocurrido con el fascismo en todas sus variantes europeas, –que contó desde sus inicios con numerosos apoyos colaboracionistas; que solo con el desencadenamiento de la II Guerra Mundial y sus resultados se trastocó en una condena jurídica universal al amparo de la por entonces recién creada ONU– el flagelo comunista pasó de puntillas sobre sus excrecencias sin recibir siquiera una merecida propuesta de ilegitimidad, logrando así el margen de tiempo necesario para su recuperación.
Mientras, numerosos catedráticos y politólogos conservadores, soltaban campanas al vuelo en enjundiosos tratados de prospección política (el más conocido “El fin de la Historia y el último hombre” de Francis Fukuyama) o artículos de investigación periodística con vocación de oráculo y éxitos de ventas como “La hora final de Fidel Castro” de Andrés Oppenheimer; sin contar que no fue sino hasta finales de la década de los noventa que se destapó la más grande operación de desinformación orquestada por el gobierno de La Habana, nada más y nada menos que dentro del primer círculo del Pentágono (Las Guerras Secretas de Fidel Castro. Cap. 27 Ana Belén Montes un topo en el Pentágono ) para convencer a su “archienemigo” sobre su predecible retirada a “cuarteles de invierno” como vaticinara años antes un conocido analista del exilio cubano.
A fin de cuentas, la caída de la estructura comunista en la URSS y sus estados satélites de Europa del este; si bien marcó el fin de la Guerra Fría tal y como se conoció hasta entonces –potenciando los llamados “conflictos de baja intensidad”- elevó a su vez en primer plano escenográfico a las numerosas fuerzas anti democráticas del orbe sin categoría de potencia militar.
Sólo que – y solo por ahora- dichas fuerzas carecen de coordinación central, operando según sus específicas inclinaciones ideológicas –variopintas es cierto- pero no por ello menos peligrosas para el mundo libre, como se demostró el 11 S. Nacía entonces el concepto de “guerra asimétrica” que no siempre se desarrolla con el empleo de fuerzas armadas y en ocasiones desplaza los “combates” a los procesos electorales de países o grupos de países.
En 1991, Fidel Castro peroraba en el Buró Político del PCC sobre dos años de “tregua” para lograr sostener su “revolución”. Ese año se fundaba el Foro de Sao Paulo; el mismo año en que una delegación militar venezolana visitaba el Minsap cubano y solicitaba con insistencia una delegación médica cubana para el “desarrollo de proyectos” fijando el mes de febrero de 1992 como plazo inexcusable para la “ayuda”. En febrero de 1992, “casualmente”, Hugo Chávez intenta, junto a otros complotados ejecutar un golpe de estado contra el presidente legalmente elegido. ¿Casualidad?
Ese mismo año la política de “empoderamiento” a largo plazo de aliados latinoamericanos de la dictadura cubana, logra su mayor éxito hasta la fecha; el primer triunfo electoral de Hugo Chávez Frías. La historia que sigue desde esa fecha hasta el día que se produjo la expulsión de Zelaya de suelo hondureño es bien conocida, centrémonos pues en…
La cuestión del método
No se asuste amigo lector no vamos a transitar por obras de clásicos del Marxismo-Leninismo y mucho menos por los “manuales” que cual catecismo distribuían en todas las bibliotecas y obligaban a recitar mediante los planes de estudio de obligatorio cumplimiento a todos los estudiantes a partir del 9º grado de la enseñanza general cubana.
Seguiremos simplemente la ruta crítica recomendada en todas las “escuelas de construcción del Partido” del régimen; como la Escuela Superior del Partido “Ñico López”, de la cual -se da por cierto- es graduado el actual mandatario venezolano Nicolás Maduro.
Receta:
Primero: Identificar las “debilidades de la democracia burguesa”; es decir sistema electoral, garantías legales, libertad de expresión, etc. con el fin declarado de organizar las vías para el derrocamiento del sistema y evitar tales “debilidades” una vez alcanzado el poder.
Segundo: Construcción de estructuras partidistas, ramificándolas en todas las esferas de la sociedad; incluidas las asociaciones sin ánimo de lucro, estudiantiles, sindicales, humanitarias, ecologistas y un largo etcétera que llega hasta las asociaciones fraternales y religiosas.
Tercero: Penetración de las estructuras estatales, especialmente las fuerzas armadas, así como el funcionariado de los tres poderes.
No es de extrañar entonces que esta fuera la ruta seguida en el caso de la ola populista iniciada con las primeras elecciones que llevaron al poder a Hugo Chávez. Luego a partir de la propia experiencia evolutiva (táctica suelen llamarle), implementar un autogolpe de estado a la nación venezolana con la aplicación del primero de los dos cambios constitucionales que promoviera Chávez como mandatario.
Un cambio constitucional organizado desde la presidencia en curso arriesga casi siempre la libertad del pueblo. Es el caso del método utilizado de forma continua en los países miembros del ALBA, por diferentes mandatarios que llegados al poder de forma más o menos populista, y luego de gobernar un tiempo, -eso sí, de la forma más populista posible- logran la continuidad en el poder de forma “constitucional”; cercan a los medios para eliminar la libertad de expresión, y juzgan con extrema dureza a los opositores políticos y periodistas díscolos..
En todos los casos, los cambios constitucionales se establecen mediante “consulta popular”; siempre bajo numerosas acusaciones de manipulación y participación foránea en el procesamiento de los resultados y represión armada a las protestas.
Así desde la inmensa base de operaciones que significa la nación venezolana; la penetración cubana, con larguísima data en el bloque comunista y en crisis que por poco llevan al mundo a la Tercera Guerra Mundial se vio en condiciones de extender su ideología por una buena parte del cono sur y lo intenta en centro América tomando como base a sus viejos aliados sandinistas de Nicaragua.
Algunos artículos publicados en nuestro medio, aclaran los pormenores. Ya se sabe que no existe nada mejor que una buena hemeroteca.
En Honduras, a diferencia del resto de una buena parte de Iberoamérica – el término Ibero es totalmente intencional- se paró los pies de forma expedita a la penetración comunista disfrazada de gobierno “popular”. La presente selección compila la información de prensa editada en el propio momento de los hechos e incluye de cabecera un enjundioso análisis de la periodista Mary Anastasia O’Grady.
Artículos recomendados:
Cuadro sinóptico. Países miembros del ALBA
Artículos:
Por qué Honduras expulsó a Zelaya
En un mundo más perfecto, el presidente de Honduras, Manuel Zelaya, estaría ahora mismo en una cárcel de su país a la espera de un juicio. El fiscal general de Honduras lo acusó de infringir la ley y la Corte Suprema ordenó su arresto en Tegucigalpa el 28 de junio.
Por Mary Anastasia O’Grady
Nueva York, 15 de julio/ The Wall Street Journal/ Las Fuerzas Armadas hondureñas, sin embargo, decidieron sacarlo del país y enviarlo a Costa Rica cuando llevaron a cabo la orden judicial.
Su expulsión les ha dado a sus partidarios municiones para afirmar que fue tratado ilegalmente. Ahora, Zelaya es un “héroe” internacional de la izquierda. La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton, el dictador cubano, Raúl Castro, y el mandatario venezolano, Hugo Chávez, insisten que sea reinstituido en el poder. Su demanda no tiene fundamento. La detención de Zelaya fue legal, así como lo fue su sustitución del cargo por parte del Congreso.
Si hay algo debatible sobre la crisis en Honduras es la pregunta de si el gobierno puede defender la expulsión del presidente. De hecho, tuvo muy buenas razones para esa medida y merecen la atención de Clinton si a ella le interesa defender la democracia.
Aparte de pisotear la constitución con vehemencia, Zelaya había demostrado que estaba listo para emplear violentas tácticas del chavismo para permanecer en el poder. La decisión de expulsarlo de inmediato fue tomada en el interés de proteger tanto el orden constitucional como la vida humana.
Dos incidentes ocurridos este año aportan pruebas. El primero ocurrió en enero cuando el país se preparaba a nombrar una nueva Corte Suprema de 15 miembros, como lo hace cada siete años. Una junta independiente formada de miembros de la sociedad civil había nominado a 45 candidatos. De esa lista, el Congreso debía elegir a los nuevos jueces.
Zelaya tenía sus propios candidatos en mente, incluyendo la esposa de un ministro, y sus nombres no estaban en la lista, por lo que empezó al legislativo. El día del voto, militarizó la zona alrededor del Congreso y, según la prensa, un grupo de hombres del presidente, incluyendo el ministro de Defensa, ingresó al Congreso sin invitación para aumentar la presión. El presidente del Parlamento tuvo que llamar a los guardias de seguridad para sacar al ministro de Defensa.
Al final, el Congreso se mantuvo firme y Zelaya se replegó. El mensaje, no obstante, había sido enviado: el presidente estaba dispuesto a usar la fuerza contra otras instituciones.
En mayo, hubo otra amenaza a la paz igualmente grave lanzada por el equipo de Zelaya cuando éste impulsó un plebiscito para rescribir la Constitución de manera ilegal. Debido a que no se permite al poder ejecutivo llamar a tal referendo, el procurador general había anunciado que pretendía imponer la ley contra Zelaya.
Una semana después, unos 100 instigadores indígenas, armados con machetes, se presentaron en la oficina del fiscal general, Luis Rubí. “Hemos venido a defender la segunda fundación de este país”, anunció el líder del grupo, Salvador Zúñiga. “Si se nos es negado, recurriremos a la insurrección nacional”.
Estas experiencias atemorizaron a los hondureños porque sugirieron con firmeza que Zelaya, quien se había alineado a Chávez, ahora estaba emulando la toma de poder del mandatario venezolano. Otros protegidos de Chávez —en Bolivia, Ecuador y Nicaragua— han hecho lo mismo, al rehusarse a aceptar controles a su poder y socavar las instituciones.
Fue el uso de intimidación de turbas de parte de Zelaya contra opositores lo que llevó a su exilio. Los hondureños dicen que les preocupaba que si Zelaya se quedaba en el país después de su arresto, sus partidarios hubieran fomentado la violencia para tratar de derrocar al gobierno interino y restituirlo en el poder.
No sería la primera vez. Gonzalo Sánchez de Lozada, presidente democráticamente electo de Bolivia, fue destituido en 2003 con las mismas tácticas. Militantes antigobierno entrenados años antes por terroristas peruanos y financiados por Venezuela y con el dinero del narcotráfico de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) habían sitiado La Paz. Cuando la ciudad se quedó sin provisiones, Sánchez de Lozada emitió un decreto para que guardias armadas acompañaran a los camiones de alimentos y combustible.
Los rebeldes, que tenían armas y dinamita, se enfrentaron a los guardias. Sesenta personas murieron. El presidente fue presionado a renunciar.
Sánchez de Lozada me dijo por teléfono la semana pasada que presentó una carta de renuncia al Congreso Boliviano recién cuando Estados Unidos amenazó con cortar la ayuda si él abandonaba el país sin dimitir. Firmó bajo coacción, pero la carta fue luego utilizada por la comunidad internacional para respaldar lo que era efectivamente un brutal golpe a la democracia dirigido desde Caracas.
El hecho que la Organización de Estados Americanos (OEA) y EE.UU. nunca defendieron al presidente boliviano no puede pasar inadvertido entre los hondureños o los chavistas. Se puede apostar que Venezuela tratará de orquestar problemas similares en un intento por condenar al nuevo gobierno. Los patriotas hondureños tienen mejores probabilidades contra esa estrategia con Zelaya fuera del país, aun si Washington y la OEA no lo aprueben.
This entry was posted on Jueves, julio 16th, 2009 at 11:59
Otros artículos relacionados con el tema, publicados en nuestro medio de prensa:
Resumen:El “problema racial” es usualmente mal entendido y peor evaluado, toda vez que el sujeto evaluador es casi siempre portador de sus propios determinantes sociales -“étnicos”- popularmente confundidas con la pigmentación de la piel. La objetividad en sociología aplicada es sumamente difícil de alcanzar en tanto y cuanto el sujeto debe intentar aislarse de su vínculo al objeto de estudio, aunque es precisamente ese vínculo el que le permitirá ejecutar con ventaja su abordaje.
Existen numerosas investigaciones sobre el tema, fundamentalmente dentro de la Isla, pues al contrario de lo que puedan opinar los legos en la materia, los numerosos investigadores que allí han desarrollado su trabajo –muchos de ellos con elevada formación y experiencia científica en las distintas ramas de la antropología social- han dispuesto a lo largo de muchos años, del tiempo, los medios y el acceso al objeto de investigación. Acceda a la lectura y descarga del ensayo en formato PDF
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